martes, 27 de noviembre de 2012

Fotografías



Por Horacio González*

Al juez Thomas Griesa le gusta fotografiarse. Es lógico, debe cumplir con una dimensión importante de la función pública, que es la publicidad de su figura, con la postura de una foto oficial. Hay fotos y fotos. La foto oficial es otra cosa. Se la prepara, la toman especialistas, debe hacer brillar la solemnidad y la gallardía del poder. Sin excesiva arrogancia y también sin falsos escrúpulos que parezcan un festejo de la informalidad. Pero veamos a Griesa: su fisonomía dice mucho... o lo dice todo. Es un rostro que pertenece a una cultura. Aunque no necesariamente agota todas las posibilidades de la cultura norteamericana. Basta comparar su foto con fotos de Faulkner, Kerouac, el mismo Henry Fonda. O si no, Marlon Brando. Claro, son actores o escritores. Pero en sus rostros está expresada una indeterminación, una apertura a la dificultad de la existencia. Pero en Griesa no. Solo hay determinación, un arquetipo que parece surgido de un comic. Algo que informa que estos rasgos sumarios de una fisonomía pueden albergar las formulaciones más demoledoras de una cultura jurídica.

Es un rostro enjuto, tomado por una ancianidad que casi es un mecanismo de voracidad y astucia. Al lado de la bandera norteamericana, toma tal envergadura arquetípica, que es en sí mismo un llamado imperial, una convocatoria belicosa con su martillo de madera reposando amenazador en el pupitre. Parecería la estampa misma de un encorvado dicterio, de un úkase patriarcal pronunciado desde lo alto y hacia el vacío. Un reposado mundo jerárquico se desprende su figura, como vieja concepción del mando imperial. En las fotos esto aparece como un resplandor subrepticio, pero notable.

Todos podemos verlo. En esa mirada levemente irónica desfilan como luminarias inertes las antiguas guerras de conquista. Vemos la expansión contra México, la guerra contra España para controlar Cuba, las acciones de todo el comienzo del siglo XX sobre Nicaragua, las intervenciones sobre el resto del planeta, las que podríamos considerar las más injustas, pues brotaban de cálculos geopolíticos y económicos de secretos gabinetes de intrusión. En esa mirada lejana, como ensoñada, en su vejez recalcitrante, podemos ver en Griesa –hombre de Kansas, de Harvard, del Sistema– también la brumosa figura de un Braden. Pero no veremos la de Humphrey Bogart. Sí la de un John Wayne. No la de un James Dean. La cultura norteamericana, tan compleja como es, con su propensión a grabar fuertes imágenes en la mirada de la humanidad, que supo llamar Nación a su enorme variedad cultural, queda confinada en ese rancio octogenario que convoca a la destrucción escribiendo actas judiciales que casi son órdenes misilísticas.

Cada una de sus fotos, con toga o sin toga, con bandera norteamericana o sin bandera norteamericana de fondo, con media sonrisa o gesto adusto de burlona rapacidad, en un balcón neoyorquino o rodeado de libros de leyes encuadernados –sí, le gusta fotografiarse– es un retrato condenatorio de la civilización que han creado los Estados Unidos de América. De su aspecto humanamente más fracasado. Ningún rastro aquí de la tradición del fiscal, del juez que juega su cargo en una denuncia, del sheriff valiente que no se doblega ante los sátrapas de turno. Es la gran tradición liberal norteamericana. Está en su cine, su literatura: Doce hombres en pugna; Casablanca; Los días del Cóndor; Shane, el desconocido; La jauría humana; JFK; A la hora señalada; Citizen Kane. En el cortejo cruento que pasa ante a mirada atemporal de Griesa, están los masacrados por tormentas en el desierto o en prisiones como Guantánamo. Sueña este hombre, que sale de las emisiones más lúgubres de las voluminosas fuerzas antidemocráticas de la sociedad norteamericana, que puede enfrentar sociedades más débiles desde lo alto de una cumbre judicial abstracta, con dictámenes escritos con garras, tan diferentes de las plumas que emplearon Jefferson o Luther King para escribir sus documentos. Sueña que abre sus alas y transfigura su despacho, queda su cuerpo hecho famosa ave funesta y restan solo sus ojitos entrecerrados, que picotean en los recuerdos de sus hazañas jurídicas bajo el tambor regimentado de la especulación financiera más oscura de la historia de la modernidad.

Gozosamente cadavérico, picoteando basurales de la historia, su imagen concita el repudio de los pueblos, por reasentar las formas intrincadamente más oscuras del capitalismo norteamericano. Esa mejilla hundida, ese mechón a veces peinado y a veces despeinado. Sin duda habita un sarcasmo ahí, un supremo placer de daño que no es diferente del que presidió los momentos más oscuros de la nación norteamericana. Quizá sea cariñoso con sus nietitos, pero en estas imágenes bate alas su condición depredadora. El pueblo norteamericano debe también saber verla, porque al hacerlo conocerá también qué es lo que debe ser alejado de su propio tejido moral e intelectual.

* Sociólogo, director de la Biblioteca Nacional.
Publicado el 27/11/2012 en Página/12 como"Fisonomía de Griesa" 

viernes, 23 de noviembre de 2012

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Complicados de sinapsis II


"Del Editor. Qué significa: Una cifra tan alta de chicos con asignaturas pendientes sugiere que se impone una revisión del apoyo escolar durante el año y no al final de este".

La fecha, la sección, y el editor, a esta altura son irrelevantes. Cualquier día, cualquier hora, en cualquier lugar...

Complicados de sinapsis


Parece que el lector medio del ¿diario? La Nazión está teniendo dificultades para entender lo que el medio pretende que le cuenta. 

De un tiempo a esta parte aparecen en algún destacado de las páginas un Del Editor  en los cuales el encargado de ese día de la sección en cuestión aporta un dato esclarecedor.

Este -por caso- es sesudo como sus lectores. Dice: "Del Editor: Cómo sigue: Si el macrismo y el entente Nación-Provincia sostienen sobre la basura sus peleas políticas, el conflicto seguirá y la mugre y el hedor inundarán las calles".

¿Qué harían los lectores sin su ayuda?

sábado, 17 de noviembre de 2012

Gaza


Jorge Drexler
Concierto Aula Magna UCV 
Caracas Venezuela 11/12/2007

No sé


Si estoy perdiendo capacidad de lectura,
de comprensión de textos 
o me están tomando por pelotudo.

¿Comprando una cocina de mínimo 1.000 pesos me regalan un sachet de ketchup de 400 gr?

¿Comprando un lavarropas de arriba de 2.500 pesos me regalan un jabón líquido de 400 ml?

Voy a salir corriendo antes de que abran el local a ver si todavía llego tarde.

jueves, 15 de noviembre de 2012

De carrozas y calabazas


Martín Sabbatella
14 de noviembre de 2012

Explicando la ley de servicios de comunicación audiovisual para que lo entiendan hasta los monopolios

(Después del 7D habrá varios monopolios que seguirán siendo tirados por ratones pero que dejarán de parecer carrozas. Después de la explicación de ayer ¿qué van a decir desde ahora?

martes, 13 de noviembre de 2012

Los dueños de la tierra


$ 11.800.000.000
Una cifra bastante impresionante ¿no?

¿Quiere decir que antes esos 11.800.000.000 eran ganancia?

Si la inundación no les hizo perder todo, quiere decir que esos casi doce mil millones de pesos son solo una parte de la ganancia "del agro".

¿Cuánto están pagando de impuestos? 

En el ¿diario? La Nazión 6/11/2012 pág 16 

lunes, 12 de noviembre de 2012