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lunes, 30 de enero de 2017

Fútbol para Menos

Cuando se discute sobre la finalización del contrato del Fútbol para Todos y la búsqueda de una nueva forma de emisión de los partidos del fútbol argentino, lo que se está discutiendo es el desempoderamiento de los trabajadores iniciado el 10 de diciembre de 2015.

La discusión real no es sobre nuevas formas de transmisión. Ni sobre adelantos tecnológicos. Ni sobre derechos de emisión. Ni sobre el precio del fútbol. Ni sobre la pauta de programación. Ni sobre la venta al exterior de los partidos del fútbol argentino.

La discusión real es sobre las formas del desempoderamiento de los trabajadores y de los clubes de las distintas divisiones de todo el fútbol argentino.

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Al Estado no le conviene deshacerse de la herramienta de comunicación que significa Fútbol para Todos.

El Estado tiene en el Fútbol para Todos una herramienta multiplicadora de recursos sin precedentes. La pauta publicitaria. 

Tan solo regirando la pauta televisiva del Estado y ubicándola en la tanda del entretiempo de los partidos de Fútbol Para Todos, se multiplican las partidas presupuestarias: con un mismo dinero se anuncia por televisión y se subvenciona la vida de los clubes de fútbol ligados a la AFA.

¿Por qué se correría del contrato sobre los derechos de transmisión?
 
A los clubes no les conviene que el Estado se retire como pagador del contrato por la televisación del fútbol.

Cuando el Estado es el encargado del pago de los derechos de la televisación de los torneos de la AFA, los clubes se garantizan el cobro de sus derechos. 

No hay forma de que el Estado no pague: es él mismo quien tiene a su cargo la emisión de moneda argentina.

¿Por qué los clubes correrían al Estado del contrato sobre los derechos de transmisión?
 
Ni los dueños de los canales deportivos ni a los dueños de los canales de aire les conviene convertir a las transmisiones de partidos de fútbol de AFA un espectáculo pago por cable.

Se puede comprobar fácilmente con solo realizar el siguiente ejercicio que lo confirma: 


Elija el lector un partido cualquier de una Copa del verano en Mar del Plata, Salta o Miami de enero de 2017

A todos los televisó Fox, una de las empresas interesadas en hacerse cargo de los derechos de televisación de lo que fueran las transmisiones de Fútbol para Todos hasta el año pasado.

Según las mediciones de Sifema, que mide el cable por rango horario, ningun de esos partidos superó los tres puntos de rating.

Y esos tres puntos fueron obtenidos con un público que accedió al cable. No cuesta imaginar que si los televidentes debieran agregar un costo extra (pay per view) al pago de la cuota por el uso del cable, los puntos de rating serían menos aún.

En un sistema pago de televisión, el cobro del derecho televisivo por parte de los clubes va de la mano del cobro del servicio a sus abonados por parte de los canales que compran el derecho de emisión. Dicho de otro modo: para que los clubes que venden los derechos de transmisión cobren, primero es necesario que el comprador de los derechos les cobre a los televidentes que van a ver los partidos.

Cualquier pauta publicitaria se valoriza en la medida en que sucede alguna de estas dos cosas: O crecen los niveles de audiencia; o crece el nivel del poder adquisitivo del televidente. Ninguna de esas dos cosas suceden actualmente en la televisión, ni en la abierta ni por cable.


La efectividad de la pauta debe estar en relación con el nivel de consumo del televidente. En el marco de una economía en recesión desde hace más de un año eso no aparece como una apuesta interesante, rentable ni efectiva.



¿Cómo se explica que el Estado participe de las gestiones por la compra de los derechos que está interesado en abandonar
Es como si un inquilino que rescinde el contrato de alquiler   de una propiedad participara de una reunión para elegir al nuevo inquilino. Y, además, lo hiciera como condición para abonar los alquileres impagos.

Finalmente: no es verdad que se busque un torneo de menos equipos para hacerlo más vendible en el país y en el exterior. 

Lo que quieren hacer es un torneo de menos equipos para que cobren un porcentaje mayor los que partipen.

Desmantelan el Fútbol para Todos porque quieren menos trabajadores ejerciendo el derecho al esparcimiento. Y menos clubes con posibilidades de inclusión.

Eso es el nuevoviejo proyecto de televisación privada de partidos de la AFA. 

Menos televisión inclusiva. Fútbol para Menos.

domingo, 10 de abril de 2016

Acomodando cadáveres

¿Por qué los medios instalaron que a Alberto Nisman lo mataron y Martín Blaquier se suicidó?

Hugo Alconada, operador periodístico de La Nación, dijo que ellos tenían la información del informe Panamá Papers desde hace meses. Y contó que se lo informó al presidente argentino, Mauricio Macri, hace un par de días.



¿Es descabellado suponer que todos lo sabían desde el principio? ¿Es descabellado pensar que Blaquier también lo sabía desde mucho antes y que sabía que se iba a publicar y se suicidó? ¿O lo mataron?


Perfil del 21 de febrero pasado cubre el entierro de Blaquier desde el costado policial de la muerte. Y hace referencia a las multiples propiedades del empresario. La revista Caras del 23 de febrero, dos días después, lo muestra contado desde quienes asistieron al entierro. Las fotos que publica Perfil del entierro de Martin Blaquier no muestran entre los asistentes ni consternación ni pesadumbre ni congoja. De hecho se ve en una de ellas, a Mauricio Macri, Juliana Awada y al sacerdote que da el responso riendose tentados. Las fotos están más cerca de mostrar un casamiento al aire libre que el entierro dolido de despedida por una muerte violenta y subita.








 

¿Por qué los medios instalaron que a Nisman lo mataron y Martín Blaquier se suicidó?

La comunicación corporativa instala la construcción de sentido hegemónica. Por un lado promociona lo que los poderes hegemónicos están interesados en dar a conocer. Y por otro silencia aquello que esos mismos poderes deciden ocultar al conocimiento público.

Así los medios hegemónicos solo dan a conocer dos tipos de información: La que ellos necesitan que el lector de medios conozca porque su difusión los beneficia y la que descontextualizan para que no pueda armar el rompecabezas donde una información encaja con otras que le otorgan sentido lógico. Promocionan o silencian como parte de una misma construcción comunicacional.

Con la información que los medios le proporcionan a sus lectores pudo suceder cualquiera de todas estas posibilidades:

Que a Alberto Nisman lo hayan asesinado 
y a Martín Blaquier también.

Que a Alberto Nisman lo hayan asesinado 
y Martín Blaquier se haya suicidado.

Que Alberto Nisman se haya suicidado 
y Martín Blaquier haya sido asesinado.

Que Alberto Nisman se haya suicidado 
y Martín Blaquier también.  

¿Por qué los medios eligen una sola de todas esas posibilidades y descartan de plano cualquiera de las restantes?

La muerte de Nisman y la posterior instalación mediática que afirma que no se suicidó sino que lo asesinaron fue una más de las tantas operaciones que integran los actuales procesos destituyentes en Suramérica, que comenzaron en 2005 cuando quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al ALCA como política para el continente sur.

Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia. 


Esa operación aún continúa. Como en un policial típico, los medios acomodaron el cuerpo de Nisman donde necesitaban ponerlo para mostrarlo como un crimen. 

La muerte en términos similares de Martín Blaquier no hace otra cosa que poner en duda la verosimilitud de la operación destituyente. Y tal vez por eso los medios la muestran como un suicidio indubitable.

viernes, 18 de marzo de 2016

Nisman y Blaquier, el enfoque de los medios

Dos hombres aparecen muertos. Según publican en los medios uno se suicidó y al otro lo mataron.

Uno aparece muerto de un tiro con un revólver adentro de del baño sin ventana en su piso de Puerto Madero. El otro aparece muerto de un disparo de escopeta adentro de la habitación de un hotel 5 estrellas en Pilar. A los dos los encuentran horas después.


¿Cuál de los dos se suicidó y cuál fue asesinado?

Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su domicilio el 18 de enero de 2015. Era fiscal de la causa AMIA. 

Martín Blaquier apareció muerto en una habitación del hotel Sheraton Pilar el 19 de febrero de 2016.  Era sobrino del dueño del Ingenio Ledesma, el millonario número 15 de la lista de ricos argentinos de la revista Forbes.
Según los medios hegemónicos a Nisman lo mataron. Según esos mismos medios, Blaquier se suicidó.

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La tapa Clarín del día en el que aparece muerto Alberto Nisman
La tapa de Clarín el día en el que aparece muerto Martín Blaquier. 
La noticia no está la en tapa

 La tapa de La Nación el día en el que aparece muerto Alberto Nisman

La tapa de La Nación el día en el que aparece muerto Martín Blaquier. 
La noticia no está la en tapa


La muerte de Martín Blaquier confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen. Por eso los medios la silencian. 

¿Y por qué confronta la construcción hegemónica de la muerte de Nisman como un crimen? 

Porque si nos mostraran ambos casos sin las referencias propias de un hecho noticioso, sin el anclaje de los nombre propios, ni las direcciones, ni nada, nos resultaría muy difícil determinar cuál caso es el de Nisman y cuál el de Blaquier.  

Nisman es presentado por los medios desde días antes de su muerte como una persona en riesgo. Blaquier no aparece, previamente, en los medios pese a que los avisos fúnebres despidiéndolo en el diario La Nación suman 150 solo contando el día en el que se publica la noticia de su muerte.

Nisman aparece muerto en un baño con el cuerpo apoyado contra la puerta. Blaquier en una habitación. Nisman no llama a nadie pero los medios se preguntan con quien habló. Un pariente de Blaquier aparece por el hotel preguntando por él porque dice que le mandó un mensaje. Nadie se pregunta por ese pariente. De Nisman se preguntan quien le dio el arma. De Blaquier nadie se pregunta de quien era la escopeta. De Nisman generan sospechas sobre por qué nadie encargado de su seguridad fue a ver que le pasaba. De Blaquier nadie se pregunta por qué nadie escuchó nada. Las noticias sobre Nisman aparecen hasta estos días. Sobre Blaquier no salió ninguna noticia más.   

¿Por qué?

La muerte de Alberto Nisman y la posterior instalación mediática que afirma que no se suicidó sino que lo asesinaron fue una más de las tantas operaciones que integran los actuales procesos destituyentes en Suramérica, que comenzaron en 2005 cuando quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al ALCA como política para el continente sur.

Esa operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner que tuvo y tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.

Nada indica en un primero momento que existan diferencias entre las muertes de Martín Blaquier y Alberto Nisman. Sin embargo, la muerte de Martín Blaquier aparece en Policiales y la muerte de Alberto Nisman aparece en Política. ¿Por qué?


 Según la búsqueda en google, La Nación pone las noticias de Alberto Nisman en Política.


 Según la búsqueda en google, La Nación pone las noticias de Martín Blaquier en Sociedad

La función de las secciones en los medios es ordenar la lógica de la mirada de los lectores.

Así: una noticia sobre un presidente aparecerá en Política, una sobre la instalación de una industria en Economía, el resultado de un partido de fútbol en Deportes, la entrega de los premios Oscar en Especculos, una nueva forma de relación entre personas en Sociedad y una muerte violenta de causa desconocida en Policiales. 

Publicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Política en lugar de publicarla en policiales permite instalar la idea de mano oscura que mata. Y permite que los editorialistas del medio estructuren sentido montados en un hecho habitualmente policial. Por el contrario, ubicar una muerte (de la que en principio se desconocen las causas) en Policiales permite instalarla en el marco de una discusión forense y restringir sus implicancias. 

Matar la información o fabricar un zombie. De eso se trata. 

sábado, 19 de abril de 2014

El rating como falso parte de guerra

-I-

Cuando los grupos que arman las reglas se quejan de las reglas hay algo que no está en su lugar.
Es el instante previo a que el prestidigitador nos engañe con un truco.
Cambian el centro de interés para que no prestemos atención a lo que nos están por hacer.

-II-

El 19 de marzo de 2014, Adrian Suar, el gerente general de canal 13, habla con Dady Brieva para el programa Dadyman que se escucha por AM 1190, Radio América. Conversan sobre las mediciones de audiencia. Y le dice: "Los números están un poquito bajos. Yo creo que algunas dificultades está teniendo Ibope. Seguramente imagino que lo va a corregir. Es muy raro que los números de la noche, con este mismo programa seguramente en otra oportunidad hubiera hecho 18 puntos. Me llama la atención tan bajo la noche para todos. No hablo de El Trece, hablo de Telefe, El Trece...".

 Ese mismo día, un rato más tarde, por medio de su cuenta de Twiter, Marcelo Hugo Tinelli (vicepresidente con licencia de San Lorenzo de Almagro, dueño de la productora multimedial Ideas del Sur, conductor de Bailando por un sueño que se emitirá por Canal 13, abortado empresario a cargo de las transmisiones de Fútbol para Todos) dice: "Que raros que están los ratings!!! Estuve viendo coincidentales y hay diferencias que asombran".

Dos semanas después, el 4 de abril , Emanuel Respighi publica en Página/12 un texto que da cuenta de conversaciones entre "quienes toman decisiones en la tele abierta" y la empresa alemana GFK, la compañía más grande de Alemania dedicada a mediciones de mercado buscando acuerdos para que esa empresa compita con Ibope en las mediciones de rating en Argentina. 

Y el 15 de abril se conocen las nominaciones para los premios Martín Fierro 2014.

-III-

Nadie nace de un repollo. Todos tenemos un pasado. 
Los medios y las medidoras de rating también. Cuando Carlos Menem asume la presidencia de Argentina el 8 de julio de 1989 puso en práctica un plan. El de los dueños del poder.


(En http://tallerderadioenelaire.blogspot.com.ar/2009/08/mapa-de-medios-en-argentina.html )

Así en agosto de ese mismo año sanciona la ley 23.696 de privatizaciones con el título de
"Emergencia Administrativa. Privatizaciones y Participación del Capital Privado. Programa de Propiedad Participada. Protección del Trabajador. Contrataciones de Emergencia. Contrataciones Vigentes. Situación de Emergencia en las Obligaciones Exigibles. Concesiones. Plan de Emergencia del Empleo". 
El art 65 de la ley decía:

"RADIODIFUSION. Modificase la ley 22.285 de la siguiente forma:
 a)Derogase el inciso c) del articulo 43.
b) Sustituyese el inciso
e) del articulo 45 por el siguiente:
"No tener vinculación jurídica societaria u otras formas de sujeción con empresas periodísticas o de radiodifusión extranjeras".
c) Deroganse los incisos a) y c) del articulo 46.
Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a adoptar las medidas necesarias, hasta el dictado de una nueva Ley de Radiodifusión, para regular el funcionamiento de aquellos medios que no se encuentren encuadrados en las disposiciones vigentes hasta el momento de la sanción de esta ley de emergencia".

 O sea: acomodaron el decreto ley de la dictadura para que la ley de privatizaciones incluyese a los compradores elegidos de antemano para que se pudieran presentar a comprar los medios estatales con los que iban a quedarse.
El 22 de diciembre de ese mismo 1989 entrega el canal 13 y el canal 11 a quienes serían sus nuevos dueños: El grupo Clarín y el grupo Editorial Atlántida, respectivamente.

  Ibope surge como una medidora impuesta por los nuevos dueños de los medios privatizados al calor del menemismo.
Y arman la empresa para venderle público a los anunciantes. Y determinan el universo de consulta para que los resultados resulten de acuerdo a las expectativas de esos mismos que contratan el servicio.

Al momento en que los grupos Clarín y  Atlántida quedan al frente de Canal 13 y Telefé existían dos empresas que medían el rating: 'IPSA Nielsen' y 'Mercados y Tendencias'. 

Por entonces Ibope funcionaba como medidora de tendencias. Había iniciado sus actividades en Argentina en 1992. En 1999 compra a IPSA y a Mercados y Tendencias. Un año antes había formado el Monitor de Medios Publicitarios como producto de la adquisición de Auditores Publicitarios Nielsen y Fuentes & Cía. 
Así en seis años Ibope se transformó en el monopolio de medición de tendencias que es hasta hoy. 

(En http://www.ibope.com.ar/ibope/wp/historia)

-IV-

Antaño las mediciones de rating eran esenciales para los programadores de TV porque esos números eran la justificación o no para que los anunciantes pusieran sus avisos en tal o cual programa. Y de esos ingresos salían los superavits o los déficits de los canales.

Hoy eso no sucede.
Porque muchos programas son subsidiados por otros.
Porque hay programas en los que los anunciantes ponen dinero aún cuando los números indican la inconveniencia de hacerlo.
Porque muchos anunciantes son parte accionista de los mismos canales en los que aparecen sus avisos.
Porque muchos programas se producen para ser vendidos a otros mercados distintos de aquellos en los que se realizan.

¿Y entonces?

-V-

Hoy los números de rating fungen de partes de guerra en el campo de batalla de dos formas de entender la comunicación.
 De proyectos de comunicación contrapuestos.
Una que revindica un decreto ley de la  dictadura del '76 y piensa la comunicación como propiedad de un grupo de medios concentrados y un mensaje único. 
Y otra que se piensa desde múltiples voces y sostiene una ley votada por un parlamento democrático y llevada al debate con años de lucha de organizaciones comunitarias. Una que piensa el fútbol como un servicio prepago. 
Y otra que sostiene el Fútbol para Todos.  
Los números del rating son hoy el instrumento de legitimación de un proyecto sobre otro.
Así:
Mostrar que uno gana en los números del rating es mostrar que el que gana es el proyecto de comunicación propio.
Cuando la muestra -universo- de consulta no opina como desea el statu quo, lo que este último busca es cambiar el universo.
Eso es lo que Suar y Tinelli le reclaman a Ibope. Que cambie el actual universo por otro que los avale.

-VI-

Las nominaciones para los Martín Fierro 2014 son una clara demostración de que los verdaderos números del rating son otros, distintos de los que pretenden Suar, Tinelli, Ibope y los dueños de los medios hegemónicos en la Argentina.

El hecho de que APTRA haya nominado como nunca antes producciones de la Televisión Pública argentina es una aceptación tácita de la popularidad de su programación.

Y las propias contradicciones en distintos rubros que premian categorías relacionadas (noticiero, conductor/a de noticiero, columnista de noticiero) muestran, una vez más, el tironeo en APTRA entre la realidad y los dueños de las pantallas.
(¿Cómo es posible sostener que un noticiero -Visión 7- tenga dos columnistas nominadas para premiación y el propio noticiero no este en la terma de mejor programa noticioso?)



Tres semanas antes del comienzo del programa Periodismo para Todos, de Jorge Lanata por canal 13 y un poco más para el comienzo del programa de Marcelo Tinelli por el mismo canal (a casi 90 días de haberse quedado afuera de la posibilidad de manejar el Fútbol para Todos) lo que Suar y Tinelli le están reclamando a Ibope es que legitme con números su disputa por el sentido de los contenidos en la televisión argentina.