jueves, 25 de diciembre de 2014

Las maquinarias de lo efímero


(Publicado en el ¿diario? La Nación del 15/9/2014 pág. 3)


-I- 

Regus ofrece servicios de alquiler de oficinas y empleados de forma temporaria a empresarios que no desean utilizar ni sus oficinas ni sus empleados para realizar determinadas operaciones. 

Regus nace en 1989 "cuando el empresario Mark Dixon se detuvo en Bruselas, Bélgica y se dió cuenta de cuántas personas tenían que trabajar en hoteles y cafés por falta de un ambiente más profesional". 

Regus hoy cuenta con lo que ellos mismos denominan 2.000 ubicaciones en 750 ciudades en 100 países.

-II-

Iron Mountain ofrece servicios integrales de gestión de archivos, protección de datos y destrucción de información.

Iron Mountain nace en Nueva York en 1951. Su fundador es el empresario Herman Knaust. Su primer cliente es el East River Savings Bank.

Iron Mountain cuenta en su web que "empresas de las principales industrias y de todos los tamaños, que incluyen al 97% de las compañías listadas en el Ranking Fortune 1000, confían en Iron Mountain como su socio estratégico".

-III-

Una actividad ilegal, que crece desde la economía en negro y permanece en negro, utiliza para invisibilizarse una pantalla.

Desde mediados de los 70 y hasta nuestros días, los negocios de compra-venta de moneda en negro suelen tener en el frente arbolitos que vocean el cambio, negocios de ropa para bebés, pagos fácil, rapipagos, venta de numismática, cooperativas de crédito, envíos internacionales de correo, etc. 

Una actividad ilegal que crece desde la economía en negro, pero cuyos empresarios necesitan que sus dividendos pasen a formar parte de la economía formal, utiliza el lavado de divisas.

La década del '90 fue paradigma de una economía encogida en la cual, al mismo tiempo que las fábricas cerraban, construcciones inmobiliarias imponentes -de las cuales nunca se terminaba de conocer los fondos que las solventaban- ganaban espacio por todas partes. 


Al calor de la última dictadura militar argentina (con Eduardo Massera, José Alfredo Martínez de Hoz, Ramón Camps, Guillermo Suárez Maison y otros de sus integrantes como mentores)  surgió una economía de lo ilegal sobre la que no se presta suficiente atención: una actividad económica que surge en el espacio de la economía formal, pero que necesita pasar por un espacio indefinido, efímero y negro para cambiar de dueños, o esconder y licuar dividendos, y volver a formar parte de la economía formal para seguir generando ganancias para sus nuevos dueños.

Para surgir, esa economía ilegal necesitó de escribanos, contadores, abogados, testaferros y un Estado que apañó todas esas operaciones delictivas. Los casos de Papel Prensa, el Banco Latinoamericano, la Ítalo, la textil de la familia Gutheim, las Chacras de Coria y la apropiación de las pertenencias y los inmuebles de desaparecidos son ejemplo de ello.

-IV-


Empresas como Regus e Iron Mountain sirven a la maquinaria de una nueva estructura de operatorias en negro. Una economía en aerial 3D. Global y virtual.

Regus es el 'no lugar'. Una suerte de embajada.

Supongamos que los directivos de una empresa argentina (o radicada en argentina, o con sede en Argentina) cometen un delito. Los fiscales y los jueces buscan en sus directorios. En la Inspección de Justicia. Investigan sobre el lugar donde está radicada la empresa. Citan a declarar a los damnificados. Citan a declarar a los empleados de la empresa. Peritan computadoras. Peritan locaciones. Cuentan con un corpus físico al cual recurrir.

Ahora supongamos que un grupo de empresarios le rentan una oficina vía web a Regus. Regus es una empresa radicada en Texas. Se rige por la legislación de Texas. Supongamos que los contratos que firman los empresarios con Regus son de cumplimiento en Texas. Regus aporta para el funcionamiento virtual de la empresa que contrata el uso de sus oficinas, mobiliario, computadores, recepcionistas, empleados, profesionales abogados, contadores, programadores de software. Supongamos que el grupo empresario comete un delito. ¿Todos esos insumos, todo ese personal bajo que legislación se rigen? ¿son empleados de Regus o son empleados de los empresarios? ¿Si tienen que declarar ante jueces y fiscales lo harán como integrantes de la plantilla del grupo empresario?

Empresas como Regus forman parte de la economía en negro virtual y global. Economía en Aerial 3D.

Y por si esa economía genera algún tipo de papelería minimamente necesaria existen empresas como Iron Mountain. Iron Mountain es el 'no documento archivado'.

Economía en negro premium.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Civiles y militares

-Abril de 1985-

"Los diarios del 30 de Mayo publicaron ese juicio de Arguindegui, junto con las opiniones vertidas por el jefe del Regimiento de Infantería Aerotransportada 17 de Catamarca, coronel Adolfo Patricio Etcheum. El oficial honró a quienes combatieron en los montes tucumanos al enemigo marxista y ateo que pretendió cambiar la bandera azul y blanca por un trapo rojo y anunció que el Ejército estaba alistado para detener cualquier agresión interna y externa.
 

A medida que transcurrían los meses sin que el Consejo Supremo avanzara en las investigaciones ordenadas por el decreto presidencial 158 la credibilidad del gobierno mermaba. Borrás llegó a gestionar ante un amigo, estrechamente vinculado con la UCR, quien había cumplido importantes funciones políticas en los regímenes de Lanusse y Videla, una solicitud para que el ex dictador se alejara un tiempo del país. El emisario se negó a portar ese mensaje.
 

A fines de junio se produjeron en Córdoba dos episodios que desencadenaron la primera crisis castrense desde la instauración del nuevo gobierno. El 25 de junio un grupo de oficiales respaldados por el Comandante del Cuerpo III, general Pedro Pablo Mansilla, se amotinaron para pedirle al juez federal Julio Miguel Rodriguez Villafañe que se dejara de importunar a sus camaradas en actividad, los capitanes Gustavo Adolfo Alsina y Enrique Mones Ruiz, contra quienes había dictado la prisión preventiva por homicidios alevosos. Rodriguez Villafañe no fue insensible a la rogatoria. Se declaró incompetente y remitió el expediente al Consejo Supremo, que dispuso la libertad de Mones Ruiz y Alsina como ya había hecho antes con Bignone.

En agosto el Consejo puso también en su lugar a otro juez federal de Córdoba, Gustavo Becerra Ferrer, quien había ordenado el procesamiento y la detención del mayor Ernesto Guillermo Barreiro, de los capitanes (R) Héctor Pedro Vergez y Jorge Ezequiel Acosta, del agente civil de inteligencia José Arnoldo Chuby López y del suboficial Luis Manzanelli, por los tormentos y el homicidio contra la detenida María Luz Mujica de Ruartes, un caso investigado por la pertinaz y diminuta abogada del Servicio de Paz y Justicia María Elba Martínez. El ministro Borrás viajó a Córdoba y conversó con el juez. Becerra Ferrer se declaró incompetente, y el Consejo Supremo les restituyó la libertad ambulatoria. Volvería a actuar así cada vez que fuera necesario.

Mones Ruiz y Alsina nunca llegaron a estar detenidos, Barreiro sí, el procedimiento nunca trascendió, consistió en capturarlo mientras dormía en su destino del Cuerpo 5. Participó de la sorpresiva operación el secretario de defensa Horacio Jaunarena. Su nombre volvería a las primeras planas casi tres años después".



-Febrero de 1987-

"La misma tarde en que los marinos recibían trato de ciudadanos por la Justicia y mientras Rios Ereñú conferenciaba con los mandos en el Estado Mayor, 70 oficiales en actividad manifestaron bajo un chaparrón de verano en la esquina del barrio militar de Baez y Matienzo en solidaridad con el capitán Enrique Mones Ruiz, citado por la Cámara Federal de Córdoba. Algunos vestían su uniforme. Se quejaron de la conducción militar durante la dictadura y de la actual, de los bajos salarios y del golpismo.
 

El laberinto jurídico creado por la Cámara de Córdoba al entender por separado en dos causas en las que se trataban los mismos casos y se perseguía a los mismos procesados, mostró una nueva bifurcación, cuando el defensor del capitán Gustavo Adolfo Alsina presentó un pedido de inhibitoria, en la causa Conadep-La Perla, por entender que la competencia correspondía al Consejo Supremo, que ya la había reclamado. La indagatoria fue suspendida, igual que la de Mones Ruiz, en un galimatías jurídico que poco después fue refutado por la Corte Suprema.

Pero antes de ello Alsina y Mones Ruiz habían ocupado la atención de Rios Ereñú y del ministro de Defensa Horacio Jaunarena durante más de una semana. Alsina estaba procesado por los tormentos seguidos de muerte del médico José René Mokarzel, estaqueado en el patio del penal con cinco grados bajo cero el 14 de julio de 1976, en castigo por haber recibido un paquete de sal de otro recluso. Según la denuncia de testigos, durante doce horas fue golpeado y se le arrojaron baldes de agua sobre el cuerpo desnudo.

Mones Ruiz debía responder por el homicidio de Raúl Augusto Bauduco, el 5 de julio de 1976, representativo del modo arbitrario y discrecional en que se disponía de la vida de un ser humano. Durante una requisa Bauduco fue golpeado con bastones de goma y obligado a permanecer con los brazos contra la pared. Al cabo de dos horas no pudo sostener la posición.

- Levantalos o te mato, le gritó el cabo Miguel Ángel Pérez.
- No puedo señor, respondió Bauduco.
 

Pérez solicitó autorización. Mones Ruiz la concedió. El suboficial disparó a quemarropa a la cabeza del preso. 'Quiso arrebatarle el arma' informó luego Mones Ruiz.
 

Dada la gravedad de los hechos la inquietud de Mones Ruiz y Alsina era comprensible. La prensa, que se hizo eco de ella, no ofreció todos los detalles de la situación.
 

Todos los diarios de Buenos Aires reprodujeron fragmentos de la declaración entregada en la agencia Diarios y Noticias por oficiales del Ejército en apoyo de sus camaradas Alsina y Mones Ruiz, a los que 'se pretende sacrificar a una justicia mal entendida'. Añadieron que estaban decididos a defenderlos 'hasta la entrega de nuestra propia vida'.

Lo más interesante de la proclama es que su ataque no se dirigía primordialmente al poder político, en cuya consolidación decían estar interesados, sino contra Ríos Ereñú y los altos mandos del Ejército. 'La actual cúpula militar formaba parte de las Fuerzas Armadas durante la guerra contra la subversión, ocupando puestos de significativa trascendencia', afirmaron. 'La legalidad que en ese momento no exigieron a las sucesivas juntas militares pretenden ahora imponérsela a subalternos que se limitaron expresamente a cumplir órdenes sin rehuir jamás el combate frente al enemigo de la Nación'.
 

Los solidarios con Alsina y Mones Ruiz que vestidos de uniforme llevaron la proclama a la agencia  Diario y Noticias fueron los propios Alsina y Mones Ruiz. El tercer hombre que los acompañó en la arriesgada misión no fue el suboficial Pérez, sin el mayor Ernesto Guillermo Barreiro, que tenía en el tema un interés tan ostensible como ellos: estaba procesado desde hacía dos años por decisión del juez federal Gustavo Becerra Ferrer por delitos atroces cometidos contra presos de La Perla, y como pronto se vería dispuesto a todo para no tener que explicar su comportamiento como jefe de interrogadores del Destacamento de Inteligencia 141 entre 1976 y 1979".

-Abril de 1987-

"Cuando subió al avión que lo condujo de regreso al Vaticano, terminó una tregua de una semana. Ya había cuatro oficiales del Ejército en actividad con prisión preventiva rigurosa, decretada por la Cámaras Federales de Capital, Mendoza y Córdoba, cuando el miércoles 15 la última de ellas citó a prestar declaración indagatoria al mayor Barreiro.

El ex jefe de interrogadores del campo de concentración del Cuerpo del Ejército III se refugió en el Regimiento de Infantería Aerotransportada 14 y anunció que no concurriría. El jefe del Regimienot, teniente coronel Luis Polo se negó a detenerlo. El Comandante del Cuerpo, general Antonio Fichera, dió la orden de apresarlo a otras unidades de la guarnición y aunque nadie contestó que la desobedecería, nadie tampoco la cumplió. Fichera comunicó entonces que el Cuerpo acataba a las autoridades y los mandos del Ejército, salvo si se les encomendaba atacar el RI 14, para no fracturar la cohesión de la fuerza.

Así comenzó la rebelión de Semana Santa. En Buenos Aires, la Escuela de Infantería había sido tomada por el teniente coronel Aldo Rico, un comando que llegó hasta allí luego de abandonar su destino en el Regimiento de Infantería 18 de Misiones, en la frontera con Brasil. Jefe de la Compañía de Comandos 602 que combatió en Malvinas, donde fue condecorado, varias veces sancionado durante su carrera por actos de indisciplina, trato irrespetuoso con los superiores y dificultades de integración, Rico demandó desde allí la remoción de Ríos Ereñú y lo que llamó una solución política para los oficiales de la guerra sucia. Dos semanas antes  Rico  había discutido con Barreiro en un pizzería del Barrio Norte los pormenores de la sublevación".


(En "Civiles y Militares, memoria secreta de la transición", Horacio Verbitsky, Editorial Contrapunto, 1987, págs 90/344/345/360.)


jueves, 4 de diciembre de 2014

De Lagunas del Sol al penal de Ezeiza

Por Diego Martínez *

El coronel Aldo Mario Alvarez estuvo prófugo siete años y medio. La Policía de Seguridad Aeroportuaria lo detuvo mientras intentaba escapar de una casa de Laguna del Sol, un barrio cerrado en Los Troncos del Talar. Integró la plana mayor del V Cuerpo en los primeros años de la dictadura.
Alvarez detenido por la PSA, 2 de diciembre de 2014. Foto Infobae.

El coronel retirado Aldo Mario Alvarez, ex jefe de Inteligencia del Cuerpo V de Ejército, prófugo durante siete años y medio, fue detenido el martes por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) mientras intentaba escapar de su refugio en Laguna del Sol, un barrio cerrado en Los Troncos del Talar, al norte del Gran Buenos Aires. El traslado frustrado de uno de los principales responsables de la represión ilegal en Bahía Blanca, que había huido a tiempo ante operativos similares en 2011 y 2013, tenía lugar semanas después de que su ex esposa y una amiga de su hija fueran indagadas por el posible delito de encubrimiento. El ex militar de 88 años fue trasladado al hospital del penal de Ezeiza y en los próximos días deberá prestar declaración indagatoria por secuestros, torturas y homicidios cometidos desde antes del golpe de Estado hasta fines de 1977.

Alvarez en La Nueva Provincia, diciembre de 1974

Egresado del Colegio Militar como oficial de informaciones, Alvarez fue jefe del departamento Actividades Psicológicas de Ejército durante la dictadura de Juan Carlos Onganía. Pasó por la SIDE y llegó a Bahía Blanca en 1974 como jefe del Departamento II Inteligencia. Junto con el general Juan Manuel Bayón, jefe de operaciones, y el coronel Hugo Fantoni, de personal, ambos condenados, Alvarez integró la plana mayor del Cuerpo V en los primeros años de la dictadura. Sólo rendía cuentas al comandante, general Osvaldo Azpitarte, y a los segundos, Adel Vilas en 1976 y Abel Catuzzi en 1977, que murieron impunes. De Inteligencia dependía la estructura encargada de juntar información, infiltrarse en todos los ámbitos de la sociedad civil, interrogar a secuestrados y montar operaciones de acción psicológica para encubrir desapariciones y manipular a la opinión pública con la colaboración del diario La Nueva Provincia.

Alvarez en el Juicio por la Verdad, año 2000.

Citado a indagatoria en 1987, Alvarez dijo que “la información que se producía en los LRD (lugar de reunión de detenidos, nombre técnico de los centros clandestinos) nunca llegó a mi departamento porque no era de mi interés ni hacía a mi función”. Afirmó que se dedicó de lleno a plantear la guerra con Chile por el Beagle. La Cámara Federal de Bahía Blanca lo procesó, pero poco después se benefició con la ley de obediencia debida. En 2000, en el Juicio por la Verdad, reiteró sus dichos y dijo que “todo lo referido a la tarea antisubversiva estaba a cargo del Destacamento de Inteligencia que presidía (el coronel Antonio) Losardo”. Sus propios subordinados pusieron al descubierto la falacia. Julián Corres, que administraba la picana en La Escuelita, dijo que dependía “del coronel Alvarez, G2 del Cuerpo V”. Emilio Ibarra, jefe del “equipo contra la subversión”, declaró que “las informaciones (para los operativos) las suministraba el G2”. En el primer juicio a represores bahienses fueron condenados el segundo de Alvarez, coronel Walter Tejada, y los oficiales de Inteligencia Carlos Taffarel, Norberto Condal y Jorge Granada.

Los Troncos del Talar, último refugio del represor.

En 2006 los fiscales Hugo Cañón y Antonio Castaño pidieron su detención por todos los delitos del Cuerpo V entre 1975 y 1977. El juez Alcindo Alvarez Canale la ordenó en mayo del año siguiente. Cuando fueron a buscarlo ya no estaba. Como informó Página/12 en 2008, Alvarez fue gerente de la Agencia de Investigaciones Alsina SRL hasta 1998 y dueño hasta 2000, cuando le cedió dos tercios de las acciones a su yerno Rubén Héctor Burgos. Como socio con el otro tercio se sumó Juan Balanesco, dado de baja de la Policía Federal. Después, Burgos le cedió la mitad de su capital en Alsina a la esposa del coronel, Elizabeth María Icazatti, quien en 2007, cuando Alvarez iniciaba su vida de prófugo, le devolvió las acciones y el cargo de gerente. Alvarez y el cuñado Burgos eran además vecinos en Laguna del Sol. El country fue allanado en 2011 a pedido del fiscal Abel Córdoba. El coronel alcanzó a huir y olvidó la billetera. El año pasado, a pedido de los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani, se reiteraron los allanamientos sin suerte. El martes se habían librado las órdenes de allanar, los hombres del coronel intentaron sacarlo, pero la PSA les ganó de mano y lo detuvo en la puerta del selecto country Laguna del Sol.

Aldo Mario Alvarez, 2 de diciembre de 2014. Foto PSA/Infobae.



* Publicado en http://bahiagris.blogspot.com.ar/2014/12/de-lagunas-del-sol-al-penal-de-ezeiza.html