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domingo, 17 de enero de 2016

Vidas leonas

 Por Luciana Peker*



En el sector público se calcula que ya hubo 21.455 despidos que incluyen a mujeres, jefas de hogar y embarazadas. En la provincia de Buenos Aires suspendieron las paritarias por decreto. En La Plata reprimieron una protesta con balas de goma que dejaron marcada toda la espalda de una manifestante. ¿Cómo puede afectar este panorama laboral las demandas de igualdad salarial, mayores licencias maternales y parentales y más jardines maternales y colegios de horarios extendidos? ¿Se aprobarán los proyectos presentados en el Congreso de la Nación que proponen políticas de cuidado y más días de licencia? ¿La agenda de género va a avanzar o va a quedar desplazada ante la urgencia de la pelea por garantizar las fuentes de trabajo?



Hay momentos históricos en los que la lucha de clases no tiene matices. Y sus novelas tampoco. Es ahora, en este 2015 de cambios políticos acelerados y equidistantes; de una sociedad dividida social e ideológicamente, y de un shock de decretos y balazos de goma, cuando los culebrones vuelven a llamar a las cosas por su nombre, en nombre del amor. En Telefé empieza La Leona, en la que su protagonista, María Leone, es una trabajadora que no está dispuesta a perder su fuente de trabajo y se convierte en la gremialista que pone el pecho para que no cierren la fábrica. Y en Canal 13, Los ricos no piden permiso dispone un ajedrez muy diferente, en el que las pasiones se cruzan entre pudientes y humildes por dinero, pero también por calentura.

Esta vez la ficción no superó la realidad, y el gobierno de Cambiemos adoptó un plan per tutti imponiendo la baja de las retenciones a la soja, la devaluación y el final del cepo, los despidos a empleadas/os públicos, la represión a la protesta social de trabajadores/as de Cresta Roja y municipales de La Plata con balas de goma cuerpo a cuerpo, y dejando en actas fotográficas que la represión en el Hospital Borda (en protesta por una obra inmobiliaria en el centro de salud) no es solo una causa archivada. Entre este presente vigilante y ese estado de felicidad que demanda el Presidente Mauricio Macri se revela que no hay cambios reales solo con cambios de clase si no se agregan los cambios de género, pero tampoco es fácil pensar en cambios de género cuando las mutaciones de clase vuelven a ser –sin matices, como en las novelas- protagonistas estelares.
¿Se puede pensar en el parate de paritarias que impuso por seis meses María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, en exigir que los colegios extiendan sus horarios para que las mujeres puedan trabajar más y equiparar sus sueldos y ascensos al de los varones? ¿Se puede imaginar un reclamo fuerte en el Congreso de la Nación afectado por el despido masivo de personal –siempre tildado masivamente de ñoqui- para que se apruebe el proyecto de extensión de licencias por maternidad y paternidad al nacimiento y de días para llevar al pediatra, al dentista y concurrir a actos escolares, cuando el miedo a ocupar la silla acecha para no quedarse con el culo en el aire y sin madera donde sentarse? ¿Se puede plasmar la crítica de una deuda pendiente en materia de políticas públicas de cuidados –como tienen Uruguay y Costa Rica- en la que el Estado no le dé la espalda a la sobrecargada espalda de las madres, para compartir el trabajo no remunerado de las tareas del hogar y la crianza frente a la quita de subsidios en las tarifas, el dólar libre, la sospecha de que cada empleada del Estado tiene como objetivo la militancia rentada, el gasto oneroso a las cuentas públicas y la rascada como deporte laboral?

La Argentina tiene una enorme deuda –que no se cerró ni se tomó como prioridad en la anterior gestión de gobierno- con los derechos laborales y económicos de las mujeres: el desempleo femenino (especialmente juvenil) es más alto que el de los varones; la informalidad laboral (empujada por la explotación sin blanqueo de empleadas domésticas) es más alta entre las trabajadoras; la licencia maternal no llega al piso básico recomendado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la licencia de paternidad no alcanza a constituirse en un símil feriado puente; las mujeres gastan el doble del tiempo que los varones en el trabajo no remunerado del cuidado de los hijos e hijas y las tareas del hogar sin la suficiente ayuda del Estado, y el peaje al género se cobra entre un 20 y un 30 por ciento del bolsillo de las mujeres que ganan menos que los varones, por diferentes causas que desembocan en una escandalosa desigualdad salarial. Ante este nuevo panorama político, de emergencia en seguridad, económico y laboral, ¿la agenda de igualdad de género va a tener lugar, va a poder crecer, ser mejorada y reclamada o se va a empobrecer y quedar, todavía, mas silenciada?

Sensación térmica. 
Desde el 10 de diciembre hasta mediados de enero, 21.455 personas perdieron su trabajo en el sector público, según el conteo de El Despidómetro, un sitio creado (con base en facebook y twitter) por periodistas anónimas/os, preocupados frente a los despidos masivos y el blindaje mediático, que recopilan cifras publicadas en medios de comunicación e información y telegramas que les envían delegados y trabajadores/as. Todavía no se conoce qué cantidad de mujeres son las afectadas, pero sí, por ejemplo, que entre 43 despedidos en el Senado de la Nación había discapacitados y mujeres embarazadas, y también recibieron denuncias que indican que en el Ministerio de Agricultura echaron a dos jóvenes embarazadas, aunque en un proceso no lineal muchas veces son reincorporadas después de negociaciones sindicales. El ABC de la desigualdad de sexo es que en el medio de la gestación y la portación de panza no se puede ir a buscar trabajo, en muchos casos se hace necesario el reposo o la baja de tareas, el estrés está contraindicado para prevenir contracciones y nacimientos prematuros y es mucho -¡pero mucho!- más difícil dar la teta y buscar un nuevo empleo con un recién nacido y no cobrar la licencia por maternidad: un exabrupto de la letra chica de los contratos precarios que toma por jaque a cualquier idea de igualdad entre varones y mujeres.

En muchos casos, incluso, la militancia feminista deja paso a intentar sostener fuentes de trabajo, contener la angustia de quien ya no sabe cómo pagar el alquiler o empezar a comprar guardapolvos, o pasar por el chino sin que la mafia de intentar hacer una tarta de jamón y queso alce los brazos del robo a la cotidianeidad. En otros casos, se intenta pensar desde un feminismo crítico y anticolonial formas de resistencia a nuevas formas de neo-neo-ceo liberalismo. La docente e investigadora de la Universidad de San Martín y el Conicet, Vanesa Vazquez Laba, argumenta: “La agenda feminista es una construcción colectiva producto de las relaciones de fuerza dentro del movimiento feminista. El paso del capitalismo de Estado al neoliberalismo impacta directamente sobre la discusión de prioridad temática de dicha agenda. Sabemos que el feminismo ha sido históricamente heterogéneo y que esa diversidad está basada en sus postulados teóricos y políticos, muchas veces, antagónicos. Sin embargo, también conocemos los consensos construidos en torno de las reivindicaciones de igualdad como han sido, por ejemplo, el sufragio femenino y los derechos laborales de género, entre otros. Con una alianza con el neoliberalismo, el feminismo corre el riesgo de centrarse y absolutizar la crítica cultural y volverse, como sostiene la filósofa Nancy Fraser, antieconomicista. Es decir, un feminismo miope a un contexto de crecientes desigualdades económicas producto de la precarización laboral y de un mayor desempleo, restringiendo, así, la idea de igualdad a lo meramente cultural”.

Por eso, Vazquez Laba sostiene que “el feminismo debe comprometerse con la justicia de género y, por lo tanto, adoptar una crítica integral sobre la subordinación de la mujer, conectando las luchas contra el sometimiento patriarcal y el sistema capitalista. En definitiva, el feminismo debería militar a favor de mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres y de reducir las brechas de género, al mismo tiempo que valorizar el trabajo de cuidado familiar. De esta forma, se estaría en camino de construir una agenda feminista posneoliberal”.

La (otra) gran deuda pendiente
La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción, a fin de año, al proyecto de Ley Federal de Cuidados para la Primera Infancia, el cual establece que desde los 45 días hasta los tres años el Estado tiene la obligación de crear sistemas federales de jardines maternales u otras alternativas, para que las madres y los padres puedan tener un lugar –de calidad- donde dejar a sus bebés mientras trabajan o buscan trabajo, con el objetivo de fortalecer la autonomía de las mujeres. El proyecto tendría que ser aprobado en 2016 por el Senado. ¿Continuará?

La autora de la iniciativa, la ex diputada María del Carmen Bianchi (FPV), analiza el panorama: “Para la política de cuidados es importante, además de la disposición del Gobierno nacional, la existencia de paritarias ya que una parte de esta política está vinculada con el compromiso de los sectores empresarios y del propio Estado como empleador. Nosotras esperábamos que a partir del proceso de participación de importantes sindicatos en la construcción e impulso de este proyecto, el cuidado de lxs niñxs que ya está presente en algunas paritarias lo estuviera aún mas. Los despidos sin causa muestran un fracaso de los responsables de gestión para hacer un análisis serio de la planta en función de las políticas que va a implementar, además dañan la vida de los trabajadores y trabajadoras concretos, pero lo peor es que ejercen un disciplinamiento sobre las demandas de lxs trabajadorxs. Eso hace peligrar el avance de las políticas de cuidado y el impulso a la ocupación respecto de las niñas y niños en el período de la vida que requiere muchísima atención”.

La incertidumbre, el susto, la competencia por ver quién queda y quién se va, los dedos acusadores y las vulnerabilidades que se despiertan en la selva donde reina el más fuerte dejan, en muchos casos, a las mujeres puertas adentro o en trabajos con menos derechos y más resignaciones. O, por el contrario, las llevan a gritar más fuerte. Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA, también presentó un proyecto –que espera en el Congreso de la Nación- para que se sancione una Ley de Responsabilidades Familiares Compartidas que amplía licencias de cuidado para padres por nacimiento de hijxs y para familias diversas. Y empuja, junto con otros gremios, la idea de una licencia para trabajadoras que sufren violencia de género. Ella vislumbra un camino arduo: “Las decisiones del primer mes de gobierno de (Mauricio) Macri son muy poco alentadoras para las y los trabajadores en general, pero desde la perspectiva de las mujeres las luces rojas de alerta tienen sus particularidades. Un contexto de ampliación de derechos es siempre propicio y favorable para pensar cómo se puede avanzar en agendas pendientes. Si tenés paritaria libre, reducción de la desocupación, consejo del salario, normas que contemplan a las trabajadoras de casas particulares, es una situación que abre el abanico de posibilidades para abordar la reducción de brechas de desigualdad con las que convivimos históricamente las mujeres en el mundo laboral. Sólo en un contexto favorable puede empezar a tomar fuerza un tema como el de los cuidados, las responsabilidades compartidas. Por el contrario, el nuevo gobierno quiere ponernos a la defensiva. Tener que pensar en defender el empleo y no en cómo logramos más y mejores trabajos, es sólo imaginable desde un proyecto político que está pensando una Argentina para unos pocos, y otra vez para los privilegiados de siempre”.

En cambio, Mariana Massaccesi, coordinadora general de Voces Vitales Argentina (una organización que promueve el liderazgo de las mujeres) ve con esperanza la nueva gestión: “Hay una mayor apertura hacia la presencia de mujeres en espacios de decisión. Los liderazgos como el de María Eugenia Vidal, Gabriela Michetti, Susana Malcorra, Patricia Bullrich, Carolina Stanley, Laura Alonso, Isela Constantini, Fabiana Tuñez y Yanina Basilíco marcan el camino hacia una nueva era. Estamos atentas a la designación de mujeres, muchas de ellas comprometidas con el empoderamiento de la mujer y la equidad de género en puestos clave. Consideramos que este tipo de liderazgos son necesarios para definir los grandes ejes de las políticas y somos optimistas en que esto se refleje en un avance concreto de la agenda de género de nuestro país”.

Por su parte, Díaz cree que las víctimas de violencia de género de clases más bajas se van a ver afectadas: “Para las mujeres de los sectores más populares hay posibilidades de salir de la situación de violencia cuando tienen oportunidades laborales, programas sociales que contemplen su situación y pueden formar parte la construcción de proyectos colectivos”. Y compara la situación actual con el reflejo europeo después del ajuste público. “Hay un espejo a mirar en Europa. Tanto en España como en Grecia lo primero que se deteriora son las políticas sociales, los programas de salud, la atención de la tercera edad, todos los dispositivos que tienen que ver con los cuidados de las personas dependientes. Cuando estas políticas públicas se resienten, el coste recae claramente sobre las mujeres, que seguimos siendo las que más carga tenemos en relación a los cuidados y las tareas domésticas. Esto acrecienta, además, las desigualdades sociales. Los sectores más pobres, más desfavorecidos, estarán para lograr cuidados de calidad, pero también para poder mejor las condiciones para conseguir empleos de calidad. Esto lleva a la reproducción de círculos de pobreza y desigualdad, que acrecienta las desigualdades de género. Por eso no es posible separar una mirada y postura respecto de un modelo de país sin pensarlo en relación a la igualdad social y de géneros”.

*Publicado en Las 12 el 15/1/2016 como "Las leonas contra los despidos".

sábado, 31 de octubre de 2015

Las W de los majulitos

Cuatro noticias: La reconstrucción de TyC, el estadio multipropósito de Directv, el cable que rompe el troncal de agua potable y los rugbiers estafadores.  

Dos construcciones distintas: Una promocional y otra silenciadora.
Algunas noticias tienen nombre y apellido. Otras son anónimas. 
¿Por qué?



 






La comunicación publicitaria y la comunicación periodística son dos caras de una misma comunicación corporativa. Ellas instalan la construcción de sentido hegemónica. Por un lado promocionan lo que los poderes hegemónicos están interesados en dar a conocer. Y por otro silencian aquello que esos mismos poderes deciden ocultar al conocimiento público.

Así los medios hegemónicos solo dan a conocer dos tipos de información: La que ellos necesitan que el lector de medios conozca porque su difusión los beneficia y la que descontextualizan para que no pueda armar el rompecabezas donde una información encaja con otras que le otorgan sentido lógico a la construcción. Promocionan o silencian como parte de una misma construcción comunicacional.

Despojadas de toda información que las ancle en la realidad las cuatro noticias mencionadas en este post podrían verse de la siguiente manera:

Ejemplo 1: Un CEO cuenta como hizo para encarrilar la empresa luego de que su antecesor fuese despedido tras ser acusado de pagar y cobrar coimas.

Ejemplo 2: Una empresa cuenta la inversión que realiza para construir un estadio multipropósito en la zona norte del conurbano bonaerense.

Ejemplo 3: Una empresa de cable deja sin agua corriente a todo un barrio cuando rompe un caño troncal de distribución de agua potable mientras colocaba un poste del tendido de cable.

Ejemplo 4: Dos famosos rugbiers de la localidad de San Isidro estafan a integrantes de ese municipio bonaerense. El texto informa sobre las modalidades de ese delito. 

Sin embargo las primeras dos noticias son publicadas con información que detalla su anclaje en la realidad. Las dos restantes no. En las dos últimas los medios que las publican omiten esos datos. ¿Por qué?

La cara promocional de la comunicación corporativa tiene su ejemplo más potente en los suplementos económicos. Las  noticias de los ejemplos 1 y 2 aparecen allí. 

Así la noticia del ejemplo 1 se reescribirá de este modo: 

Ignacio Galarza, el nuevo CEO de Torneos y Competencias cuenta la reconstrucción de la empresa 
luego de que se conociera que 
su antecesor cobró y pagó coimas 
en medio de las negociaciones por 
la transmisión de la Copa América Chile 2015. 

Cuando la empresa cuenta-instala que tras la partida del CEO anterior (Burzaco) TyC vivió momentos de zozobra y su periodistas, productores y administrativos no sabían a ciencia cierta si conservarían o no su fuente de trabajo y TyC tuvo problemas para hacer frente al pago de sueldos y proveedores, lo hace con un solo fin: Instalar que la empresa tenía sus cuentas vinculadas al desarrollo cotidiano de su debe y su haber, instalar que nada del dinero de los sobornos y las coimas gestionadas por Burzaco había pasado por TyC. Las coimas y los sobornos, según la versión de TyC, eran pertenencia exclusiva de un empleado corrupto de la empresa.

Toda la construcción del texto publicado apunta a un solo fin: instalar que el corrupto es solo Burzaco y que TyC no tiene nada que ver con eso, que Burzaco forma parte del pasado de TyC y que ahora la empresa se está recomponiendo del daño que alguien ajeno a sus valores le generó. Digamos que es un operativo de despegue.

Por su parte, la noticia del ejemplo 2 se reescribirá así:

Direct Tv construye un estadio multipropósito 
en el que inviertió doscientos millones de pesos. 
Estará en Tortuguitas. Se inaugurará a fines de octubre. 
Y ya está programado que allí toque Sting.


Cuando DirecTv habla del dinero que gasta en la construcción de un estadio multipropósito la construcción que instala es somos una empresa que todo el tiempo se agranda, invierte y genera cosas para la gente. Y lo que no dice es que esa "estructura inversora" incluye a Alejandro Burzaco y Fernando Niembro.

Por su parte, la cara silenciadora de la comunicación corporativa tiene su ejemplo más potente en las secciones sociedad y policiales. Allí aparecen los noticias de los ejemplos 3 y 4.
La cara silenciadora no censura la noticia. Oculta la información central que forma parte de ella.
Así en la noticia del ejemplo 3 la protagonista de la noticia es una empresa de cable que deja sin agua a todo Gonnet. Pero que nunca en todo el desarrollo noticioso es mencionada por su nombre. Así se transforma en una protagonista anónima. Y por lo tanto inasible para el lector de medios que accede al hecho noticioso. Una empresa anónima, inasible, esquiva la sanción del lector que carece de protagonista culpable al cual nominar.
En la noticia del ejemplo 4, dos rugbiers aparecen como protagonistas de una serie de estafas. El medio los cataloga como dos rugbiers famosos. Pero no da sus nombres a lo largo de toda la noticia. ¿Cómo evalúa el medio que los rugbiers son famosos? Porque los conoce. Sin embargo no aporta a los lectores ni sus nombres ni sus apellidos. Los rugbiers son de San Isidro. Si los estafadores tuviesen su domicilio en La Cava el medio aportaría sus identidades. Como lo hacen en cada robo o estafa que les interesa promocionar cuando instalan la construcción inseguridad.

En las noticias producto de la transgenia informativa no hay información. Allí están los datos que las empresas deciden que los lectores de medios deben conocer sobre ellos. (Lo que décadas atrás se conocía como publinotas). Hoy las empresas solo cuentan la versión publicable de sus historias. Y lo hacen desde los propios multimedios de los que forman parte.

Las escuelas de periodismo hegemónico instauraron el sistema de redacción informativa basada en el método de las cinco W (que en realidad eran seis):

Who? (¿Quién?)

What? (¿Qué?)

Where? (¿Dónde?)

When? (¿Cuándo?)

Why? (¿Por qué?) 
How? (¿Cómo?)


Durante décadas no existía un redactor que no tuviera absolutamente claro que ningún material noticioso estaba completo si no respondía las cinco preguntas. El Por qué era  entendido como un Bonus Track valioso.

Hoy las noticias solo contestan las W que los poderes hegemónicos desean dar a conocer. Esas noticias tienen redactores especiales. Los Majulitos. Los RR.PP de la transgenia informativa.

lunes, 24 de agosto de 2015

La construcción silenciadora en el rating

Si el rating es el parametro indiscutible del éxito o del fracaso de un programa ¿por qué no se destacan como éxitosos los números de la Cadena y del Fútbol para Todos?

Los medios se contradicen cuando publican el rating pero silencian los números de audiencia de la Cadena Nacional y el Fútbol para Todos. Son los mismos medios que instalan que el rating es único e indiscutible parámetro de legitimidad televisiva.

Esta contradicción puede verse en las ediciones de El Plata de los días 28, 29 y 31 de junio de 2015, que incluye entre los seis más vistos a los partidos de Fútbol para Todos pero los omite cuando muestra imágenes de los resultados:
 


El 28/7/15 Belgrano-Boca 
(una producción de Fútbol para Todos) 
fue el programa más visto del día con 16,8 puntos de rating. 
 Sin embargo, las imágenes ilustran el segundo, tercero y cuarto lugar. 

Pero, el 29/7/15 
(ese día no hubo partidos 
de FpT ni Cadena) 
las imágenes ilustraron el primero, segundo y tercero.

El 31/7/15  River vs. Tigres 
fue final de la copa Libertadores,
con transmisión de Fútbol para todos,
fue el tercer programa más visto del día 
y
Boca vs. Banfield,
también con transmisión de Fútbol para Todos,
fue el cuarto programa más visto del día.
Sin embargo, las imágenes ilustraron 
el primero, segundo y sexto.

*****************

¿Cuál es el sentido de que los medios le informen a sus públicos sobre la cantidad de personas que ven determinados programas?

Desde la hegemonía comunicativa se instala la idea de que el Rating es una herramienta de medición cuando, en realidad, es un mecanismo de construcción de sentido utilizado como herramienta.


En efecto:

El rating no es una herramienta de los medios para justificar precios de pautas.

El rating no es una herramienta de los anunciantes para elegir el espacio donde más les conviene pautar una emisión.

El rating no es una herramienta de los programadores para pautar las grillas de los envíos.

Sino que,

El rating es el mecanismo mediante el cual la construcción hegemónica de sentido justifica la red de dominación simbólica que impone desde canales de televisión y emisoras de radio.

Que, además, sirve para que los medios justifiquen los precios de pautas, los anunciantes elijan el espacio donde más les convenga pautar una emisión y los programadores pauten las grillas de los envíos. 

 Así,

La construcción es: 
Nadie mira la Televisión Pública
Nadie mira la Cadena Nacional
Nadie mira los partidos del Fútbol para Todos

Pero:
Cuando mide el Fútbol para Todos o cuando la Cadena Nacional está entre los tres programas más vistos del día,
La construcción ignora el dato y no lo muestra.

No dice, por ejemplo, que el Fútbol para Todos mide más por la Tv Pública que por Canal 9, América Tv, e incluso que las emisiones del Fútbol para Todos por Telefé.

No dice tampoco que, los partidos de la Copa Libertadores televisados por la Tv Pública miden el triple de puntos de rating que esos mismo partidos televisados por Fox Sports.

Y esta construcción silenciadora abarca a todos los medios: a los medios insignia de la comunicación hegemónica, a los medios satélites, a los medios periféricos y también a los medios afines con el proyecto comunicacional del gobierno nacional. 

Incluso a los medios de comunicación estatales, ninguno de los cuales resalta los importantes números de rating alcanzados por la Cadena Nacional y el Fútbol para Todos como un triunfo de la comunicación propia.

¿Siguen convencidos de que lo que no se nombra no existe?



viernes, 10 de julio de 2015

domingo, 5 de julio de 2015

Gol en contra

Con la mira puesta en impedir la realización del mundial de fútbol Rusia 2018, Estados Unidos denunció a dirigentes de la FIFA por tráfico de influencias, coimas y corrupción. 

Acusó a dirigentes de la patronal mundial del fútbol de vender sus votos en distintas elecciones de sedes mundialistas y dijo que se pagaron coimas para conseguir derechos de televisación de mundiales. 

Políticos y periodistas se mostraron asombrados y repudiaron el accionar de la FIFA y apoyaron la denuncia de los Estados Unidos.

En Argentina, sin embargo, no hicieron lo mismo con el lanzamiento de la candidatura de Marcelo Hugo Tinelli para presidente de la AFA.

Tinelli ya intentó quedar a cargo del manejo de la operatoria del Fútbol para Todos a comienzos de 2014. Entonces fracasó.

El 11 de mayo comenzó una nueva temporada de Bailando por un sueño por Canal 13. Del primer programa participaron tres de los candidatos a la presidencia de la Nación para las PASO de agosto próximo: Daniel Osvaldo Scioli, Mauricio Macri y Sergio Tomás Massa. Dos de ellos -Macri y Massa- manifestaron su intención de privatizar el Fútbol para Todos. Con Tinelli al frente de la AFA no les sería necesario.

La presidencia de la AFA es el espacio clave desde el cual discutir y participar de la pauta publicitaria y de los contenidos de Fútbol Para Todos y (al mismo tiempo) manejar el porcentaje y el reparto del dinero que los clubes argentinos reciban como contraprestación por la televisación de sus partidos por torneos de la AFA. Por eso, en ese sillón se quiere instalar Marcelo Hugo Tinelli.

Cuando en 2014 fracasó en su intentó de meterse por la ventana del Fútbol para Todos para manejar la pauta publicitaria y gerenciar la construcción de contenidos Tinelli sostenía que su interés en gerenciar FpT tenía que ver con aportarle calidad de imagen premium y relato profesional. Su mirada del país y del mundo estaban contrapuestas con las del gobierno nacional. 

No pasará lo mismo con ninguno de los tres presidenciables que fueron a su primer programa del 2015 por canal 13. Comparte con Scioli, Macri y Massa una misma cosmovisión. En esos términos, con Tinelli al frente del gerenciamiento del Fútbol Para Todos nadie desde los poderes hegemónicos sentirá la necesidad de reclamar su privatización. 

Sentado en el sillón presidencial de la calle Viamonte, Marcelo Tinelli será quien digite los destinos de Fútbol para Todos y quien recaude y reparta los dineros que el Estado Nacional le pague a la AFA por la televisación de los partidos. 

Un negocio redondo. Como una pelota de fútbol.