miércoles, 31 de julio de 2013

Frutas y verduras


Durante semanas se fogoneó la existencia de encuestas de opinión según las cuales al candidato del Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, "no lo conocía nadie".

Esas mismas encuestas daban al frente de las mediciones al candidato por el opositor Frente Renovador, Sergio Massa.

Muchas veces comprobamos que 
las encuestas se manipulan.

Pues bien: parece que últimamente se fraguan desde su misma concepción.

(Digresión aclaratoria I: 
 "Las últimas encuestas en la provincia de Buenos Aires ilustran un conjunto de tendencias electorales en curso, favorables al kirchnerismo, 
 que obligan a revisar apuradas estimaciones formuladas con encuestas iniciales, hechas en condiciones de medición bastante especiales y que,
 por lo tanto, eran proclives a la mala praxis interpretativa. Cuando algunos analistas incurrieron 
en estimaciones precoces, a partir de encuestas publicadas 
-técnicamente desprovistas de errores-...". 
Ignacio Ramírez, de Ibarómetro, en Página 12, 21/7/2013

Las encuestas puestas a circular desde el comienzo de la actual campaña electoral tenían un solo fin. 
Dar por demostrado con números de opinión pública que el kirchnerismo había llegado a su fin. Y que el candidato preciso para pasar a la nueva etapa era Massa.


(Digresión aclaratoria II: ..."A partir de estudios cuali y cuantitativos, llevados a cabo en la primera quincena de julio en el distrito porteño y provincia de Buenos Aires, 
 puedo enumerar los rasgos más salientes de la opinión pública hoy frente a las elecciones del 11 de agosto. ...(pero)"Por el momento, esto no se cristaliza en contundencia en las preguntas de intención de voto
 todavía prevalece un alto porcentaje de indecisos". ... 
Analía del Franco, de Analogías en Página/12 el 21/7/2013).

(Por eso Dario Giustozzi se presentó en la previa al cierre de listas -cuando apareció como integrante del Frente Renovador- intentando participar como lista interna del Frente para la Victoria. Y Sergio Massa se mostró como cabeza de su propia lista a último momento. 
Ambos sabían que perdían y no querían aparecer como la cara de la derrota de los díscolos neoopositores).
 
Así fue como se planteó para el armado 
del universo de las muestras a la totalidad de 
la provincia de Buenos Aires en algunos casos, 
a la totalidad del conurbano bonaerense en otros,
 como un espacio homogéneo, con 
una X cantidad de votantes. 
Esa mirada daba por supuesto verdadero que, por ejemplo, un municipio como Carlos Casares es similar a otros 
como La Matanza o Lomas de Zamora. 
Y técnicamente estaba bien, si lo que se medía era una provincia de X cantidad de votantes 
repartidos homogeneamente en toda la provincia.

Y se fabricó un porcentaje de votantes que ubicaba en primer lugar a Sergio Massa y a Martín Insaurralde como un desconocido.

Y se presentó como iguales disputando electorado a
una "lista de famosos"  contra una "lista de desconocidos". Cuando lo que se enfrentaba era 
una lista mediática -pensada como la esperanza blanca de la oposición- contra 
una lista claramente territorial -pensada para ser confrontada no en un set de televisión sino en los municipios de carne y hueso de la provincia-.

Independientemente de que cuanto mayor sea el número de votantes que elijan la lista, mejor;  la lista del Frente para la Victoria está armada como una lista a confrontar municipio por municipio.

Dicho de otro modo: a la lista del FpV poco le importa si a Insaurralde lo conozcan en la totalidad de la provincia si arrasa en su distrito: Lomas de Zamora.
Del mismo modo sucede con Juliana Di Tullio en Morón.
Verónica Magario en La Matanza.
Kunkel en Florencio Varela.
Mussi en Berazategui.
Granados en Ezeiza. 


De este modo, una encuesta que se interese por medir el peso porcentual de votos debiera tomar cada municipio como un solo espacio de medición, un universo en si mismo de votantes con igual entidad para medirlos.
Caso contrario seguirá los pasos de Javier Otaegui.  

Hoy las mediciones de esas mismas encuestadoras muestran un aumento en los porcentajes del Frente para la Victoria 
-en algunos casos, incluso, planteando un empate técnico- 
Por eso sus resultados son aún más desoladores 
para Massa y Giustozzi.Los dan casi empatando en sus propias distorsiones. Con lo cual es de esperar una derrota mucho más abrumadora 
cuando confronten con la realidad.

Esa es la verdura verdura. Ellos mandan fruta.

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