domingo, 27 de octubre de 2013

Millones



..."Prevalece la superstición patética de que sabiendo más y más hechos es posible  llegar a un conocimiento de la realidad. De ese modo se descargan en la cabeza de los estudiantes centenares de hechos aislados e inconexos; todo su tiempo y toda su energía se pierden en aprender cada vez más hechos, de manera que les queda muy poco lugar para ejercitar el pensamiento. Es cierto que el pensar carente de un conocimiento adecuado de los hechos sería vacio y ficticio; pero la 'información' sin teoría puede representar un obstáculo para el pensamiento tanto como su carencia"...

Erich Fromm
"El miedo a la Libertad" 
En la pág 273. Paidós (1980)

No-ticias



Estamos acostumbrados a pensar la desinformación como una situación en la cual un medio no publica un material informativo que debemos conocer.

Pues bien: no es la única forma.

La manera más habitual de desinformar consiste en publicar los materiales pero corridos del registro en el que esperamos encontrar esa información.

Pongamos un ejemplo: Ricardo Fort, el dueño de la fábrica de golosinas Fel Fort, habla por televisión en un programa de chimentos sobre la situación de opresión laboral de los trabajadores de su empresa.

Así la noticia habla de un conflicto laboral pero aparece contada entre muchas otras de espectáculos. Y si el lector de medios no se interesa por la sección espectáculos jamás se enterará del conflicto laboral en Fel Fort.

Cuando un medio editor acepta como noticiable una información lo que hace es habilitar una solapa de ingreso a un tema. Pero es falso que (como muchos editores nos quieren hacer creer) la apertura de una solapa inhabilite el resto de las facetas noticiables pasibles de funcionar como solapa de ingreso a la información.

En el caso del ejemplo: que la noticia vaya en espectáculos porque el protagonista es Ricardo Fort no inhabilita la posibilidad de contar la noticia desde otros espacios.

Así, la noticia podría publicarse como información gremial porque refiere a un grupo de trabajadores, o en economía ya que (también) refiere a una empresa, Felfort.

Otra forma de desinformar mediante el corrimiento de registro informativo utiliza el siguiente mecanismo: desarma la noticia en distintas "partes" informativas y las publica por separado, remitiendo cada una de las "partes" a la sección de referencia pero quitándole el dato informativo que se publicará en otra sección, impidiéndole al lector de medios entender la información completa, con cada uno de los componentes que le permitiría comprender.

jueves, 24 de octubre de 2013

¿Qué más se pude agregar?


(Aparecida en la pág. 9 del Diario Popular el 18/10/2013)

"Y es verdad que las únicas palabras que merecen existir 
son las palabras mejores que el silencio. 
En busca de esas palabras escribí once veces el libro, 
las que no eran mejores que el silencio, quedaban afuera".

Eduardo Galeano 
-Entrevistado por Estela Giraldo 
el 8/5/2012 para rtve.es-

jueves, 17 de octubre de 2013

Inseguridad periodística cosecha 2002



(Publicado por el apropiador de Papel Prensa, Clarin, el 14 de noviembre de 2002)



Si esto fuese 
un trabajo práctico de redacción
su autor estaría tratando 
de regularizar la materia 
con enormes dificultades para recibir 
el título de la facultad o escuela de periodismo correspondiente




EN UNA COMISARIA DE DON TORCUATO


Un preso desarmó a un policía y mató al oficial que lo fichó.


Le pegó al menos dos tiros y lo remató cuando estaba en el suelo. Hirió a otro policía hasta que un tercer agente lo mató de un balazo. Lo habían arrestado por resistencia a la autoridad.


Por Rolando Barbano


Dos policías lo llevaban esposado por un pasillo de la comisaría, rumbo a su celda. De golpe, el detenido se zafó de las esposas, le arrebató el arma a un oficial que justo pasaba a su lado, y volvió corriendo hacia la oficina donde acababan de tomarle los datos. Allí, le disparó al menos dos balazos en el pecho al oficial ayudante que había hecho el sumario y luego lo remató en el suelo. Enseguida baleó a un agente que intentó detenerlo, pero quedó acorralado: un tercer policía lo mató.


El episodio ocurrió ayer a la tarde en la comisaría 3º de Tigre, ubicada en Don Torcuato. No se informó cuántos fueron los disparos que terminaron con el detenido, José Menéndez, de 19 años. Pero se sabe que el oficial ayudante Cristian Oscar Acuña, de 21 años, recibió al menos tres disparos y murió antes de llegar al hospital. Su compañero, el agente Luis Núñez, sólo fue herido en la ingle.


Menéndez había sido detenido poco antes del mediodía de ayer. Según fuentes policiales, alrededor de las 11.30 un hombre se presentó en la comisaría de Don Torcuato —queda en Ruta 202 y Riobamba— y denunció que tres jóvenes acababan de asaltarlo frente a la villa Bancalari, a unas pocas cuadras de ahí.


Un patrullero fue hasta el lugar y se encontró con tres muchachos que caminaban por la zona. De acuerdo a la Policía, les dieron la voz de alta y ellos se resistieron a los tiros. Dos escaparon y el tercero fue detenido. Era Menéndez.


El joven, que según la Bonaerense ya había estado preso en otras ocasiones y era investigado en un par de expedientes, fue encerrado en una celda de la comisaría. Horas después, fue llevado a la oficina del oficial de servicio.


Faltaban minutos para que se desatara la tragedia. Según el relato policial, en la oficina —ubicada en la parte trasera de la comisaría— el oficial ayudante Acuña lo "fichó" a Menéndez y le tomó sus datos para agregarlos al sumario que se le había abierto por "resistencia a la autoridad".


El trámite duró una media hora. En cuanto terminó, alrededor de las 17.50, dos suboficiales —no trascendieron sus nombres— sacaron esposado a Menéndez de la oficina para llevarlo al calabozo. Habían caminado unos metros cuando, según dijeron en la comisaría, el detenido zafó una de sus manos de las esposas.


"Creemos que habían sido mal ajustadas. Vamos a peritarla", aseguraron fuentes de la comisaría. Menéndez le arrebató la pistola a un oficial que justo pasaba por el pasillo y volvió hacia la oficina donde le habían tomado los datos. Esta queda en dirección totalmente opuesta a la puerta de la comisaría, lo que indicaría que el objetivo del preso no habría sido fugarse.


Lo que sucedió después aún no tiene explicación. Menéndez se paró frente al oficial Acuña, quien se puso de pie de un salto. Sin darle tiempo, el detenido le pegó dos tiros. En cuanto cayó, se le acercó y lo remató, según la versión policial.


El agente Luis Nuñez, de 26 años, fue el siguiente en entrar a la oficina. Menéndez le disparó y lo hirió en una pierna, a la altura de la ingle. Así lo derribó. El policía que ingresó detrás no dudó: apuntó al detenido y lo mató.


Anoche, en la comisaría de Don Torcuato aún seguía la conmoción. Acuña era nuevo en la seccional, ya que se había recibido de oficial a principios de año. Vivía en Henderson y había sido padre por primera vez hacía sólo cuatro días.


Ahora se investiga qué fue lo que llevó a Menéndez a matarlo. ¿Hubo una disputa entre ellos? "Es inexplicable: Acuña ni siquiera había participado en su detención. Además, iba a quedar libre en uno o dos días, porque no había pruebas de su participación en el asalto que nos llevó a arrestarlo", comentaron en la comisaría.

San Perón



"Perón, sinfonía del sentimiento"
Leonardo Favio
-1999-

miércoles, 16 de octubre de 2013

Chuy


(En el arsenal de balas de tinta La Nazión el 9/9/2013)

¿No te hace frío Tolomé?

1955
(La Fusiladora)
1962
(Azules y colorados)
1976
(Apropiándose Papel Prensa) 

jueves, 3 de octubre de 2013

Números


Por Julio De Vido*

Sin dudas, uno de los pilares de este modelo de crecimiento con inclusión social, luego de la debacle neoliberal, fue la decisión del ex presidente Néstor Kirchner de tomar y sostener un camino distinto en materia de tarifas de servicios públicos. Durante la década del ’90, luego de las privatizaciones, se habían dolarizado las tarifas, lo que se traducía en pérdida de competitividad de la economía, menor poder adquisitivo para los salarios y rentabilidades exorbitantes para un puñado de empresas energéticas, en su mayoría extranjeras.


Desde entonces, persiste un corifeo que reclama de manera constante y sonante, sin otra alternativa que no implique castigar a los usuarios, volver a ese esquema de tarifas dolarizadas. Pero en su análisis sesgado intencionalmente omiten un dato económico clave: la energía en la Argentina tiene costos en pesos y resulta muy competitiva respecto de otros países de la región.


Esto es así porque los costos deben medirse independientemente de quien los pague, es decir si lo afrontan los consumidores o lo subsidia el Estado, lo que en todo caso forma parte de una concepción política inclusiva de promover el consumo y el mercado interno. Medido en valores constantes, el costo promedio de generar un megavatio en nuestro país es de 66 dólares, es decir un 15 menos que en Brasil (que tiene un 80 por ciento de energía hidráulica), un 50 por ciento de lo que se paga en Chile. De la misma manera, se paga por millón de BTU (British Termic Unit) de gas menos de seis dólares, lo que está ostensiblemente por debajo de los 24 dólares que se pagan en Brasil.


Pero no sólo los costos son los menores de la región, también es sustancialmente mayor el consumo per cápita de energía, que es un indicador indubitable de calidad de vida y actividad económica: 329 por ciento más que Brasil, 184 por ciento más que Chile y 174 por ciento más que Uruguay. Estos niveles son exactamente el doble de los que teníamos en la Argentina neoliberal, de las tarifas dolarizadas.


En consecuencia, esta política de sostener y promover valores de energía competitivos para impulsar el consumo ha sido con frecuencia calificada como “populista” por los defensores del libre mercado que cuestionan los subsidios a los servicios públicos por considerarlos un gasto innecesario. Los resultados de cada década constituyen una refutación más que contundente: cuando en nuestro país se aplicaron las políticas que ellos promueven, las industrias se fundieron, la desocupación llegó al 25 por ciento y miles de compatriotas se vieron condenados a la miseria, y lo peor, a la desesperanza. En cambio, con este modelo económico se crearon cinco millones de puestos de trabajo (menos de un dígito de desocupación), el parque automotor pasó de cinco a once millones de vehículos y la pobreza se redujo drásticamente, con los salarios, tanto mínimo como promedio, más altos de América latina.


Todo esto tiene que ver con la fuerte promoción al sector productivo que significa pagar el gas y la electricidad al costo más competitivo de la región, al mismo tiempo que el gasto en estos servicios pasó de representar el 20 por ciento de los ingresos de los hogares a menos del tres por ciento. Esa diferencia brinda a la industria condiciones inmejorables de competitividad, que en su mayoría se vuelca al consumo, lo que redunda en una mejor calidad de vida y en un fortalecimiento del mercado interno que de manera virtuosa impulsa los niveles de actividad y empleo.


Por ello, sería bueno que en esta época electoral, en la que se discute si profundizar el rumbo o se buscan alternativas, cada candidato exponga qué propuesta tiene en relación con las tarifas de energía. Seguramente no la pueden explicar porque es inconfesable y bajo enunciados generales como “replantear la política energética”, como señaló hace algunas semanas un intendente que disputa una banca de diputados en la provincia de Buenos Aires. Se esconde retornar a esa Argentina con tarifas alineadas a los precios internacionales, es decir pagando en dólares la energía que se produce en pesos y la eliminación de los subsidios para todos los sectores.


Por eso vamos a seguir trabajando para profundizar el rumbo, procurando mantener y mejorar la competitividad de los costos de la energía, siempre en pos de que todos los usuarios accedan a los servicios en igualdad de condiciones, estén donde estén, sin ciudadanos de primera y segunda, como proponen algunos, y no para asegurar las ganancias de unos pocos, sino la inclusión de todos los argentinos.


Este proyecto que conduce la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, es claro en sus objetivos y lo respaldan diez años de crecimiento, que no fueron a costa de endeudar a las próximas generaciones, sino de la firme decisión de poner nuestros recursos al servicio del desarrollo y la calidad de vida de todos los argentinos.


* Ministro de Planificacion Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación Argentina. Texto publicado por Página/12 el 3/9/2013 bajo el título "Competitividad energética".

martes, 1 de octubre de 2013

Miedos

"Existe un proyecto político sobre la construcción social del miedo. El Montaje mediático de un fenómeno como la inseguridad, combinado con relatos de víctimas de robos, genera una preocupación generalizada. 
Si analizamos fríamente otros problemas de la Argentina, la inseguridad no merecería estar en el primer o segundo lugar del ranking de preocupaciones".

"Sería injusto hablar de una cultura villera ligada a la apología de la violencia, el consumo de drogas o el robo. 
Son clichés que se construyen para que haya un maldito al que queremos ver eliminado. 
El discurso del más poronga, el que la tiene más grande, es el que avanza no solamente entre los villeros, sino también entre las clases medias y medias altas. 
Tenemos que ser capaces de entender que cuando hablamos de violencia o inseguridad necesitamos de una mirada que nos permita distinguir el problema de lo diario. 
Salirnos de nuestro cómodo lugar pequeño burgués. 
Hay una vida cotidiana llena de vitalidad y amor que sigue siendo casi única en América latina. Niveles de solidaridad y compromiso que hablan de una sociedad que todavía tiene mucho para salir adelante. 
Probablemente estemos en condiciones de dar debates sobre la violencia para construir, y no solo para defendernos. Hay una experiencia política de los sectores más populares con organizaciones piqueteras, unidades básicas y nuevas militancias. 
Se ha vuelto cotidiana la militancia en los barrios. 
Están intentando construir de otra manera y, paradójicamente, no sé si lo estamos pudiendo leer y conocer".

Cristian Alarcón, cronista de época.
Entrevistado por Graciela Pérez
para Miradas al Sur del 29/9/2013