Es la misma película. Pero
nos la muestran como fotos separadas. Todo el tiempo hacen lo mismo. Las quejas
por el precio del dólar, el revalúo rural bonaerense y los cacerolazos Essen
son parte de lo mismo. No fotos separadas. Son la película de otro país.
Baten el parche con la
defensa de la seguridad jurídica. Reclaman un Estado que se haga cargo. Sucede.
Y se quejan.
En el fondo lo que buscan
es que no se devele la parte sumergida del iceberg.
Lo que les molesta de “las
restricciones” del gobierno nacional a la venta de dólares no es que puedan
comprar o no billetes verdes. Es que con el sistema de “restricciones” no
pueden seguir teniendo un crecimiento patrimonial en las sombras.
Cuando un gobierno
controla seriamente el mercado legal de divisas, ya no se puede comprar en la
casa de cambio y vender en el mercado ilegal o viceversa. Se rompe la cadena de
la bicicleta (Si Ud. tiene menos de 30 años consulte con el abuelito. Él le va
a saber explicar. Si no busque en internet: arbolito+Martínez de Hoz+tablita.
Tal vez no aparezca nada).
Le dicen Blue por no
decirle Black. Blue es cielo relajado. Black es la verdad.
Atrás de un Estado tonto
se pueden esconder una casa subvaluada, un auto con exenciones, los viajes a
Disney, una casa con tres plasmas y cinco computadoras…
Cuando el Gobierno
Nacional le dice a las agencias de turismo que tienen que hacer constar los
datos de las personas que viajan –para las que compran dólares- lo que les está
diciendo es: si viajas va a tener que quedar en blanco que tenés poder adquisitivo
para hacerlo.
Cuando dice “para cambiar
dólares en una casa de cambio vas a necesitar el OK de la AFIP” quiere decir “si
declarás que tenés 25 pesos de patrimonio, no vas a poder comprar 5 mil dólares”.
El dólar negro es un
blackberry, la bola que te ata del tobillo a todas las cosas de las que sos
esclavo.
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