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sábado, 2 de febrero de 2013

Sueño discriminatorio


En el ¿diario? La Nazión
30/1/2013
La edición a cargo de Inés Capdevila 

El Indice De la Sota



 Por Julio De Vido*
La arbitraria decisión del gobierno de la provincia de Córdoba de clausurar cuatro antenas de la Televisión Digital Abierta (TDA), a partir de excusas burocráticas que atentan contra el más elemental sentido común, constituye una muestra de intolerancia y odio, creando un peligroso precedente de censura. No voy a abundar en sus implicancias políticas, legales, sociales y culturales, porque ya lo han hecho de forma más que atinada el titular de la Afsca, Martín Sa-bbatella, la defensora del Público, Cintia Otavianno, así como más de 60 intendentes de Córdoba y los rectores de las universidades cordobesas. Es bueno recordar que cuando la Argentina adoptó en 2009 el estándar japonés-brasileño de televisión digital ISDB-T, además de ser la más conveniente desde el punto de vista tecnológico y la que implicaba un uso más eficiente en la relación entre potencia y cobertura, era la única de carácter abierto con transferencia de tecnología. Esto no sólo nos permite ser de alguna manera dueños del estándar, y sentarnos en la mesa donde se lo administra, sino que también nos da la posibilidad de desarrollar nuestra industria.



Para ello pusimos en marcha una activa política de promoción y desarrollo de las capacidades tecnológicas nacionales, que nos permitieron fabricar en nuestro país decodificadores, antenas, plantas transmisoras y shelters, cada vez con mayor integración local. Curiosamente, una de las provincias donde se instalaron estos clusters fue Córdoba, donde empresas, en su mayoría pymes, como Consulfem, Ditel, Edinec, Lie, Gamma y otras, proveyeron antenas externas, transmisores y torres para montar estaciones. Estos elementos en gran parte se instalaron en las antenas de Leones, Villa María, Villa Dolores y Río Cuarto.



Por lo tanto, se da la paradoja de que la administración provincial no advirtió que con esta medida afecta a su propia industria y pone en peligro su continuidad y desarrollo. Quiero creer que este verdadero castigo a la industria cordobesa fue producto del odio porque ninguna diferencia política puede justificar que se ataque al propio trabajo de los cordobeses, que en todos los casos es de excelencia, tanto por la calidad de sus profesionales y la audacia de sus pequeños empresarios que apostaron desde un principio por la televisión digital.



En relación con lo ambiental cabe recordar que, en sí misma, la migración de la televisión analógica a la digital implica reducir fuertemente el uso del espectro, ya que una cobertura de 10 kilovatios en la analógica requiere en el modo digital un 10 por ciento para iluminar la misma superficie.



En el mundo existen en funcionamiento desde hace 10 años más de 3500 plantas transmisoras de televisión digital de todos los estándares, similares a las que absurdamente silenció la provincia de Córdoba, sin que se haya registrado ningún inconveniente ni denuncia. Por caso, en Japón, donde se desarrolló la norma utilizada en prácticamente todos los países de Sudamérica, con una superficie equivalente al doble de la provincia de Córdoba y una población de 165 millones de habitantes, funcionan desde hace años más de 300 antenas.



En nuestro país, el despliegue de la TDA se realizó como política de Estado, con un sentido federal e inclusivo, para lo cual ya se instalaron 79 antenas en 21 provincias, en las cuales se tramitaron y se obtuvieron todos los permisos necesarios, a excepción de Córdoba, único lugar en el mundo en que para las autoridades locales la información sobre el impacto ambiental resultó insuficiente una vez que se concluyeron las obras. Por eso, resulta muy curioso que desde el gobierno de Córdoba afirmen que la instalación de las antenas los “sorprendió” y que es “otro atropello” del gobierno nacional, como si la construcción de una antena de 80 metros pudiera pasar desapercibida y hacerse entre gallos y medianoche.



Más llamativo es en el caso de Río Cuarto, donde la antena fue levantada con la autorización correspondiente en un predio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), en un terreno que no era un espacio abandonado sino un predio sujeto al control de entradas y salidas. En tanto, en el caso del Cerro Mogote de Córdoba Capital, donde está ubicada otra de las antenas, mal puede reclamarse por el daño ambiental cuando la de TDA funciona al lado de torres muchísimo más potentes de Multicanal o Radio Mitre. Además, basta realizar una breve recorrida por esa ciudad para constatar que las antenas del Canal 12, perteneciente al Grupo Clarín, están en medio de la población, por no mencionar los tendidos aéreos de Cablevisión que atraviesan las ciudades no sólo de Córdoba sino de todo el país, sin ninguna regulación, o el servicio que Fibertel continúa prestando de manera ilegal por cautelares truchas.



Todo esto demuestra que la clausura injustificada de las antenas de la Televisión Digital por parte del gobierno de la provincia de Córdoba, en una combinación de ignorancia y mala fe, no sólo obedece a la defensa de intereses inconfesables, para lo que no importa cercenar el derecho de los ciudadanos de acceder de manera gratuita a más de 20 señales para que no sean rehenes del cable, sino también a un odio que obnubila y le hace despreciar el esfuerzo y el trabajo de los argentinos que viven en Córdoba y creen que vale la pena trabajar para que nuestro país tenga un desarrollo tecnológico autónomo y soberano.

*Ministro de Planificación Federal. 
Publicado en Página 12 el 31/1/2013
como "El odio ciega y lleva a la autodestrucción"

lunes, 21 de enero de 2013

Nicho Naval


Una ONG de las que se ocupan por la naturaleza poniendo un amparo en defensa de los gusanos, ya.
A las pruebas me remito Vean aquí.

Fuente: Avisos fúnebres del ¿diario? La Nazión 21/1/2013 

miércoles, 9 de enero de 2013

SaturNicho



























































Anotá los nombre de los que lo despiden. 
Busqué y busque.
No lo conocí. Pero a juzgar por la compañía 
 si el mentado Saturnino fue buena gente
le debe haber costado muchísimo trabajo 

Gracias a: Avisos Fúnebres del ¿diario? La Nazión 9/1/2013
 

jueves, 27 de diciembre de 2012

Brigadista Presidenta


CFK
"Plan Nacional del Manejo del Fuego Provocado"
Salón de las Mujeres Argentinas
Casa de Gobierno - Buenos Aires - Argentina
27/12/2012  

jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Nervioshosh?

Si alguien compró el ¿diario? La Nazión de hoy, o lo tiene a mano, guardelo porque es de colección. 
Si no lo tienen vayan a buscarlo (atenti que no dije comprenlo).
 
No tiene desperdicio. Saca el central dividido en dos. empieza el suplemento de economía con una publicidad y manda los editoriales y los necrológicos en la segunda parte del central.
 
¿Qué estará pasando? ¿ya no es tribuna? ¿ya no es de opinión?
 
¿Qué te pasha La Nashión? ¿Estash nerviosho?

viernes, 7 de diciembre de 2012

Camandulaje


Caricatura perpetrada por Hermenegildo Sábat Publicada en el ex diario Clarín el 7/7/2012


Estoy con los huevos al plato de los que siguen sosteniendo que no hay que meterse con Sabat porque es solo un dibujante.

¿Todavía hay que explicar que es un editorialista más del monopolio?

¿y que coincide con su mirada?

¿Alguien vio una caricatura de Sabat donde Ernestina se choree dos pibes en una canasta?

¿Alguien vio una caricatura de Sabat donde se vea a Videla, Ernestina, Bartolome y Peralta Ramos entrando a Papel Prensa con el antifaz puesto?

Cuando él las haga y Clarín las publique ¿me avisan?

martes, 27 de noviembre de 2012

Fotografías



Por Horacio González*

Al juez Thomas Griesa le gusta fotografiarse. Es lógico, debe cumplir con una dimensión importante de la función pública, que es la publicidad de su figura, con la postura de una foto oficial. Hay fotos y fotos. La foto oficial es otra cosa. Se la prepara, la toman especialistas, debe hacer brillar la solemnidad y la gallardía del poder. Sin excesiva arrogancia y también sin falsos escrúpulos que parezcan un festejo de la informalidad. Pero veamos a Griesa: su fisonomía dice mucho... o lo dice todo. Es un rostro que pertenece a una cultura. Aunque no necesariamente agota todas las posibilidades de la cultura norteamericana. Basta comparar su foto con fotos de Faulkner, Kerouac, el mismo Henry Fonda. O si no, Marlon Brando. Claro, son actores o escritores. Pero en sus rostros está expresada una indeterminación, una apertura a la dificultad de la existencia. Pero en Griesa no. Solo hay determinación, un arquetipo que parece surgido de un comic. Algo que informa que estos rasgos sumarios de una fisonomía pueden albergar las formulaciones más demoledoras de una cultura jurídica.

Es un rostro enjuto, tomado por una ancianidad que casi es un mecanismo de voracidad y astucia. Al lado de la bandera norteamericana, toma tal envergadura arquetípica, que es en sí mismo un llamado imperial, una convocatoria belicosa con su martillo de madera reposando amenazador en el pupitre. Parecería la estampa misma de un encorvado dicterio, de un úkase patriarcal pronunciado desde lo alto y hacia el vacío. Un reposado mundo jerárquico se desprende su figura, como vieja concepción del mando imperial. En las fotos esto aparece como un resplandor subrepticio, pero notable.

Todos podemos verlo. En esa mirada levemente irónica desfilan como luminarias inertes las antiguas guerras de conquista. Vemos la expansión contra México, la guerra contra España para controlar Cuba, las acciones de todo el comienzo del siglo XX sobre Nicaragua, las intervenciones sobre el resto del planeta, las que podríamos considerar las más injustas, pues brotaban de cálculos geopolíticos y económicos de secretos gabinetes de intrusión. En esa mirada lejana, como ensoñada, en su vejez recalcitrante, podemos ver en Griesa –hombre de Kansas, de Harvard, del Sistema– también la brumosa figura de un Braden. Pero no veremos la de Humphrey Bogart. Sí la de un John Wayne. No la de un James Dean. La cultura norteamericana, tan compleja como es, con su propensión a grabar fuertes imágenes en la mirada de la humanidad, que supo llamar Nación a su enorme variedad cultural, queda confinada en ese rancio octogenario que convoca a la destrucción escribiendo actas judiciales que casi son órdenes misilísticas.

Cada una de sus fotos, con toga o sin toga, con bandera norteamericana o sin bandera norteamericana de fondo, con media sonrisa o gesto adusto de burlona rapacidad, en un balcón neoyorquino o rodeado de libros de leyes encuadernados –sí, le gusta fotografiarse– es un retrato condenatorio de la civilización que han creado los Estados Unidos de América. De su aspecto humanamente más fracasado. Ningún rastro aquí de la tradición del fiscal, del juez que juega su cargo en una denuncia, del sheriff valiente que no se doblega ante los sátrapas de turno. Es la gran tradición liberal norteamericana. Está en su cine, su literatura: Doce hombres en pugna; Casablanca; Los días del Cóndor; Shane, el desconocido; La jauría humana; JFK; A la hora señalada; Citizen Kane. En el cortejo cruento que pasa ante a mirada atemporal de Griesa, están los masacrados por tormentas en el desierto o en prisiones como Guantánamo. Sueña este hombre, que sale de las emisiones más lúgubres de las voluminosas fuerzas antidemocráticas de la sociedad norteamericana, que puede enfrentar sociedades más débiles desde lo alto de una cumbre judicial abstracta, con dictámenes escritos con garras, tan diferentes de las plumas que emplearon Jefferson o Luther King para escribir sus documentos. Sueña que abre sus alas y transfigura su despacho, queda su cuerpo hecho famosa ave funesta y restan solo sus ojitos entrecerrados, que picotean en los recuerdos de sus hazañas jurídicas bajo el tambor regimentado de la especulación financiera más oscura de la historia de la modernidad.

Gozosamente cadavérico, picoteando basurales de la historia, su imagen concita el repudio de los pueblos, por reasentar las formas intrincadamente más oscuras del capitalismo norteamericano. Esa mejilla hundida, ese mechón a veces peinado y a veces despeinado. Sin duda habita un sarcasmo ahí, un supremo placer de daño que no es diferente del que presidió los momentos más oscuros de la nación norteamericana. Quizá sea cariñoso con sus nietitos, pero en estas imágenes bate alas su condición depredadora. El pueblo norteamericano debe también saber verla, porque al hacerlo conocerá también qué es lo que debe ser alejado de su propio tejido moral e intelectual.

* Sociólogo, director de la Biblioteca Nacional.
Publicado el 27/11/2012 en Página/12 como"Fisonomía de Griesa" 

martes, 13 de noviembre de 2012

Los dueños de la tierra


$ 11.800.000.000
Una cifra bastante impresionante ¿no?

¿Quiere decir que antes esos 11.800.000.000 eran ganancia?

Si la inundación no les hizo perder todo, quiere decir que esos casi doce mil millones de pesos son solo una parte de la ganancia "del agro".

¿Cuánto están pagando de impuestos? 

En el ¿diario? La Nazión 6/11/2012 pág 16 

lunes, 12 de noviembre de 2012

domingo, 4 de noviembre de 2012

M&M


Marcelo Hugo Tinelli es 
vicepresidente, a cargo de un club con nombre de santo fundado por un cura.

Mauricio Macri es
Jefe de gobierno, debiera estar a cargo de 
la ciudad ¿autónoma? de Buenos Aires.

Marcelo llegó a los medios de la mano de José María Muñoz, el del silencio es salud durante la última dictadura, el que mandó a sus oyentes a repudiar la comisión interamericana de derechos humanos en 1979, el que no quería que en el mundial 78 tirasemos papelitos en la cancha. Tinelli heredó las corbatas de Muñoz. Su familia pensó que Marcelo era quien merecía tenerlas.

Mauricio  llegó al mundo de los negocios de la mano de su padre Franco (?) Macri, que con su empresa Manliba hizo fortunas juntando basura en camiones durante la última dictadura. La familia fue parte de la pata civil de la dictadura.

San Lorenzo está para descender.

El Banco Ciudad también.

San Lorenzo no tiene casi nada.

El Banco Ciudad tampoco.

¿Por qué Mauri habrá puesto dinero en la camiseta de San Lorenzo hasta el año 2013?

El año que viene hay elecciones

¿Qué dirá Marcelo Hugo de los candidatos para 2013 de Mauri?


(Foto: La Nazión deportiva 2/11/2012, pág. 2)

viernes, 2 de noviembre de 2012

Libertad de(s) presión

"Podrá el diario en cuestión estar perfectamente a salvo en el aspecto legal; podrá haber cuidado las formas en todas sus actividades, pero como diputado revolucionario y como hombre que tiene por costumbre decir las cosas tal cual las siente, afirmo que el diario La Prensa tiene contraída con el pueblo de la República la deuda de sus grandes pecados. Para nosotros 'La Prensa' es un diario merecedor de serias acusaciones; no -como dijo el señor diputado Santander, traduciendo la opinión de su partido (Radical)- por disparidad de opiniones con referencia a determinados aspectos de la realidad nacional e internacional. Ni tampoco por agravios como los que ha inferido el propio partido Radical -algunos citados por el señor diputado Colom- como, por ejemplo, el relativo a la revolución del señor Cattaneo, cuando describió en tonos sombríos como elementos anarquistas y personalistas intentaron perturbar el orden. Si solo tuviésemos agravios de ese tipo, no nos alegraríamos en este momento de asestarle un golpe a través de esta Cámara.

Nosotros estamos contra La Prensa por razones mucho más serias, mucho más fundamentales. Estamos contra La Prensa porque creemos que diarios de esa clase son los que han minado las bases de la nacionalidad; creemos que La Prensa es uno de los obstáculos, como hay muchos otros en el continente, que han impedido o demorado todas las posibilidades de reivindicaciones proletarias en Latinoamérica. Nosotros lo decimos por encima de las contingencias de la comisión investigadora; lo decimos como hombres políticos que expresamos opiniones personales.

Nosotros estamos con los obreros y estamos contra La Prensa porque La Prensa, por supuesto, siempre estará, como lo ha estado hasta ahora, contra los obreros y contra nosotros.

Este es el planteo revolucionario con respecto a este problema con La Prensa. Nosotros con los nuestros, La Prensa con los suyos y con sus aliados de dentro y fuera del país y con todos aquellos que, sin estar complicados en las maquinaciones de los diarios capitalistas, creen que están defendiendo los intereses de la prensa libre y de la libertad de prensa.

Esa 'movilización capitalista internacional' a que se refiere el mensaje del Poder Ejecutivo -y que llama la atención al señor diputado por Entre Ríos- es un hecho concreto que notamos a través de todas las cadenas periodísticas, de las agencias noticiosas, de los diarios que están en manos de los propietarios de minas de cobre o de estaño, de las grandes plantaciones, de todas las compañías con ramificaciones  imperialistas en América Latina. Lo notamos a través de todas esas organizaciones de tipo internacional que so pretexto de la defensa de principios como la democracia y la libertad, que nos son caros a todos los habitantes de Latinoamérica, están en realidad sirviendo -consciente o inconscientemente- la causa de los auténticos y verdaderos enemigos de la libertad, de la democracia y de Latinoamérica.

Nosotros lo notamos porque evidentemente se ha creado un clima internacional con respecto al problema de La Prensa. Este diario es de un poder, perfectamene cimentado a través de muchos años de vida. Tanto es un poder que en todo el continente y aún en Europa se han levantado voces de protesta contra el llamado 'atropello contra La Prensa'; e inclusive el señor ayudante de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Edward Miller, se ha permitido hacer declaraciones con referencia específica al caso de La Prensa que, en resumen, dicen lo siguiente: 'que las relaciones argentino-norteamericanas se habían resentido a causa de la actitud del gobierno argentino hacia la huelga que determinó el cierre del diario La Prensa, que como todo el que que cree en una prensa libre y como amigo de la Argentina debía sentirse preocupado respecto de la situación de La Prensa y de sus empleados; que la política de su gobierno estaba determinada por la opinión pública norteamericana, que en este caso había reaccionado en tal forma que su gobierno se estaba viendo obligado a disminuir su política de cooperación...'
Las aclaraciones tienden precisamente a expresar todo lo contrario de lo que enumeran: ¿quién le preguntó al declarante oficioso si los Estados Unidos quieren o no intervenir en el conflicto de La Prensa? ¿Es que acaso puede haber algún ingenuo que crea que verdaderamente los EE.UU tiene personería para resolver el problema de La Prensa? ¿A qué viene esta aclaración de que no podrá ser llevado a la próxima conferencia de cancilleres
Este es un intento de coacción contra el gobierno argentino; y precisamente, mientra por un lado se le acusa de estar procurando intervenir en el conflicto gremial, por otro lado se le formulan críticas por la actitud que toma de no intervenir, porque seguro se esperará que el gobierno argentino adopte medidas de represión violenta contra los obreros, como en el pasado.

Esta sería una declaración absurda si la consideramos en su exacta ubicación. Pero no nos engañemos. Esta no es una bufonada, porque sabemos perfectamente bien cuál ha sido y cuál es la política de los estados imperialistas con respecto a los países de América Latina.

Si fuera exacto que está en juego la libertad de prensa, ninguna voz se levantaría contra este principio fundamental de los derechos humanos; pero esto no es la libertad de prensa. La libertad de prensa es una cosa auténtica, que se está mancillando a través del plan distorsionado que se está siguiendo en este asunto. Nosotros creemos en la libertad de prensa, de la prensa independiente y de la ideológica, de la equivocada y de la que está en la verdad; pero en lo que no creemos es en el derecho de estas empresas mercantiles y capitalistas para procurar que los resortes del Estado se pongan al servicio de sus intereses  cada vez que hay cuestiones gremiales en juego.

¿Es acaso la libertad de prensa lo que ha dado lugar a esta declaración del señor Miller? Nosotros afirmamos que no.

Los países de América española han aprendido a través de siglos de sudor y sangre, a desconfiar de aquellas palabras humanistas y justicieras cuando son formuladas por los labios de sus explotadores.

Nosotros sabemos que para el imperialismo el principio de la libertad de comercio, el principio de la libertad de concurrencia, el principio de la libre actividad privada y principio de la libre empresa son todos fantasmas y mitos que a la larga sirven para acentuar cada vez más la desigualdad que ya existe entre países coloniales y semicoloniales.

Desgraciadamente, a través de los procesos históricos de la humanidad, la libertad de prensa, junto con estas otras libertades que he mencionado, ha venido a construir un instrumento más de aherrojamiento, de sometimiento de los pueblos coloniales y semicoloniales.

¡Qué nos vienen a hablar de libertad de prensa! El propósito es querer embaucarnos con una supuesta igualdad jurídicoformal, que es el punto de arranque de la exacerbación de la desigualdad social y económica.

Las empresas periodísticas como la que consideramos hoy están en un mundo de trusts, de carteles, de holdings, de toda forma de integración monopolista. La llamada 'prensa grande' no ha escapado a este proceso: se han ido integrando, concentrando, y al final ha venido todos órganos de opinión de importancia comercial a quedar en manos de pocos propietarios que siempre están vinculados directamente directamente a las altas finanzas y a los grandes negocios.

Cuando el señor Miller se preocupa por la situación del diario La Prensa ¿en qué concepto, en qué principio se inspira? Si creyeramos por un momento, en que su aplicación es sincera y que verdaderamente está en juego el principio de la libertad de prensa, le diríamos entonces al señor Miller que no necesita trasladarse hasta la República Argentina, pues puede dedicarse a defenderla en su propio país, porque está demostrado que el lugar donde menos libertad de prensa existe es en los propios Estados Unidos.

Supongo que el señor Miller no creerá que la cadena Hearst es una cadena de prensa libre o que la cadena Scripp-Howard con sus 19 diarios y todas sus filiales constituye una expresión del pensamiento libre en materia periodística.

Pero no nos sorprendemos, porque sabemos perfectamente bien qué es lo que se quiere defender a través del diario La Prensa.

El señor Miller tiene algunos ejemplos en su propio país. Cuando el presidente de la Associated Press, el señor Cooper, proclamó la necesidad de defender la libertad internacional de prensa, lo que quería era conservar la libertad de monopolio de su agencia. ¿A quién le van a hacer creer que esos periódicos son expresión de la opinión ciudadana, y que dirigen honestamente el pensamiento público? Al mismo tiempo que formulaba esa declaración, en su propio país lo había declarado ilegal por haberse comprobado las maniobras tortuosas que la Associated Press realizó para impedir que otras agencias menos poderosas tuvieran acceso a los medios de información.

Se nos podrá decir que es una afirmación que hacemos los peronistas desde aquí, pretendiendo interiorizarnos de cosas de los Estados Unidos. No es así. Una de las publicaciones que gozan de más fe en los propios círculos afectos a este tipo de prensa, como 'The Economist' de Londres, decía que a través de estas declaraciones 'se preparaba el camino al dominio mundial de los EE.UU, mediante agencias  informativas norteamericanas poderosas desde el punto de vista financiero'. Por supuesto que al mismo tiempo la Associated Press acusó de idéntico delito a la revista 'The Economist'. La verdad es que ambos tenían razón. El proceso de concentración ha sido paralelo en los EE.UU y en Inglaterra. A través de los años ha ido restringiéndose el número de periódicos y formándose las grandes integraciones capitalistas que manejan todos los medios de información, difusión y publicación de noticias escritas. Tanto la Reuter como la Associated Press y la United Press poseen una red internacional y una organización privada, al margen de la cual hay poco menos que una imposibilidad total para actuar a las demás agencias noticiosas, salvo que cuenten con el apoyo de gobiernos igualmente poderosos. Una sola de ellas controla 285.000 millas de cable telegráfico contratado especialmente para su explotación monopolista.

Los vastos capitales que abarcan empresas no pueden moverse a impulsos propios o ideologías, sino que deben procurar ampliar su esfera de acción y de dominio. La concentración de la industria conduce fatalmente al monopolio, tiende a la expansión y busca ampliar la zona dominada por los monopolios rivales. Es simplemente una ley económica de la sociedad capitalista. De ninguna manera una lucha de ideas.

En los EE.UU las cifras son elocuentes. Recuerdo que Tocqueville, en su libro clásico 'La democracia en América' se asombraba de la extraordinaria cantidad de periódicos que existen en Norte América; en cada pueblo había 2 ó 3 periódicos que se desenvolvían con muy pequeños gastos y que no perseguían fines de lucro. Pero lo que vio Tocqueville era hace más de 100 años. Ahora el número de diarios ha ido disminuyendo, porque en la actualidad son empresas de tipo netamente capitalista y no pueden subsistir si no producen dividendos y dan ganancias a los accionistas.

En Norte América había en 1920, 2.000 diarios y actualmente hay alrededor de 1.700. En 1.100 ciudades de los EE.UU. hay solamente un periódico y en las 160 ciudades donde hay más de uno, ellos se encuentran en manos de un propietario o grupo de propietarios. Salvo contadas excepciones, la regla es que el periódico es un instrumento más de las clases dominantes en perjuicio de las clases económicamente menos favorecidas.

Un ex director del diario 'New York Post' y de la revista 'The Nation', ambos muy importantes en los EE.UU decía lo siguiente: 'A ningún editor le pasa por la cabeza fundar un gran periódico a menos que su cuenta bancaria llegue a 20 ó 15 millones de dólares'. Esto lo dice un hombre que forma parte del sistema periodístico fundamental de los EE.UU.

Después de estas afirmaciones, ¿puede hablarse con seriedad de prensa libre? ¿o podemos directamente dar a estas empresas el nombre que verdaderamente tienen? Son empresas de lucro, de integración capitalista, y que lógicamente buscan lo que buscan todas las empresas capitalistas: repartir dividendos, favorecer a los accionistas.

No se puede creer que exista la posibilidad de que esos diarios, controlados de esa manera, vayan a jugarse en pos de un ideal o de un principio que pueda producirles un quebranto económico.

Nosotros creemos que suponer que la independencia de esos diarios es un hecho real, constituye una ingenuidad en la que no puede caer una persona tan altamente colocada como el funcionario que ha hecho la declaración que estoy comentando.

Los propietarios de los grandes diarios, de las grandes agencias, están interesados en sacar un interés a su capital. Sus ideas y principios -cuando los tienen- se subordinan inexorablemente a su interés comercial.

No se puede confundir prensa libre con la empresa periodística que persigue un negocio. Nosotros tenemos el más profundo respeto por los diarios que a través de nuestra vida nacional han salido a combatir por ideas, desde los diarios de los primeros gobiernos, o el dirigido por Manuel Belgrano, pasando por los jocosos periódicos de la época del padre Castañeda, y hasta los de las épocas de la organización, y si  bien con quienes dirigían el país y los periódicos podemos tener discrepancias ideológicas, es evidente que tomaban la empresa periodística como una manera de defender su pensamiento. Pero no podemos comparar eso con estos comerciantes que no bien tienen un conflicto cn sus obreros pretenden, a través de todo este movimiento internacional, que el gobierno se ponga al servicio de los intereses de los propietarios contra los servidores que hacen y han hecho su engrandecimiento"



John W. Cooke
El 16/3/1951
Publicado en "La Prensa. Cien años contra el país" - Luz y Fuerza, 1970