Mostrando entradas con la etiqueta guante blanco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta guante blanco. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de enero de 2016

La construcción de la propiedad de los medios (el caso de Tiempo Argentino)


El primer diario Tiempo Argentino nace de una apropiación.

En 1982 lo funda Raúl Burzaco (el padre de Alejandro y Eugenio) comprándole al Estado argentino las máquinas offset y la última redacción del diario La Opinión que la dictadura le robó a Jacobo Timerman.

El 15 abril de 1977, cuando Jacobo Timerman es detenido ilegalmente por el Ramón Camps, La Opinión es intervenida. Queda en manos de un brigadier: Teófilo Goyret, y en 1980, tres años después el diario cierra. Entonces, la CONAREPA (Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial) se queda con las máquinas y el edificio de La Opinión.

Dos años después, en vísperas de la guerra de Malvinas, es cuando aparece en escena Raúl Burzaco para quedarse con todo. Tal era su coincidencia con la dictadura militar que al diario le pone Tiempo Argentino y a la editorial 2 de Abril.

En los comienzos del gobierno de Raúl Alfonsín, Burzaco vende Tiempo Argentino a los hermanos Cetrá, propietarios de Radio Rivadavia de Capital Federal. Los Cetrá compran el diario para Enrique Nosiglia. Por entonces, la Coordinadora radical buscaba un medio de comunicación. Y Tiempo Argentino les venía como anillo al dedo. Pero el diario no consigue enamorar a los lectores. Las ventas caen. Los trabajadores de prensa empiezan a tener problemas para cobrar por su trabajo. Tiempo Argentino es vaciado y cierra.

Ahí aparece, una vez más, Raúl Burzaco. Vuelve a comprar las mismas máquinas de La Opinión y Tiempo Argentino. Esta vez para editar El Cronista para la familia Eurnekian. De esa segunda compra surgiría lo que luego se conoce como el Grupo América: El Cronista, Radio América y Cablevisión. Ese armado mediático le permitiría a los Eurnekian hacer olvidar las deudas de la textil Puma en manos de la familia. Corrían los finales de la década del 80. Burzaco mudó la redacción de El Cronista y los estudios de Radio América del centro porteño al barrio de Palermo. El diario, la radio y la empresa de cable pasan a funcionar en el mismo edificio que la textil. El sistema multimedial panóptico como se conoce en la actualidad acababa de nacer.

Décadas más tarde, Sergio Szpolski compra la marca Tiempo Argentino para volver a editar un diario. El primer número sale el 10 de mayo de 2010. También compra Radio América. Tiene muy claro que nada mejor que un multimedios para sembrar olvido y hacer negocios. Ya nadie parece recordarlo como el vaciador del Banco Patricios, que había cerrado sus puertas en marzo del 98, y del diario universitario de distribución gratuita La U, en 2005.

Experto comprador de medios en dificultades, Sergio Szpolski ya había comprado años antes la revista Veintitrés. Precisamente, el grupo Szpolski es conocido como Grupo 23 porque el medio que lo inició fue esa revista.

Con varios meses impagos de sueldos y sin avisos publicitarios significativos, Sergio Szpolski pone en venta Tiempo Argentino, radio América e Infonews. 

Aparece como comprador M de Luxe, una empresa dedicada a la organización de recitales y eventos. Uno de sus propietarios, Mariano Martínez, tiene un proceso desde 2003 por librar cheques sin fondos por 10 millones de pesos.

Por lo que se puede ver, la saga continuará.

viernes, 15 de enero de 2016

Anses y vaciamiento

Luis Blaquier y Matías Tamburini. Ex Goldman Sachs y ex Deutsche Bank, al frente del Fondo de Garantías de Sustentabilidad del Anses.


-I-


Originalmente el sistema previsional funcionaba con el aporte de los trabajadores en actividad. Con la suma de todos esos aportes se pagaban los sueldos de los trabajadores jubilados.

Cuando en 2007 y 2008 la presidenta CFK reestatiza el sistema previsional argentino, la cantidad de trabajadores en actividad y sus aportes no eran suficientes para pagar los sueldos de los trabajadores jubilados.

Por eso constituyo un fondo jubilatorio integrado por los aportes de los trabajadores en actividad a los que se les sumaban las ganancias que el Estado obtenía como fruto de las distintas inversiones que realizaba el gobierno argentino en empresas privadas, públicas y de infraestructura para dinamizar la economía. 

-II-

Durante la última dictadura cívico-militar-eclesial argentina, su primer ministro de economía, José Alfredo Martínez de Hoz, abrió las importaciones destruyendo el aparato productivo nacional. En esa misma línea ideó un sistema financiero de valor monetario conocido como La Tablita. Esa coyuntura económica propició que muchos empresarios del país tomaran créditos en dólares afuera de la Argentina con la excusa de utilizarlos para modernizar el sistema productivo aunque esos créditos finalmente pasaban a engrosar las arcas de los empresarios que los pedían, enriqueciéndolos al tiempo que quebraban las industrias y crecía el desempleo. 

Así fue como a finales de la dictadura se generó un cuello de botella económico cuando llegó el momento en que esos empresarios que se enriquecieron pidiendo créditos y quebrando empresas tuvieron que empezar a hacerse cargo del pago del pago de los créditos.

Fue entonces cuando la dictadura estatiza toda la deuda externa privada. Quien se ocupó de diseñar esa operatoria fue el entonces encargado del Banco Central Argentino, Domingo Felipe Cavallo.

Cavallo estudió economía en los Estados Unidos, y fue uno de los economistas estrella de la Fundación Mediterránea.

La Fundación Mediterranea era generador de pensamiento y políticas económicas de la familia Pagani, los dueños de Arcor.

Domingo Felipe Cavallo estatiza la deuda externa privada generada por los empresarios argentinos y desaparece de la gestión pública hasta que adquiere una banca para diputado nacional por Córdoba entre las listas de quien sería solo un par de años más tarde presidente argentino: Carlos Saúl Menem.

Domingo Felipe Cavallo será primero canciller de Menem y luego ministro de economía durante años. Es por esos años de su gestión como ministro donde se produce el crecimiento exponencial de Arcor que pasa de ser una empresa dedicada a la fabricación de golosinas en Córdoba a ser una gigantesca multinacional de alimentos.

Es también por esos años de Cavallo como ministro de Menem donde los mismos grupos empresarios que se beneficiaron años antes con la estatización de sus deudas privadas, se benefician con la paridad un peso=un dólar ideada por Cavallo. Así capitalizan ganancias y fugan divisas por medio, entre otras cosas, de las privatizaciones y los cobros de tarifas en pesos. Cobran en pesos, transfieren esas mismas cifras a dólares y los sacan del país.

Cambia el presidente, asume Fernando De la Rúa, cambia la coalición de gobierno pero persiste la política económica a tal punto que De la Rúa convoca nuevamente a Domingo Cavallo que había dejado la función pública con Menem, para que sea ministro de economía otra vez. Para sostener la paridad uno a uno, Cavallo realiza el blindaje, el megacanje y finalmente el corralito. 

De la Rúa deja la presidencia antes de finalizar su mandato constitucional a fines de 2001, con Cavallo de ministro de economía, el país en llamas y más de 30 muertos entre el 19 y el 20 de diciembre.

Los mismos empresarios y los mismos bancos que se beneficiaron con la estatización de la deuda externa privada en la dictadura y fugaron divisas desde finales de 1983 seguían donde siempre. Haciendo negocios a costillas de un Estado que les generaba ganancias y les retaceaba controles. 

-III-



Ya no necesitarán privatizar el sistema previsional para descapitalizarlo y vaciarlo como ya hicieron en los 90. Será suficiente con cambiar las actuales empresas e inversiones en las que el Anses aporta capital, por otras de los propios grupos económicos hegemónicos. Para eso el actual gobierno nacional nombra a Luis Blaquier y Matías Tamburini, un ex Goldman Sachs y un ex Deutsche Bank, al frente del Fondo de Garantías de Sustentabilidad del Anses.

El actual sistema previsional no contará con el mismo caudal de aportes de los trabajadores en actividad, por varios motivos: 

Porque los salarios sufrieron una devaluación de alrededor del 50% desde la segunda quincena de diciembre de 2015. Porque en menos de un mes, fueron perdieron su empleo alrededor de 20 mil trabajadores. 

Y porque esos empresarios que a partir de 2007 comenzaron a realizar los aportes previsionales serán reacios a hacerlos en los tiempos que corren, donde la caída de las ventas se sentirá en la medida en que los trabajadores pierdan capacidad de compra y de ahorro por el deterioro de la economía.


Pero además, porque el sistema previsional se sostiene fundamentalmente por los intereses que el Estado percibe de las inversiones que realiza para movilizar la economía.


Si el Estado deja de controlar la actividad de las empresas en las que invierte y si las empresas en las que invierta pasan a ser las mismas que consiguieron la estatización de sus deudas, y entre 1983 y 2003 fugaron capitales a sus sedes en el exterior, el sistema previsional volverá al tobogán al que lo subieron a partir de septiembre de 1955 y del que no se bajó hasta finales de la primera década de este siglo.


Se viene un nuevo vaciamiento del sistema previsional.


sábado, 9 de enero de 2016

Jubilaciones, créditos y (des)control estatal


Juan Carlos Fabrega renunció a la presidencia del Banco Central de la República Argentina el 1º de octubre de 2014.

Dos días antes, Cristina Fernández de Kirchner, la  entonces Presidenta de la Nación, lo había acusado de favorecer los golpes de mercado desde el BCRA.

La maniobra consistió en filtrar información a los bancos Patagonia, Supervielle, Macro, Mariva e Itaú para que vendieran dólares cuando el resto de los bancos los compraba. La compraventa sucedió en la víspera de una circular del 2/9/2014 que obligaba a los bancos a reducir su tenencia en dólares del 30% al 20 % de sus encajes. 

Entre el 14 y el 16 de diciembre pasados, por lo menos 10 medios publicaron que Fabrega volvería a formar parte de la banca estatal integrando el staff de funcionarios del nuevo gobierno argentino a cargo de Mauricio Macri. Según el Diario Popular se haría cargo de las compañías del Grupo Banco Nación. Así manejaría una cartera de empresas que generan crédito y capitalización para y desde el Estado Nacional: Nación Seguros, Nación Leasing, Nación Retiros, Nación Servicios, Nación Bursatil, Nación Fideicomisos, Factoring, Nación Reaseguros y Pellegrini. Inclusive, Página/12 lo dio por confirmado y dijo que Fabrega sería vicepresidente del Banco Nación y coordinador de las empresas del  Grupo Banco Nación.



Sin embargo, al 4 de enero de 2016 Fabrega no aparece entre las autoridades que el Banco de la Nación Argentina publica en su página web. Tampoco aparece en ninguna de las empresas del Grupo Banco Nación.

¿Por qué?

-II-

Los aportes previsionales de los trabajadores en actividad pagaban los haberes de los trabajadores jubilados. Así fue desde el primer peronismo hasta comienzos de los años 90 a finales del siglo XX.

Aquel proyecto político generaba trabajo y ampliaba derechos laborales.  La gran mayoría de los laburantes trabajaba en relación de dependencia. Los empresarios debían hacerse cargo de los aportes de los trabajadores.

-III-

A partir de 1955 y a lo largo de décadas, los poderes hegemónicos fueron poniendo al frente de los gobiernos constitucionales y las dictaduras que los interrumpían gerentes idóneos para la defensa de sus intereses.

Durante todos esos años el sistema previsional se fue descapitalizando. Mientras el número de jubilados crecía constantemente, el número de trabajadores activos en blanco caía año a año. Muchos eran despedidos. Otros dejaban su actividad corridos por una construcción política que los perseguía por su filiación peronista. Muchos empleadores efectuaban los aportes con mora. Algunos inclusive sostenían frente a los trabajadores que realizaban aportes que en verdad no hacían.

Falta de aportes, aportes tardíos, caída en los niveles de ingresos, inflación y aumento del número de jubilados hicieron que los jubilados recibieran haberes paupérrimos y prestaciones deficientes por años y años.

-IV-

Así fue como esa coyuntura fue aprovechada en 1993 por el presidente Carlos Menem para privatizar de hecho el sistema previsional.

Ideó un sistema mixto en el cual los trabajadores podían elegir entre aportar al Estado o hacerlo administradoras privadas (AFJP) que prometían invertir el dinero que recibían para devolverlo cuando el trabajador se jubilaba dándole el capital aportado por años más los intereses generados a través de las inversiones realizadas por las AFJP. Las Administradoras privadas de jubilaciones y pensiones eran en los hechos apéndices de Bancos.

Como la administración estatal pagaba a los jubilados un haber mínimo y las administradoras privadas ofrecían el mínimo más intereses, el sistema mixto en los hechos se transformó en un sistema jubilatorio privado a cargo de emprendimientos satélites de la banca nacional e internacional.

Los trabajadores debían elegir el sistema al que decidían aportar. Si lo hacían por el privado el Estado debía cederle a las AFJP los aportes realizados por los laburantes hasta el momento de optar por el sistema de capitalización de haberes jubilatorios.

-V-

Así el Estado Nacional  le cedió a las administradoras privadas de jubilaciones y pensiones gran parte de los fondos del sistema previsional.

Las AFJP depositaban mes a mes los fondos de los trabajadores en distintas empresas que pertenecían a los mismos grupos económicos dueños a su vez de las administradoras de fondos jubilatorios. Es decir que todo quedaba en las mismas manos. Nunca hubo inversión. Los Bancos  por una ventanilla recibían los aportes de los trabajadores. Por otra ventanilla los tomaban como inversión. La ventanilla que recibía los aportes se quedaba con una parte en concepto de porcentaje por gastos de administración. La ventanilla que los tomaba como inversión recibía el restante del aporte. Y en su gran mayoría lo fugaba del país. A la hora de justificar la evasión, las empresas que debían hacer crecer el aporte jubilatoria sostenían que el período había sido desfavorable. “La inversión había dado pérdidas”. En casos el porcentaje por gastos de administración era superior al de los intereses devengados de la inversión de los aportes jubilatorios.

Cuando las AFJP entran al negocio previsional, en su gran mayoría quienes optaban por el sistema de capitalización privada eran personas que o recién ingresaban al mercado laboral o todavía tenían una cantidad de años hasta llegar a la edad jubilatoria. Es decir que las AFJP tuvieron muchos años de recaudación sin pagar jubilación alguna.

A los jubilados de 1993 y los años posteriores les daba igual estar en el sistema estatal o el privado de pago de jubilaciones ya que si optaban por el público cobraban el haber mínimo y si optaban por el privado también ya que la cercanía con el momento de jubilación no les permitía en los hechos ninguna capitalización efectiva ya que las AFJP tomaban sus aportes sin tiempo de invertirlos de ningún modo.

Con esa coyuntura a su favor las AFJP fabricaron una ingeniería financiera que les significó todo ganancia.

Las AFJP pudieron fugar capitales, por medio de las empresas en las que se suponía que invertían, por falta de controles estatales.

-VI-

En 2008, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reestatiza el sistema previsional argentino. Recupera, junto con los aportes jubilatorios de los trabajadores, las inversiones a ese momento de las AFJP en las empresas de sus grupos. Y agrega el control estatal, que estaba ausente desde 1993.

Desde entonces crecieron los haberes jubilatorios, crecieron los aportes y el Estado realizó nuevas inversiones a través del ANSES que permitieron recapitalizar el sistema previsional.

-VII-

Las empresas de capitalización y créditos en manos del Estado tienen como función agrandar el monetario en poder de los países. Con ese capital en su poder, el Estado acumula reservas, paga jubilaciones, subsidios, obra pública, paga deuda, etc.

Las empresas de inversión en manos del Estado cobran un porcentaje en concepto de administración o un seguro de cobro. La idea central es la capitalización del Estado. No el pago permanente con fondos propios de un gasto de privados.

-VIII- 
Cuatro de los presidentes de las empresas del Grupo Banco Nación declararon ante la AFIP que realizan "SERVICIOS DE ASESORAMIENTO, DIRECCIÓN Y GESTIÓN EMPRESARIAL REALIZADOS POR INTEGRANTES DE LOS ÓRGANOS DE ADMINISTRACIÓN Y/O FISCALIZACIÓN EN SOCIEDADES ANÓNIMAS": Juan Horacio Sarquis, Mariano Javier Ruiz, Alejandro Diego Nigro y Pablo Gustavo Santangelo.

Otros dos declaron que realizan servicios N.C.P. Es decir, un servicio "no clasificado precedentemente". Más claro, no figura en la lista y no lo puedo especificar. Ellos son: Juan Alejandro Bonina y Marcelo Pedro Blanco.

Sarquis es presidente de Nación Seguros y Nación Seguros de Retiro. Trabajo en el banco Galicia, uno de los cuatro bancos en los que en 2005 se concentraban los plazos fijos con CER ubicados como inversión por las AFJP.

Ruiz es presidente de Nación Reaseguros.

Alejandro Diego Nigro es presidente de Nación Servicios. Comenzó su carrera en el Citibank, luego fue gerente general del HSBC y después se dedicó al asesoramiento de banca de inversión. En marzo de 2015, el diario de The Wall Street Journal publicó una información según la cual, el Bank of America, el Citibank y las filiales estadounidenses del HSBC y del Deutsche Bank proporcionaron servicios financieros en nombre de la Banca Privada d’Andorra (BPA), acusada por el Departamento del Tesoro de estar involucrada en una trama de “lavado de dinero internacional”.

Precisamente,  Marcelo Pedro Blanco el presidente de Nación Fideicomisos trabajó para el Deutsche Bank como Chief Executive Officer.

Rómulo Zemborain es presidente de Nación Factoring. También es golfista. Fue presidente de la AAG (la Asociación Argentina de Golf). De sus conversaciones con integrantes de la Armada surge en 2001 el campo público de golf Villa Adelina. Por entonces la Marina puso los terrenos y la asociación presidida por Zemborain los administró.
  
Juan Alejandro Bonina es presidente de Nación Leasing. Pablo Gustavo Santangelo es presidente de Nación Bursátil. 

Gustavo José Stafforini es presidente de Fondos Pellegrini. En 2001 participó del equipo económico de Domingo Felipe Cavallo. A fin de ese año el gobierno de Fernando de la Rua, del que Cavallo formaba parte terminó con más de 30 homicidios en las calles de Argentina. En 1999, Stafforini fue
subinterventor económico y financiero del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.

Si los encargados de asesorar a las empresas sobre las inversiones son los mismos que se ocupan de otorgarles los créditos y los seguros para que las realicen estamos en problemas.

Vienen por nuevos vaciamientos.

PD: Juan Carlos Fábrega, que al comienzo de este posteo aparecía en las noticias como coordinador de las empresas del Grupo Banco Nación, finalmente será asesor de Carlos Melconian, el presidente del Banco Nación.