sábado, 9 de enero de 2016

Jubilaciones, créditos y (des)control estatal


Juan Carlos Fabrega renunció a la presidencia del Banco Central de la República Argentina el 1º de octubre de 2014.

Dos días antes, Cristina Fernández de Kirchner, la  entonces Presidenta de la Nación, lo había acusado de favorecer los golpes de mercado desde el BCRA.

La maniobra consistió en filtrar información a los bancos Patagonia, Supervielle, Macro, Mariva e Itaú para que vendieran dólares cuando el resto de los bancos los compraba. La compraventa sucedió en la víspera de una circular del 2/9/2014 que obligaba a los bancos a reducir su tenencia en dólares del 30% al 20 % de sus encajes. 

Entre el 14 y el 16 de diciembre pasados, por lo menos 10 medios publicaron que Fabrega volvería a formar parte de la banca estatal integrando el staff de funcionarios del nuevo gobierno argentino a cargo de Mauricio Macri. Según el Diario Popular se haría cargo de las compañías del Grupo Banco Nación. Así manejaría una cartera de empresas que generan crédito y capitalización para y desde el Estado Nacional: Nación Seguros, Nación Leasing, Nación Retiros, Nación Servicios, Nación Bursatil, Nación Fideicomisos, Factoring, Nación Reaseguros y Pellegrini. Inclusive, Página/12 lo dio por confirmado y dijo que Fabrega sería vicepresidente del Banco Nación y coordinador de las empresas del  Grupo Banco Nación.



Sin embargo, al 4 de enero de 2016 Fabrega no aparece entre las autoridades que el Banco de la Nación Argentina publica en su página web. Tampoco aparece en ninguna de las empresas del Grupo Banco Nación.

¿Por qué?

-II-

Los aportes previsionales de los trabajadores en actividad pagaban los haberes de los trabajadores jubilados. Así fue desde el primer peronismo hasta comienzos de los años 90 a finales del siglo XX.

Aquel proyecto político generaba trabajo y ampliaba derechos laborales.  La gran mayoría de los laburantes trabajaba en relación de dependencia. Los empresarios debían hacerse cargo de los aportes de los trabajadores.

-III-

A partir de 1955 y a lo largo de décadas, los poderes hegemónicos fueron poniendo al frente de los gobiernos constitucionales y las dictaduras que los interrumpían gerentes idóneos para la defensa de sus intereses.

Durante todos esos años el sistema previsional se fue descapitalizando. Mientras el número de jubilados crecía constantemente, el número de trabajadores activos en blanco caía año a año. Muchos eran despedidos. Otros dejaban su actividad corridos por una construcción política que los perseguía por su filiación peronista. Muchos empleadores efectuaban los aportes con mora. Algunos inclusive sostenían frente a los trabajadores que realizaban aportes que en verdad no hacían.

Falta de aportes, aportes tardíos, caída en los niveles de ingresos, inflación y aumento del número de jubilados hicieron que los jubilados recibieran haberes paupérrimos y prestaciones deficientes por años y años.

-IV-

Así fue como esa coyuntura fue aprovechada en 1993 por el presidente Carlos Menem para privatizar de hecho el sistema previsional.

Ideó un sistema mixto en el cual los trabajadores podían elegir entre aportar al Estado o hacerlo administradoras privadas (AFJP) que prometían invertir el dinero que recibían para devolverlo cuando el trabajador se jubilaba dándole el capital aportado por años más los intereses generados a través de las inversiones realizadas por las AFJP. Las Administradoras privadas de jubilaciones y pensiones eran en los hechos apéndices de Bancos.

Como la administración estatal pagaba a los jubilados un haber mínimo y las administradoras privadas ofrecían el mínimo más intereses, el sistema mixto en los hechos se transformó en un sistema jubilatorio privado a cargo de emprendimientos satélites de la banca nacional e internacional.

Los trabajadores debían elegir el sistema al que decidían aportar. Si lo hacían por el privado el Estado debía cederle a las AFJP los aportes realizados por los laburantes hasta el momento de optar por el sistema de capitalización de haberes jubilatorios.

-V-

Así el Estado Nacional  le cedió a las administradoras privadas de jubilaciones y pensiones gran parte de los fondos del sistema previsional.

Las AFJP depositaban mes a mes los fondos de los trabajadores en distintas empresas que pertenecían a los mismos grupos económicos dueños a su vez de las administradoras de fondos jubilatorios. Es decir que todo quedaba en las mismas manos. Nunca hubo inversión. Los Bancos  por una ventanilla recibían los aportes de los trabajadores. Por otra ventanilla los tomaban como inversión. La ventanilla que recibía los aportes se quedaba con una parte en concepto de porcentaje por gastos de administración. La ventanilla que los tomaba como inversión recibía el restante del aporte. Y en su gran mayoría lo fugaba del país. A la hora de justificar la evasión, las empresas que debían hacer crecer el aporte jubilatoria sostenían que el período había sido desfavorable. “La inversión había dado pérdidas”. En casos el porcentaje por gastos de administración era superior al de los intereses devengados de la inversión de los aportes jubilatorios.

Cuando las AFJP entran al negocio previsional, en su gran mayoría quienes optaban por el sistema de capitalización privada eran personas que o recién ingresaban al mercado laboral o todavía tenían una cantidad de años hasta llegar a la edad jubilatoria. Es decir que las AFJP tuvieron muchos años de recaudación sin pagar jubilación alguna.

A los jubilados de 1993 y los años posteriores les daba igual estar en el sistema estatal o el privado de pago de jubilaciones ya que si optaban por el público cobraban el haber mínimo y si optaban por el privado también ya que la cercanía con el momento de jubilación no les permitía en los hechos ninguna capitalización efectiva ya que las AFJP tomaban sus aportes sin tiempo de invertirlos de ningún modo.

Con esa coyuntura a su favor las AFJP fabricaron una ingeniería financiera que les significó todo ganancia.

Las AFJP pudieron fugar capitales, por medio de las empresas en las que se suponía que invertían, por falta de controles estatales.

-VI-

En 2008, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reestatiza el sistema previsional argentino. Recupera, junto con los aportes jubilatorios de los trabajadores, las inversiones a ese momento de las AFJP en las empresas de sus grupos. Y agrega el control estatal, que estaba ausente desde 1993.

Desde entonces crecieron los haberes jubilatorios, crecieron los aportes y el Estado realizó nuevas inversiones a través del ANSES que permitieron recapitalizar el sistema previsional.

-VII-

Las empresas de capitalización y créditos en manos del Estado tienen como función agrandar el monetario en poder de los países. Con ese capital en su poder, el Estado acumula reservas, paga jubilaciones, subsidios, obra pública, paga deuda, etc.

Las empresas de inversión en manos del Estado cobran un porcentaje en concepto de administración o un seguro de cobro. La idea central es la capitalización del Estado. No el pago permanente con fondos propios de un gasto de privados.

-VIII- 
Cuatro de los presidentes de las empresas del Grupo Banco Nación declararon ante la AFIP que realizan "SERVICIOS DE ASESORAMIENTO, DIRECCIÓN Y GESTIÓN EMPRESARIAL REALIZADOS POR INTEGRANTES DE LOS ÓRGANOS DE ADMINISTRACIÓN Y/O FISCALIZACIÓN EN SOCIEDADES ANÓNIMAS": Juan Horacio Sarquis, Mariano Javier Ruiz, Alejandro Diego Nigro y Pablo Gustavo Santangelo.

Otros dos declaron que realizan servicios N.C.P. Es decir, un servicio "no clasificado precedentemente". Más claro, no figura en la lista y no lo puedo especificar. Ellos son: Juan Alejandro Bonina y Marcelo Pedro Blanco.

Sarquis es presidente de Nación Seguros y Nación Seguros de Retiro. Trabajo en el banco Galicia, uno de los cuatro bancos en los que en 2005 se concentraban los plazos fijos con CER ubicados como inversión por las AFJP.

Ruiz es presidente de Nación Reaseguros.

Alejandro Diego Nigro es presidente de Nación Servicios. Comenzó su carrera en el Citibank, luego fue gerente general del HSBC y después se dedicó al asesoramiento de banca de inversión. En marzo de 2015, el diario de The Wall Street Journal publicó una información según la cual, el Bank of America, el Citibank y las filiales estadounidenses del HSBC y del Deutsche Bank proporcionaron servicios financieros en nombre de la Banca Privada d’Andorra (BPA), acusada por el Departamento del Tesoro de estar involucrada en una trama de “lavado de dinero internacional”.

Precisamente,  Marcelo Pedro Blanco el presidente de Nación Fideicomisos trabajó para el Deutsche Bank como Chief Executive Officer.

Rómulo Zemborain es presidente de Nación Factoring. También es golfista. Fue presidente de la AAG (la Asociación Argentina de Golf). De sus conversaciones con integrantes de la Armada surge en 2001 el campo público de golf Villa Adelina. Por entonces la Marina puso los terrenos y la asociación presidida por Zemborain los administró.
  
Juan Alejandro Bonina es presidente de Nación Leasing. Pablo Gustavo Santangelo es presidente de Nación Bursátil. 

Gustavo José Stafforini es presidente de Fondos Pellegrini. En 2001 participó del equipo económico de Domingo Felipe Cavallo. A fin de ese año el gobierno de Fernando de la Rua, del que Cavallo formaba parte terminó con más de 30 homicidios en las calles de Argentina. En 1999, Stafforini fue
subinterventor económico y financiero del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.

Si los encargados de asesorar a las empresas sobre las inversiones son los mismos que se ocupan de otorgarles los créditos y los seguros para que las realicen estamos en problemas.

Vienen por nuevos vaciamientos.

PD: Juan Carlos Fábrega, que al comienzo de este posteo aparecía en las noticias como coordinador de las empresas del Grupo Banco Nación, finalmente será asesor de Carlos Melconian, el presidente del Banco Nación.

martes, 22 de diciembre de 2015

Kichicientas veces te lo vamos a explicar


Compañero Axel Kicillof
Ministro de economía argentino
entre el 20/11/2013 y el 10/12/2015
Parque Centenario-Ciudad de Buenos Aires
20/12/2015 

sábado, 19 de diciembre de 2015

Modus operandi


El Grupo Macri crea Pago Fácil en 1994. Por entonces abre su primer local en San Isidro a media cuadra de la estación de trenes. La primera factura que cobra es de Telecom. Al momento de su fundación, el 25% de Pago Fácil era de capitales norteamericanos. 

En el año 1997 el entonces presidente Carlos Menem privatiza el Correo Argentino. Se hacen cargo FrancoMacri y su hijo Mauricio. A partir de allí se produce el crecimiento exponencial de Pago Fácil.

Seis años después, en 2003, Néstor Kirchner reestatiza el servicio postal. Por entonces el Correo Argentino se había presentado en concurso preventivo. Pero Pago Fácil ya estaba instalado como centro recaudador de capitales de cobro de servicios. El otro es Rapipago del Citibank.

¿Qué pasó en todo ese tiempo?

Los Macri ganaron la licitación prometiendo el canon mensual más alto de todas las empresas que se presentaron. Sabían que no lo iban a pagar.

¿Y para qué querían los Macri el Correo?

Fundamentalmente para dos cosas: Para perder Cartas Documento y para hacer crecer a costo cero la operatoria de Pago Fácil. Una sucursal del Correo, una sucursal de Pago Fácil. Crecimiento exponencial. Costo cero para ellos.

Las Cartas Documentos son un documento postal que utiliza al encargado de su traslado y entrega como testigo de la existencia de un reclamo.

Suelen utilizarse como prueba en los reclamos por conflictos entre de personas y/o empresas en el ámbito de los tribunales de Justicia.

Previo a su privatización en 1997 y tras su reestatización en 2003, las Cartas Documento debían presentarse en un formulario por triplicado y con cada uno de los formularios del triplicado con un numerado similar impreso. El formulario tenía un sentido claro. Uno de los formularios, el original, era enviado al destinatario. Otro quedaba en poder del remitente. Y el tercero era resguardado por el Correo. El número impreso en cada una de las copias permitía certificar que el original y las dos copias eran parte de un mismo corpus. Cada uno de los ejemplares tenía un color distinto. Una blanca, otra amarilla y otra rosa. No había forma de confundir cuál era cuál. Y que las tres eran parte de una misma.

Dos cambios introdujeron los Macri en las Cartas Documento durante su gestión al frente del Correo. Dos cambios estrictamente necesarios para desvirtuar el carácter documentario de esas Cartas. Le quitaron los colores. Y le quitaron la numeración. Así las Cartas Documento siguieron siendo enviadas por triplicado. Pero ya no tenían más un color identificatorio. Era igual el original que la copia  y el resguardo. Y ninguna de las tres tenía en común el número impreso. Con lo cual era posible introducir una carta apócrifa con absoluta facilidad.

Sin una identificación que mínimamente institucionalizara el carácter documentario de la carta y sin una numeración que permitiera identificarla para facilitar su búsqueda ¿qué sentido tenía reclamar su carácter de prueba ante un tribunal en medio de un litigio?

El Correo Argentino tiene cobertura en todo el país. Solo en una dimensión comparable con la cobertura de las sucursales del Banco Nación. Con el acceso a semejante cantidad de locales a costo cero para sumarlos a una cadena de recaudación on line y sin hacerse cargo del cánon correspondiente, no existía competencia posible.

Para cuando la licencia del Correo se presentó en quiebra y Néstor Kirchner reestatizó la prestación, la cadena de recaudación ya se había expandido y consolidado. 

viernes, 11 de diciembre de 2015

La más maravillosa música


Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de los más 
de 40 millones de argentinos
(10/12/2007 – 10/12/2015)
Plaza de Mayo 
9/12/2015
En diálogo directo con su Pueblo

sábado, 31 de octubre de 2015

Las W de los majulitos

Cuatro noticias: La reconstrucción de TyC, el estadio multipropósito de Directv, el cable que rompe el troncal de agua potable y los rugbiers estafadores.  

Dos construcciones distintas: Una promocional y otra silenciadora.
Algunas noticias tienen nombre y apellido. Otras son anónimas. 
¿Por qué?



 






La comunicación publicitaria y la comunicación periodística son dos caras de una misma comunicación corporativa. Ellas instalan la construcción de sentido hegemónica. Por un lado promocionan lo que los poderes hegemónicos están interesados en dar a conocer. Y por otro silencian aquello que esos mismos poderes deciden ocultar al conocimiento público.

Así los medios hegemónicos solo dan a conocer dos tipos de información: La que ellos necesitan que el lector de medios conozca porque su difusión los beneficia y la que descontextualizan para que no pueda armar el rompecabezas donde una información encaja con otras que le otorgan sentido lógico a la construcción. Promocionan o silencian como parte de una misma construcción comunicacional.

Despojadas de toda información que las ancle en la realidad las cuatro noticias mencionadas en este post podrían verse de la siguiente manera:

Ejemplo 1: Un CEO cuenta como hizo para encarrilar la empresa luego de que su antecesor fuese despedido tras ser acusado de pagar y cobrar coimas.

Ejemplo 2: Una empresa cuenta la inversión que realiza para construir un estadio multipropósito en la zona norte del conurbano bonaerense.

Ejemplo 3: Una empresa de cable deja sin agua corriente a todo un barrio cuando rompe un caño troncal de distribución de agua potable mientras colocaba un poste del tendido de cable.

Ejemplo 4: Dos famosos rugbiers de la localidad de San Isidro estafan a integrantes de ese municipio bonaerense. El texto informa sobre las modalidades de ese delito. 

Sin embargo las primeras dos noticias son publicadas con información que detalla su anclaje en la realidad. Las dos restantes no. En las dos últimas los medios que las publican omiten esos datos. ¿Por qué?

La cara promocional de la comunicación corporativa tiene su ejemplo más potente en los suplementos económicos. Las  noticias de los ejemplos 1 y 2 aparecen allí. 

Así la noticia del ejemplo 1 se reescribirá de este modo: 

Ignacio Galarza, el nuevo CEO de Torneos y Competencias cuenta la reconstrucción de la empresa 
luego de que se conociera que 
su antecesor cobró y pagó coimas 
en medio de las negociaciones por 
la transmisión de la Copa América Chile 2015. 

Cuando la empresa cuenta-instala que tras la partida del CEO anterior (Burzaco) TyC vivió momentos de zozobra y su periodistas, productores y administrativos no sabían a ciencia cierta si conservarían o no su fuente de trabajo y TyC tuvo problemas para hacer frente al pago de sueldos y proveedores, lo hace con un solo fin: Instalar que la empresa tenía sus cuentas vinculadas al desarrollo cotidiano de su debe y su haber, instalar que nada del dinero de los sobornos y las coimas gestionadas por Burzaco había pasado por TyC. Las coimas y los sobornos, según la versión de TyC, eran pertenencia exclusiva de un empleado corrupto de la empresa.

Toda la construcción del texto publicado apunta a un solo fin: instalar que el corrupto es solo Burzaco y que TyC no tiene nada que ver con eso, que Burzaco forma parte del pasado de TyC y que ahora la empresa se está recomponiendo del daño que alguien ajeno a sus valores le generó. Digamos que es un operativo de despegue.

Por su parte, la noticia del ejemplo 2 se reescribirá así:

Direct Tv construye un estadio multipropósito 
en el que inviertió doscientos millones de pesos. 
Estará en Tortuguitas. Se inaugurará a fines de octubre. 
Y ya está programado que allí toque Sting.


Cuando DirecTv habla del dinero que gasta en la construcción de un estadio multipropósito la construcción que instala es somos una empresa que todo el tiempo se agranda, invierte y genera cosas para la gente. Y lo que no dice es que esa "estructura inversora" incluye a Alejandro Burzaco y Fernando Niembro.

Por su parte, la cara silenciadora de la comunicación corporativa tiene su ejemplo más potente en las secciones sociedad y policiales. Allí aparecen los noticias de los ejemplos 3 y 4.
La cara silenciadora no censura la noticia. Oculta la información central que forma parte de ella.
Así en la noticia del ejemplo 3 la protagonista de la noticia es una empresa de cable que deja sin agua a todo Gonnet. Pero que nunca en todo el desarrollo noticioso es mencionada por su nombre. Así se transforma en una protagonista anónima. Y por lo tanto inasible para el lector de medios que accede al hecho noticioso. Una empresa anónima, inasible, esquiva la sanción del lector que carece de protagonista culpable al cual nominar.
En la noticia del ejemplo 4, dos rugbiers aparecen como protagonistas de una serie de estafas. El medio los cataloga como dos rugbiers famosos. Pero no da sus nombres a lo largo de toda la noticia. ¿Cómo evalúa el medio que los rugbiers son famosos? Porque los conoce. Sin embargo no aporta a los lectores ni sus nombres ni sus apellidos. Los rugbiers son de San Isidro. Si los estafadores tuviesen su domicilio en La Cava el medio aportaría sus identidades. Como lo hacen en cada robo o estafa que les interesa promocionar cuando instalan la construcción inseguridad.

En las noticias producto de la transgenia informativa no hay información. Allí están los datos que las empresas deciden que los lectores de medios deben conocer sobre ellos. (Lo que décadas atrás se conocía como publinotas). Hoy las empresas solo cuentan la versión publicable de sus historias. Y lo hacen desde los propios multimedios de los que forman parte.

Las escuelas de periodismo hegemónico instauraron el sistema de redacción informativa basada en el método de las cinco W (que en realidad eran seis):

Who? (¿Quién?)

What? (¿Qué?)

Where? (¿Dónde?)

When? (¿Cuándo?)

Why? (¿Por qué?) 
How? (¿Cómo?)


Durante décadas no existía un redactor que no tuviera absolutamente claro que ningún material noticioso estaba completo si no respondía las cinco preguntas. El Por qué era  entendido como un Bonus Track valioso.

Hoy las noticias solo contestan las W que los poderes hegemónicos desean dar a conocer. Esas noticias tienen redactores especiales. Los Majulitos. Los RR.PP de la transgenia informativa.