sábado, 20 de abril de 2013

Decime cuál cuál cuál es su nombre



Debe haber sido el auto fantástico. 
Parece que se manejaba solo.
 
¿O será muy grande el country y veloz el chofer?
Porque no lo pudieron encontrar más.
 


(¿Qué hubiese sucedido con el chofer si se tratase de un flete, una chata o un remis? Supongamos, claro, que los hubiesen dejado entrar ¿Y el redactor habría puesto el nombre?) 
 
Suele suceder por esos sitios. 
Tienen dificultades con los diccionarios.
Por ejemplo, a los robos en los que participan 
les dicen negocios.


En mi barrio le llaman impunidad
Como Tíos Patilludos del pato Donald se esconden en montañas de dinero 
tras las que más que rastrearlos los tenés que acertar.
El redactor tuvo la misma impresión, por lo que parece.
La noticia terminó en Loterías y Espectáculos

jueves, 18 de abril de 2013

Marketing y Comunicación

Hace un tiempo conociste esta foto

Ahí los pichos hacen lo suyo
Pobre arbolito
¿Alguien le avisa a Greenpeace?

 (¡Gracias Gabuchi!)

domingo, 14 de abril de 2013

Vivos

A Marta Ferro y Ariel Delgado

(Una de las discusiones que atraviesa medios y espacios políticos desde la semana pasada luego de que la ciudad de La Plata sufriera la peor inundación de su historia es cuál es el número de víctimas y personas fallecidas tras el temporal. Sobre el apresuramiento en precisar un número final y las distintas formas de leer una estadística y ayudar a los damnificados discurren estas líneas pensadas como comienzo de debate).

Héctor Ricardo García, el hacedor del viejo diario Crónica, desvelado, se pega una vuelta por su CrónicaTV y le dice, frente a los monitores, al encargado del turno "poné miles de muertos". El encargado contesta "pero todavía no tenemos ningún dato". García le contesta: "¿no estás viendo las imágenes?". Por la mañana esas mismas pantallas dirán "Fue primicia de CrónicaTV. Terremoto en Japón. Miles de muertos".

No acaba de comenzar abril y La Plata conoce la peor inundación de su historia. El agua es un río cuadriculado de metro y medio de altura que se lleva autos como peces perdidos. Cuando el fin del mundo húmedo empieza a retirarse lentamente, las veredas y las calles de la capital bonaerense se arrebatan de muebles, colchones, artefactos eléctricos, libros, fotos. Vida mojada irreparablemente. Miles de personas intentan entender su presente. Muchos sin un lugar donde dormir, sin comida, sin más pertenencias que las que llevan puestas. Desolación y tristeza. 

Entre el 23 y el 24 de enero de 1989, un grupo de militantes del Movimiento Todos por la Patria toma las instalaciones del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada, en el conurbano bonaerense. Actores secundarios de una puesta en escena de desgobierno e inseguridad que empezaría a despedir al gobierno de Raúl Alfonsín, infiltrados por la inteligencia de la derecha militar, tomaron el regimiento convencidos de que estaban impidiendo un nuevo golpe militar en Argentina. Un grupo de militares recuperó las instalaciones de La Tablada a sangre y fuego. Víctimas del aparato judicial conservador, torturas, apremios ilegales y fusilamientos, nunca se supo el verdadero número de muertos entre los militantes del Todos por la Patria.

Mientras el intendente de La Plata Pablo Bruera se disfraza de invisible cuanto más puede, el gobernador bonaerense Daniel Scioli se apresura en cerrar la cifra de muertos. 51 dice. Ya agregará alguno más. Por izquierda y por derecha le saltan a la yugular. Son 90 dicen algunos. Se vieron cadáveres flotando dicen otros ¿Y la morgue judicial?

Clyde Snow fundó junto con un grupo de jóvenes profesionales el Equipo Argentino de Antropología Forense. Corrían los años ochenta y Madres y Abuelas penaban con la impericia de quienes con topadoras exhumaban cadáveres en busca de develar qué había sido de sus hijos y nietos desaparecidos por la última dictadura militar. Clyde y sus muchachos y muchachas aparecieron entonces para aportar pericia, conocimiento, contención, ternura y verdad. 

Para constatar fallecimientos, la policía salió a tocar timbre en las casas de las personas perdidas. Eso se llama constatación de domicilio. Buscar personas es otra cosa ¿Y las personas en situación de calle? ¿Y las personas que estuvieron ese día en la ciudad pero eran de otro lado? ¿Y las personas de otra nacionalidad que viven en La Plata pero no forman parte de los padrones? (¿Y?)

Todos (¿todos?) miran a la morgue buscando respuestas. 

En la morgue hay cuerpos. Que nos cuentan sobre personas que murieron en una inundación. Pero no todos los cuerpos. También hay cuerpos que nos cuentan lo mal que manejamos. También hay cuerpos que nos cuentan como se muere por la inseguridad laboral. Que nos cuentan que la violencia de género también mata. Que nos muestran como mata la xenofobia. Cuerpos que nos cuentan sobre la violencia institucional. Esos cuerpos hacen a la estadística de las causas de muerte. Todos los cuerpos en todas las morgues.

Esos cuerpos fueron historias de personas que dan testimonio de nuestros fracasos y nuestros aciertos como sociedad. ¿Estamos preparados para hacernos cargo?


Miles de personas en La Plata (y en Capital Federal, en Santa Fe, y en tantos otros lugares) hoy elaboran el duelo por todo lo que el diluvio les llevó y hoy ya no tienen. Otros miles militan la solidaridad para devolverle algo de lo que se llevó el agua. Empezando por la esperanza.   

La morgue es la estadística de lo que somos como sociedad. Suma muertes. La antropología forense cuenta historias de vida. La vamos a necesitar por estos días, semanas, meses de elaborar el duelo,  para aportar pericia, conocimiento, contención, ternura y verdad. 

(Pensar que ya existe un número cerrado de víctimas -sean cincuenta y cuatro, noventa o mil- suena más a vuelta de página, borrón y cuenta nueva, que a personas preocupadas por el pasado, el presente y el futuro de las personas que padecieron la inundación. Trabajar militantemente para que ellos mejoren sus condiciones de vida y que se perciban acompañados. Esa es la tarea).




   

 

martes, 9 de abril de 2013

Periodismo transgenico

Desarrollamos la transgenética para que los tomates no se pudran nunca, las manzanas sean todas redondas, las naranjas sean todas del mismo tamaño, los lechugas no se quemen con las heladas, la soja resista las plagas, las vacas coman alimento balanceado y en cualquier momento las plantas crezcan en un vaso y se riegen con un gotero.  

Hemos perdido capacidad de espera. Hemos perdido sentido común. Hemos perdido el gusto. El oido. La vista. La sensación de Placer. La conciencia de estar aprehendiendo. 

Pareciera que por estos tiempos todo tiene que ser ahora ya y a medida. Las noticias también.

Las noticias no nos cuentan con qué genérico están hechas. Nadie nos cuenta su fórmula. Su posología. Si carecen de acción terapéutica. Vienen sin contraindicaciones, reacciones adversas, sin pautas a seguir en caso de sobredosis. Y sin antídoto. Y así nos hacemos daño sin darnos cuenta.

(A estas alturas no vamos a andar aclarando que la objetividad no existe -y está muy bien-. Pero molesta y hace daño que se nieguen a decirnos dónde está parado cada uno desde dónde es subjetivo cada quien.)

Las noticias vienen envasadas al vacío desde dónde las fabrican. Sin avisar. Laboratorios medicinales fabrican noticias sobre salud. Bancos fabrican noticias sobre economía. Empresas de seguridad fabrican noticas sobre miedo. Canales de televisión fabrican noticias sobre mediciones de audiencia. Y los medios las publican. Sin avisar. Los medios no dicen está sección es Laboratorios medicinales, esta es Bancos, esta el empresa de seguridad...Y uno se sirve donde dice alimento pero come otra cosa.

El periodismo fue, es y será un oficio de contacto. Cómo muchos otros oficios terrestres va al encuentro de la realidad para contarla. Sin embargo los trabajadores de prensa salimos de la última década del siglo pasado como un colectivo empobrecido en nuestros recursos para acceder -y para contar- lo que veíamos.

Como parte de un proceso que comenzó mucho antes pero que tuvo particular intensidad entonces, las redacciones y las oficinas de producción dejaron ir, "retiraron voluntariamente", trabajadores de prensa calificados como una manera de reducir costos y agrandar ganancias. Estos periodistas  trasvasaban conocimientos en quienes con el tiempo pasarían a ser trabajadores de prensa calificados. Esa cadena se rompió. Así hoy editan muchas personas que han llegado al puesto sin oficio. Muchos de ellos trasvasarán "no conocimientos" en generaciones futuras. 

Muchos dueños de medios, cual propietarios del ministerio de la verdad de 1984 juegan con la idea de que todo lo que uno escribe a la noche, será borrado en la mañana, y lo de la mañana en la tarde. Apuestan a un periodismo moderno y sin memoria en el que quienes los ven y los leen no saben que alguna vez ellos mintieron (siendo generosos, claro).

Construyen condiciones de trabajo en las que un mismo trabajador de prensa hace espectáculos en un canal, policiales en un diario y economía en una radio. (Y) no conoce de ninguno de los temas. No alcanza a sopesar lo que ve. Y le cuesta contarlo. En medio de esa carrera de obstáculos hacía la realidad fue que surgieron estas formas geneticamente transformadas que llamamos noticias.
 
Antaño uno escuchaba decir que la programación era eso que uno veía o escuchaba entre tanda y tanda. Con la información pasa algo parecido. Es eso que sucede entre las noticias.

Las noticias son información transgénica. Pero nosotros no somos Perros de Pavlov.

(Continuará...



  

martes, 2 de abril de 2013

Se vende


Excelente oportunidad. Amplio garage a la calle.
Con dependencias
(cuatro ambientes, baño, cocina comedor, parque)
Preg. Sr. editor de sección construcción diario El Día.

lunes, 18 de marzo de 2013

Deudos

-I-




-II-





Porque por esos sitios uno suele encontrarse con los mapas de lo desconocido como diría el conocedor de lo oscuro, lo tenebroso y lo oculto, Narciso Ibañez Menta.

Por motivos que uno no alcanza a abarcar, en esas circunstancias un sinnúmero de personas le escriben textos breves a personas que ya no leen.

Tal vez como una forma de hacer un duelo, tal vez como una forma de exorcismo, tal vez como una forma de encontrarse para ver quienes quedan y quienes no vinieron.

Y como en todos los velorios uno encuentra gente que fue a chusmear, personas que fueron a figurar, personas que saludan sin conocer, personas que saludan sin conocer y sin que se note. Y conocidos de toda la vida. Personas de confianza. Gente con la que los deudos han compartido vida y negocios.
Esos son los interesantes.

Y entre los muchos que lo despidieron a Joe, el siniestro, dos fueron Ayerza y Gainza. Dos de estos últimos. De los que han compartido con los deudos vida y negocios. Por eso saludan como saludan. Extemporáneamente. Felicitántandose por cosas que ya nadie de los que supieron de las mieles de la plata dulce y la tablita se felicita.

Ellos saben que la página 15 de Página/12 de hoy está equivocada.

Ellos saben que Joe no fue un símbolo de la complicidad civil (de la última dictadura argentina).

Ellos saben que Ellos fueron la dictadura.
Por eso lo despiden como lo despiden.

Y mientras sigamos desprevenidos al respecto estarán tranquilos.

Ellos si saben que en el mapa de la oligarquía hay que buscar el mapa del delito en la Argentina.

martes, 12 de marzo de 2013

jueves, 7 de marzo de 2013

Mejor no

(En el ¿diario? La Nazión del 6/3/2013)


Si te agasajan así...mejor rajar.

Ah! y para recibir el obsequio 
tenes que estar entre las primeras 72.