jueves, 14 de junio de 2012

Sayos


"Operación Masacre apareció publicada en la revista Mayoría, del 27 de mayo al 29 de julio de 1957: un total de nueve notas.

Los hechos que relato ya habían sido tratados por mí en el periódico Revolución Nacional en media docena de artículos publicados entre el 15 de enero y fines de marzo de 1957.

Ahora el libro aparece publicado por Ediciones Sigla.

Estos nombres podrían indicar, en mí, una excluyente preferencia por la aguerrida prensa nacionalista. No hay tal cosa. Escribí este libro para que fuese publicado, para que actuara, no para que se incorporase al vasto número de ensoñaciones de ideólogos. Investigué y relaté estos hechos tremendos para darlos a conocer en la forma más amplia, para que inspiren espanto, para que no puedan jamás volver a repetirse. Quien quiera me ayude a difundirlos y divulgarlos, es para mí un aliado a quien no interrogo por su idea política.

De este modo respondo a timoratos y pobres de espíritu que me preguntan por qué yo –que me considero un hombre de izquierda-  colaboro periodísticamente con hombres y publicaciones de derecha. Contesto: porque ellos se atreven, y en este momento no reconozco ni acepto jerarquía más alta que la del coraje civil. ¿O pretenderán que silencie estas cosas por ridículos prejuicios partidistas? Mientras los ideólogos sueñan, gente más práctica tortura y mata. Y eso es concreto, eso es urgente, eso es que aquí y de ahora.

Puedo si es necesario renunciar o postergar esquemas políticos cuya verdad es al fin conjetural. No puedo, ni quiero, ni debo renunciar a un sentimiento básico: la indignación ante el atropello, la cobardía y el asesinato.

También he  aprendido que las distancias partidarias son quizá las más superficiales que separan a los hombres. Son otras las diferencias que importan: las insalvables, irreductibles diferencias de carácter. En gente que piensa lo mismo que yo sobre la mayoría de los problemas abstractos, he encontrado un alarmante pragmatismo frente a situaciones concretas que exigen reacciones casi instintivas, capaces de justificar la condición humana.

El torturador que a la menor provocación se convierte en fusilador es un problema actual, un claro objetivo para ser aniquilado por la conciencia civil. Ignorábamos hasta ahora que tuviésemos esa fiera agazapada entre nosotros.  Aun en Alemania nazi fueron necesarios años de miseria, miedo y bombardeos para sacarla a luz. En la República Argentina bastaron seis horas de motín para que asomara su repugnante silueta.  Aquí esta, con su nombre circunstancial, para que todos la vean. Y obren en consecuencia.

Lo demás, en este preciso momento, no me interesa".


R.J. Walsh.
La Plata, julio de 1957
Prólogo  para la edición en libro
Operación Masacre
Ediciones Sigla (Buenos Aires 1957)

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