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sábado, 27 de octubre de 2012

Mocashines de abrir caminosh



Por Pepe Subizar *

Néstor vino a cambiar la historia. Ya lo sabemos. Vino junto, codo a codo, con Cristina. Prometían un país en serio. Y cómo cumplieron. Habíamos perdido toda perspectiva. Ofrecer un país en serio en aquel país vaciado, roto, desgajado y todo dado vueltas era –fue- ultrarecontrarevolucionario. Estas líneas son en primera persona porque –me parece- es una buena referencia. Nos permite tomar conciencia de lo que los procesos colectivos hacen en nosotros.


Yo no lo voté. Peor. Yo hice campaña en contra. Cuando me preguntaban, yo decía “¿cómo voy a votar al candidato de Duhalde con Scioli de vice?” Poco me duró. Mientras veía su asunción me di cuenta de que me había equivocado. Lo veía mezclándose en la Plaza con la gente como uno más en esa plaza a la que ningún político podía bajar, en esos días en los que “se tenían que ir todos”. Lo veía moviendo el bastón presidencial para acá y para allá, jugando como pibe al que le regalan lo que le había pedido a los reyes. Lo veía y lo escuchaba dando ese discurso de asunción en el Congreso. Y pensaba “me equivoqué”. Y tenía razón.

(Paradojas del destino. Al comienzo de la segunda década infame también me equivoqué. Mejor dicho, peor. No me equivoqué porque no pude. Estaba viviendo en Neuquén. Y no voté. Igual hacía campaña. Y decía por fin. Me preguntaban y contestaba “¿cómo no votar la revolución productiva y el salariazo contra el lápiz rojo de Angeloz?”. Me duró poco y no por virtudes de Angeloz. Mientras veía la asunción me di cuenta de que me había equivocado. Veía ese balcón con el tipo rodeado por Alsogaray y su hija, Isaac Rojas… y decía me equivoqué. Y tenía razón).

Lo más importante que hizo Néstor desde su gobierno fue la recuperación del campo simbólico. Más allá de cada una de las enormes medidas que tomó. Ese trabajo de albañil aplicado que pone cada ladrillo donde tiene que ir. Acomodando cada palabra con su significado. Arreglando ese teléfono descompuesto en que se había transformado la política – la condición política, la conducción política-.

Por aquellos días de 2003 no éramos muchos. Todo el tiempo, en cada lugar, la discusión con los compañeros era constante. “¿Y qué hizo? No hizo nada. Son solo gestos. No le cuesta nada”, nos decían. Pero esos gestos, eshos guiños de Néstor, eso “que no le costaba nada”, no había sido hecho por nadie antes. 

Nunca antes un presidente dijo vamos a hacer un país para todos. Y se puso manos a la obra a hacerlo.
Nadie antes había dicho yo no vine para dejar mis principios en la puerta de la casa de gobierno. Y los entró con él.

Nadie antes había iniciado su gobierno amenazado por el ¿diario? La Nazión con durar menos de un año si no cumplía con el pliego (que incluía el plan de gobierno que debía aplicar) que pretendió alcanzarle Claudio Escribano, el jefe de redacción del diario que Bartolomé Mitre fundó para contar la historia como él quería que fuera. Y terminó su mandato haciendo todo lo contrario. (Ellos sí tuvieron en claro quién era Néstor desde siempre).

Nadie antes había dicho esta deuda es injusta. Y decidió que esa deuda no iba a pesar sobre los hombros de su pueblo.

Nadie antes había dicho yo soy hijo de las Madres de Plaza de Mayo. Y las incluyó en cada una de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que encaró. Y que fueron su plan de gobierno.

Nadie antes había dicho esta Corte Suprema es una vergüenza. Y la cambió por otra democráticamente construida.

Nadie antes tuvo una ministra de defensa. Nadie antes tuvo una ministra de economía.

Nunca antes un presidente pidió perdón como integrante del Estado por los crímenes que cometió la dictadura. Y lloró mientras lo decía.

Nadie antes dijo la dictadura no tiene lugar en nuestras fuerzas armadas. Y bajó los cuadros en el colegio militar.

Nadie antes dijo la iglesia asesina no tiene nada que ver con nosotros. Y mandó al  capellán militar Baseotto a buscar trabajo digno (que por supuesto no consiguió).

Nadie antes tuvo unos mocasines que reflejaran tan fielmente cuan el pueblo era.

Nadie antes le había dicho al rey de España yo no puedo decirle su majestad.

Nadie antes había dicho el de Estados Unidos no es nuestro proyecto. Y le dijo no al Alca y se juntó con sus amigos Hugo y Lula para refundar y fortalecer el proyecto de Patria Grande que pensaron San Martín y Bolívar.

Nunca antes un presidente había dicho somos todos iguales. Y cuando fue legislador impulsó y votó la ley de matrimonio igualitario.

Nunca antes un presidente fue compañero de su pueblo.

Nunca antes alguien bajó un cuadro para crear miles. (Néstor hiciste florecer mil flores).

Nunca antes un presidente electo le había pasado la banda presidencial a una presidenta electa.

Nunca antes un presidente le dijo asesinos a los asesinos.  Y se puso al frente de la investigación por el crimen de Mariano Ferreyra. Y aportó el primer testigo contra Pedraza.

Nunca antes alguien había puesto el corazón en construir un país más justo. Y se le había roto en eso.

* Publicado en/por Identidad Colectiva
http://www.identidadcolectiva.com.ar/

lunes, 8 de octubre de 2012

Eterno resplandor

"Como siempre, a mí me corresponde contextualizar, hacer un esfuerzo por contextualizar la pregunta que, por supuesto, es puntual ¿Propuesta preguntas tú, salir de la crisis, Grupo de Amigos? Okey.

Mira, comienzo por decir - recordando a Antonio Gramsci- que en Venezuela hay verdaderamente una crisis, pero es una crisis histórica.

Gramsci -como ustedes saben- decía que una crisis es verdadera cuando en un país, en un lugar, en una sociedad hay algo que está muriendo y va a morir, pero aún no termina de morir y, al mismo tiempo, hay algo que está naciendo y va a nacer, pero aún no termina de nacer, ahí hay una crisis histórica. Eso está ocurriendo en Venezuela.

Esa crisis comenzó hace más de 20 años en Venezuela; no es una crisis de ahora, de diciembre o de este año 2002, es una crisis profunda, estructural, terminal de un tiempo, de una época, es una crisis epocal, y yo tengo la impresión de que el mundo está entrando en una crisis también epocal. La fuerza que ha tomado el Foro de Porto Alegre es evidencia de ello. En todo el mundo estamos viendo fenómenos que a veces nos sorprenden, en Europa, en África, en Asia, en Oceanía, en América Latina.

No es a través de una propuesta de un grupo de países, o de un grupo de amigos, o de un club de señores como va a solucionarse la crisis en Venezuela. No, la crisis en Venezuela se solucionará cuando lo que va a morir termine de morir y lo que está naciendo termine de nacer ¿A qué me refiero? Aquí está una constitución, más que una ley, este es un proyecto político, un proyecto ético, antineoliberal es esta Constitución. Es que la propuesta alternativa que en Venezuela nació hace más de una década, ahora se hizo Constitución. Aquí hay una propuesta política de una democracia no meramente formal y falsa, como la que tuvimos en Venezuela durante mucho tiempo, una democracia de careta, pues, un disfraz; aquí hay un nuevo modelo político -decía- democrático, de una democracia participativa, mucho más que meramente representativa; pero eso está apenas comenzando; darle  poder al pueblo, darle poder al pueblo. No se trata de 'todo el poder para los soviets'; no, pero es poder para el pueblo.

Yo estoy convencido, hermano, de que la única forma de acabar con la pobreza es dándoles poder a los pobres, no dándoles limosnas a los pobres; dándoles poder de tomar decisiones y de impulsar su propia salida, una democracia participativa, entonces, un nuevo modelo económico de democracia económica y de redistribución equitativa del ingreso nacional.

Tenemos en Venezuela un 80 por ciento más o menos de pobreza, es la pobreza del siglo XX, y un país con tanta riqueza, no solo el petróleo, muchas otras riquezas; pero con solo el petróleo...

Un intelectual venezolano, muerto hace pocos años, el doctor Uslar Petri, un eminente intelectual y escritor, calculó y escribió, y dijo: 'En Venezuela se evaporaron recursos financieros, en la última mitad del siglo XX, equivalentes a 15 planes Marshall', y son los recursos provenientes del petróleo. Una cosa horrorosa, cómo en un territorio tan rico, vive un pueblo empobrecido.

Entonces, aquí, hasta que no termine de aplicarse este modelo, no habrá solución definitiva a la crisis histórica que en Venezuela está ocurriendo.

Ahora, tú me preguntas de algo puntual, la situación actual.

La situación actual en Venezuela tiene que ver, por supuesto, con lo que yo he estado planteando: una elite económica, una elite que dominó el país durante muchísimo tiempo, digamos, durante el siglo XX, se adueñó del poder, se resiste a los cambios que aquí están contenidos por decisión popular (muestra la Constitución).

Debo decirles que esta Constitución es una de las pocas, creo que la única -creo que es la única, y si no es la única, es una de las pocas en el continente- que fue aprobada en referéndum nacional; no fue hecha por un congreso, fue elaborada por una Constituyente y luego sometida a un referéndum nacional, donde votaron millones y más del 80 por ciento la aprobó y dijo 'Sí' al proyecto constitucional. Es la más legítima Constitución que hayamos tenido en 200 años de historia republicana.

Ahora, las elites económicas, sobre todo económicas, y las elites sociales, alguna parte de ellas, se oponen ahora al proyecto y han tomado la vía del golpismo y del fascismo.

He dicho hace poco que el fascismo es la fase superior del neoliberalismo; así como Lenin dijo que el imperialismo es la fase superior del capitalismo, el fascismo es la fase superior del neoliberalismo.

Ahora, esos grupos privilegiados, histórica y económicamente, han comenzado a desatar, desde el año pasado -hace más de un año-, todo un plan desestabilizador golpista y terrorista también, que ya dio un golpe de estado en Venezuela y me sacó del gobierno por 47 horas, y estuve en prisión -como ustedes saben- y fue el propio pueblo el que se fue a las calles por millones y pulverizó el golpe, y los militares patriotas.

Luego, han comenzado, después del golpe se reorganizaron, porque el apoyo más grande que tienen, además  del dinero, que han invertido miles de millones de dólares en esta campaña, son los medios de comunicación, las televisoras privadas, a las cuales el pueblo llaman los cuatro jinetes del Apocalipsis; unas televisoras que no están cumpliendo con la función noble de informar,  no, están cumpliendo con la perversa misión de conspirar y desestabilizar contra un país, contra un Estado, contra una ley, contra una república. Ese es el gran apoyo que tienen los sectores golpistas.

Entonces, están presionando. La última cosa que se les ocurrió fue tratar de parar la empresa petrolera, imagínate, el corazón económico del país, y lanzaron un plan de sabotaje integral: sabotearon los barcos, sabotearon los puertos, sabotearon sistemas de distribución de combustible, pararon las refinerías, sabotearon los pozos petroleros, y Venezuela, que produce casi 3 millones de barriles diarios de petróleo, llegó en diciembre a un momento en que dejamos de producir, ¡cero! Ahora estamos poco a poco recuperando y ya estamos por 1.300.000 barriles -aquí está el Ministro que tiene cifras mucho más detalladas-, pero nos falta todavía una cuesta por remontar. Eso nos ha hecho un daño terrible al ingreso nacional, de más de 3.000 millones de dólares en diciembre y en lo que va del mes de enero, lo cual nos pone en dificultades para comenzar el año, dificultades fiscales.

Se ha incrementado la fuga de capitales, de tal manera que he tomado la decisión, en conjunción con el Banco Central, de suspender la venta de divisas y de establecer un control de cambio a partir de la próxima semana, y luego el gobierno introducir, ante la Asamblea Nacional, un proyecto de ley, prácticamente el proyecto ATTAC, es decir, para imponerle un impuesto - valga la redundancia- a la fuga de capitales y al movimiento de capitales especulativos.

Como tú ves, el problema es mucho más complejo que como para decir 'elecciones ya'; no, esa no es la solución. Yo he dicho: Nosotros, que estamos empeñados en la democracia y en construir una república verdadera, tenemos que derrotar el golpismo, derrotar el fascismo, derrotar el terrorismo, siempre en el marco de la Constitución y las leyes, y luego, la dinámica política irá dando las propias soluciones.

Para quienes andan por allí desesperados diciendo 'elecciones ya', hay que decirles: Es imposible, porque eso no está previsto en la Constitución, sería un golpe de Estado. La única forma de que en Venezuela haya 'elecciones ya' es que yo sea derrocado, como fui derrocado en abril y había convocado ellos a elecciones para creo que dentro de seis meses, desde abril; ya las hubieran hecho si el plan golpista se hubiese consolidado. No hay forma en Venezuela de hacer  'elecciones ya'.

A los que dicen 'referendum ya', hay que decirles: 'Bueno, si, aquí hay la figura del referéndum, pero no es ya', hay que esperar hasta que se cumpla la mitad del período, que se cumple en agosto, para que la oposición pueda, recogiendo firmas -ellos pueden, si recogen el 20% de los inscritos en el registro electoral-, presentar al Consejo Electoral una solicitud de referendum revocatorio.

También debo decirles que es, creo, la única Constitución de América -no se si en el mundo hay otro ejemplo- en que el pueblo puede, a mitad del período revocarle el mandato al Presidente, al gobernador o al alcalde.

La única alternativa electoral de corto plazo en Venezuela para el mandato presidencial es el referéndum  revocatorio. La oposición tendría que intentarlo recogiendo firmas, repito, el Consejo Electoral entonces convocaría a un referéndum nacional. Es muy sencillo. Ahora, ellos tiene que seguir el camino que señala la Constitución, no es que vamos a ponerle entonces al Presidente o al país un revólver en la frente y a decirle: 'elecciones ya'; no, de esa manera no, porque es violar la Constitución. Así que así están las cosas.

Hay un grupo de países que se ha conformado, yo lo he dicho, de una manera un poco precipitada, pero bienvenido, en todo caso. Brasil ha asumido el liderazgo allí y eso nos parece muy positivo. Se ha incorporado un grupo de países del continente y de Europa también, han estado recibiendo información nuestra. Estuvo mi Canciller en Washington hace dos días reunido con este grupo de países, con los cancilleres; han recibido un documento que envió el presidente Carter, a quien nosotros invitamos a Venezuela hace varios meses par que sirviese de facilitador en el diálogo con la oposición, y Carter ahí recoge el referéndum revocatorio.

Yo he hablado con él en Caracas y le dije: 'Perfecto, Presidente, ese documento suyo, yo estoy de acuerdo con que usted lo presente, porque es lo que señala la Constitución nacional'.

Esas serían las reflexiones que te hago en torno al momento que estamos viviendo. Pero, insisto, en Venezuela, no es que estemos enfrentando a una oposición democrática, no, lamentablemente no es así, ojalá fuese así; en Venezuela un gobierno legítimo y democrático está enfrentando a una oposición que tomó los caminos de la conspiración, del fascismo y hasta del terrorismo, porque qué puede ser sino terrorista una oposición que se dedique a sabotear la empresa petrolera, a evitar que le llegue la comida a los venezolanos; a sabotear las plantas de procesamiento de leche para que no haya leche para los niños ni para la población, eso no tiene otro nombre que terrorismo. Entonces, estamos enfrentando un  moviemiento  terrorista, y lo estamos derrotando en el marco de la Constitución.

Muchas Gracias." 

Hugo Chávez Frías
25 de enero de 2003
Porto Alegre, Brasil

domingo, 23 de septiembre de 2012

Apasionados

"El error del intelectual consiste en creer que se pueda saber sin comprender y, especialmente, sin sentir ni ser apasionado (no sólo del saber en sí, sino del objeto del saber), es decir, que el intelectual pueda ser tal (y no un puro pedante) si se halla separado del pueblo-nación, es decir, sin sentir las pasiones elementales del pueblo, comprendiéndolas y, por lo tanto, explicándolas y justificándolas por la situación histórica determinada (...) No se hace política-historia sin esta pasión, sin esta vinculación sentimental entre intelectuales y pueblo-nación. En ausencia de tal nexo, las relaciones entre el intelectual y el pueblo-nación son o se reducen a relaciones de orden puramente burocrático, formal; los intelectuales se convierten en una casta o un sacerdocio."


Antonio Gramsci
En "El materialismo histórico y la filosofía"
de Benedetto Croce
Buenos Aires, Nueva Visión, 2003
Tomado del facebook Cuadernos de la cárcel

Oliverias verdades

No creen.
No creen en nada
más que en el moco hervido,
el ideal,
chirriante,
de las aplanadoras,
en las agrias arcadas
que atormentan el éter,
en todas las mentiras
que engendran las matrices de plomo derretido,
el papel embobado
y en bobina.

Oliverio Girondo
Hay que compadecerlos
En Persuasión de los días (1942)

Decí alpiste


viernes, 10 de agosto de 2012

AAAsesinos


Este blog repudia las amenazas contra el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.

Toda mi solidaridad con Gabriel Mariotto.

(La pintada apareció ayer -9/08/2012- en La Plata y la foto tiene el crédito de Eva Cabrera)

viernes, 20 de julio de 2012

Amigos


Por Rodolfo González Arzac *

Martín Galli y Héctor García se conocieron hace diez años de una manera absurda. Martín tenía 26, el pelo largo y con trenzas. Héctor, "el Toba", el pelo negro con un mechón blanco que delataba sus 48. Martín había viajado desde Haedo hacia el centro porteño impulsado por la rabia. El Toba, había caminado de Congreso hasta el Obelisco con una mochila en la espalda cargada de libros, empujado por una certeza breve: que tenía que estar ahí. Y a las siete con veintiún minutos de la tarde, ese 20 de diciembre, sobre la Avenida 9 de Julio, los dos quedaron atrapados en la misma escena. Nueve hombres bajaron de tres autos. Dispararon para todos lados. Martín cayó al suelo. Una bala le entró por la zona trasera izquierda de la cabeza y se detuvo en la zona frontal derecha. Tenía los ojos cerrados. Un hilo de baba grueso y largo extendido entre la boca y el pecho. El Toba se puso en cuclillas, le inclinó la cabeza, trató de reanimarlo. Un patrullero llegó y varios hombres bajaron y volvieron a disparar, esta vez con balas de goma. Los libros de el Toba amortiguaron el impacto. El Toba le tomó a Martín el pulso. Le hizo respiración. Lo sacó de un infarto. Paró un auto. En el viaje al Hospital Argerich, lo salvó de otro paro cardíaco con una piña en el corazón. Los médicos lo terminaron de resucitar. La bala, sin embargo, por las dudas, desde entonces, se quedó donde estaba.

EL EMPATE. -Cuando yo lo vi a este tipo en el piso, no sé cómo, porque no se parece en nada y yo no soy creyente, pero pensé que era Jesucristo: con las rastas, la barba, tirado. Era Jesucristo-repite ahora, tanto tiempo después, el Toba, en su casa en Ezeiza, después de una abrazote con Martín, que lo mira y lo escucha: y revive. 
La segunda que vez que se vieron, Martín ya estaba en la casa de sus padres en San Justo. Tenía la cabeza rapada y vendada. Estaba en una silla de ruedas, boleado. No podía hablar. Balbuceaba. Lo único el Toba le pudo decir fue:
-Para atrás ni para tomar impulso, dale para adelante.
Pero se siguieron viendo. Habían quedado unidos por ese rato de esa tarde crucial para los argentinos, esos minutos todavía más decisivos para ellos. Y, sin embargo, necesitaron un pacto para poder seguir así, hermanados.
-En una época discutíamos mucho. Porque para él, y más que nada para su familia, yo era el salvador. Y para mí eso era una carga. Me agradecían. Se ponían a llorar. Y un día nos fuimos a un bar. Y le dije: "Vamos a poner las cosas en claro. Hay en el aire una cosa como que vos y tu familia me deben algo. Y vos no tenés una idea lo que significa para mí haber podido hacer algo por vos. Yo cargo una culpa. La culpa de la década del setenta. Yo fui el que le dije a mi hermana, que tenía su vida arreglada, que venga a una reunión. Y hoy mi hermana no está. Y yo no pude hacer nada. Y así como mi hermana, mi cuñado, cientos de compañeros desaparecidos." Y le propuse que nos pusiéramos de acuerdo: que el partido estaba empatado.
Martín aceptó. "Está bien, estamos empatados", le dijo. Y, por un tiempo largo, viajó cada fin de semana del oeste a Ezeiza a pasar un rato con el Toba y su familia. Con el hombre que lo había salvado. El mismo al que él, sin darse cuenta, había ayudado a rescatar de sus pesadillas.
EL PASO DEL TIEMPO. Martín y el Toba anduvieron juntos de acá para allá. Contando su historia. Pidiendo justicia. Viéndose, primero dos por tres, después un poco más espaciado. En los primeros meses, juntos, trabajaron un tiempo con Miguel Bonasso en la construcción del Partido de la Revolución Democrática. Después, Martín se abocó a lo suyo: la música, la literatura, el empleo que le habían conseguido en una biblioteca de la Ciudad de Buenos Aires. Dejó la carrera de Historia, cansado de que le pregunten por la bala que todavía llevaba (y que aún lleva) en la cabeza. Se casó. Tuvo dos hijos. Empezó a cursar una carrera de bibliotecario. Escribió cuentos. Creció.
Al Toba las cosas se le dieron distintas. Dejó de enseñar en la escuela. Trabó una suerte de amistad con Néstor Kirchner. Nunca pensó en ser funcionario, aunque militó desde los 16 años. Hasta que alguien le dijo lo bueno que sería tocar la puerta y que del otro lado hubiera un compañero. Y se convirtió en secretario de Trabajo del municipio de Ezeiza (y en el hombre del presidente en el partido). Tuvo otra hija. Y también, hace no tanto, una enfermedad, que de un día para el otro le diagnosticaron, que lo llevó al quirófano y lo dejó 92 días sin comer, convertido en un esqueleto con vida. Ahora está mejor. El intendente de Ezeiza, pocos días atrás, lo mudó de despacho: lo acaba de nombrar asesor de su gobierno.

LA BRONCA. -Más de 30 argentinos murieron. Hay padres, hay hermanos, hay hijos que no tienen respuesta. Estamos hablando de diez años. Y todavía no se hizo el juicio oral. No aprendemos más. Y yo acuso y culpo a la justicia. Es una justicia dormida, parte del genocidio de siempre -dice el Toba.
-Es el poder que más oculto está. No le podés entrar por ningún lado. El juez de la causa, cuando toma la causa después de que Servini de Cubría la deja aduciendo estrés, dice el primer día que tiene elementos para procesar a De la Rúa. Y a los siete meses, lo desprocesa, no tiene prueba, nada -agrega Martín.
-A mí me mandaron al médico legista para que vea los tiros que me habían dado con los proyectiles de goma, un año y medio después. Y antes habíamos tenido la reconstrucción. Veinte cuadras a la redonda no había un solo policía. Estaba en manos de la policía. Estuvimos desde las nueve de la mañana hasta la una de la mañana. Y pasaban coches. Y en uno de esos coches estaba el tipo que me había tirado a mí. Quería salir de testigo. Cuando me disparó era subcomisario. Y ese día ya era comisario. Lo habían ascendido. Encima, al final, cuando leen el acta, nada de lo que habíamos dicho estaba -se encabrona el Toba.
-La presidenta dijo el otro día que la justicia tarda pero llega. Uno ya está entrenado. No le hace bien al país. La Justicia es justicia en la medida que sea pronta. Pero a pesar de esto hay un nuevo paradigma, una nueva forma de interpretar la realidad en el país. Yo tengo una actitud militante. Creo que este es un frente más que va a tener el gobierno-señala el Toba, que no duda en definirse orgulloso como parte de "la mierda oficialista".  
-Yo siempre abrigo esperanzas. Pero es increíble que hayan pasado diez años. Y la herida siempre va a estar. Uno la puede mitigar. Pero que te hayan querido asesinar es algo que no se supera. El aliciente para esa herida es la justicia. Que se resuelva. Yo no quiero pena de muerte. Quiero que en el tribunal las dos partes presenten sus pruebas y de ahí salga una sentencia. Eso es lo que estoy pidiendo -concluye Martín, cansado. Pero con reservas para seguir dando la pelea. Donde haga falta.
Un día le dije a Martín: "Hay en el aire una cosa como que vos y tu familia me deben algo. Y vos no tenés una idea lo que significa para mí haber podido hacer algo por vos. Yo cargo una culpa. La culpa de la década del setenta. Yo no pude hacer nada por mi hermana..." Héctor García, "el Toba".
"Es increíble que hayan pasado diez años. La herida siempre va a estar. Que te hayan querido asesinar es algo que no se supera. El aliciente para esa herida es la justicia. Quiero que el tribunal dicte sentencia. Eso es lo que estoy pidiendo."  Martín Galli.


*Publicado el 19/12/2011 en Tiempo Argentino
(http://tiempo.infonews.com/notas/dia-que-toba-y-martin-sellaron-su-amistad-medio-de-las-balas)