Al principio el periodismo fue tribuna de opinión. Los
periodistas contaban lo que pasaba desde su postura.
Por ejemplo: si un grupo de trabajadores chocaba con
la policía en las calles o en la entrada de la fábrica. Para los medios del
sistema las fuerzas del orden cumplían con la función que la sociedad les
asignaba. En cambio, los medios anarquistas contaban la brutal represión que
ejercía la clase dominante contra los trabajadores y su búsqueda de dignidad.
El choque entre
trabajadores y policías no se discutía.
Con el tiempo lo primordial pasó a ser qué medio daba
primero la noticia. Y el desenfreno de los trabajadores de prensa estaba
íntimamente ligado a quién daba la primicia.
Así un Último Momento era un obligado ¡Paren las
rotativas!, cortaba cualquier tema musical, novela o lo que fuera y no había
fuerza en el universo que detuviera la carrera para ver quien llegaba primero a
la refriega entre obreros y represores.
¡Último momento!
Choque entre obreros y policías.
Walsh, Truman Capote, y otros… hicieron escuela en los
finales de los cincuenta y los años ´60. Impusieron una forma novedosa de hacer
periodismo. Se metían en el fondo de lo oscuro, investigaban y traían a la luz
la noticia.
Así nacieron A Sangre Fría, Operación Masacre, Quién
Mato a Rosendo... Lo llamaron Nuevo Periodismo.
Ocultan la muerte de un trabajador luego del choque entre obreros y policías.
En una vuelta de rosca hasta hace poquito estuvo de
moda el Non Fiction. Un relato en crónica, en primera persona, que invitaba al
lector-oyente-televidente a un paseo por realidades desconocidas para él. Así
se construyeron materiales en los cuales un fulano te acompañaba por los bajos
fondos, los andurriales, las construcciones lumpen….
Un viaje por el
Conurbano. Ciudad Evita. La bonaerense por dentro.
Hoy los monopolios han impuesto en sus medios una
forma nueva. Ediciones completas, horas de programación, canales enteros en las
que el lector-oyente-televidente hace un viaje entre lo falso y lo verdadero.
Sin poder distinguir uno de otro.
Hoy los monopolios de la comunicación, que son
monopolios de sentido, nos cuentan como antaño
El choque entre
trabajadores y policías
Solo que contado por ellos
Tal vez los
trabajadores no sean trabajadores, los policías no sean policías y el choque no
sea choque.
Nació el All Fiction.
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