-I-
Los actuales procesos destituyentes en Suramérica comenzaron en 2005 cuando quedó clausurada la posibilidad de que Estados Unidos sostuviera al ALCA como política para el continente sur.
Desde entonces, cada uno de los países suramericanos han sido víctimas permanentes de intentos de lo que se conoce como golpes blandos (procesos destituyentes post-Alca).
Así, puede percibirse un hilo conductor -que los medios hegemónicos conocen pero no muestran- entre los levantamientos de los terratenientes blancos bolivianos contra Evo Morales y los cortes de ruta desabastecedores e inflacionarios de la oligarquía agrosojeraganadera de 2008 en Argentina;
Entre los desabastecimientos, a principios de 2015, en Venezuela y la devaluación, a comienzos de 2014, en Argentina, producto de una corrida planificada con el objeto de desestabilizar la cotización del dólar;
Entre las denuncias de corrupción en Petrobras y la instalación mediática de un Brasil, en manos de Dilma, caótico en los días previos al Mundial de fútbol de 2014 y la instalación de una Argentina con inseguridad jurídica y política tras la muerte del fiscal Alberto Nisman.
-II-
Alberto Nisman, por entonces fiscal de la causa AMIA, aparece muerto en su departamento de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires, el 18 de enero de 2015.
La relación de Nisman con los servicios de inteligencia data de, por lo menos, su participación en el juicio por el compamiento del Regimiento de La Tablada.
Es de allí que Nisman conoce a Raul Pleé. Pleé fue uno de los fiscales que convocaron a la marcha del 18 de febrero de 2015. Pleé también tuvo relación con los servicios de inteligencia.
También desde el juicio por la toma del Regimiento de Nisman se vinculó con Santiago Blanco Bermúdez. Blanco Bermúdez es el abogado que representa al ex integrante de la secretaría de inteligencia Antonio Stiusso en las convocatorias que le realizó la fiscal Viviana Fein que investiga la muerte de Alberto Nisman. Blanco Bermúdez integró la SIDE.
-III-
La operación de intento de desestabilización contra el gobierno argentino que tiene como mascarón de proa al fiscal Alberto Nisman, su denuncia y su muerte, comenzó el 16/12/2014 con el nombramiento de Oscar Parrilli como jefe de la secretaría de inteligencia con el objeto de reformular la inteligencia estatal y presentar una nueva ley de inteligencia.
El segundo hito en el intento de golpe blando (intento destituyente post Alca) es la presentación en público, el 14 de enero de 2015, de la denuncia de la que se hace cargo el fiscal Alberto Nisman contra la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, su canciller Héctor Timerman y un grupo de militantes de distintos sectores afines al gobierno nacional.
El tercer hito es la aparición sin vida del cuerpo de Nisman el 18/1/2015 en el baño de su departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero en la ciudad de Buenos Aires.
El cuarto hito es la marcha del 18 de febrero de 2015 organizada por un grupo de fiscales bajo la excusa de realizar un homenaje a Nisman y un pedido de justicia para una muerte a la que califican como asesinato.
En la actualidad, el plan desestabilizador se desarrolla con la instalación de dos premisas:
1) El gobierno nacional presiona a jueces y fiscales para que den por caída la denuncia de Nisman.
2) El gobierno nacional presiona sobre la investigación sobre las causas de la muerte de Nisman para que el caso no se esclarezca.
Desde allí vehiculizan una misma instalación mediática: el gobierno nacional no es democrático. No respeta la división de poderes. Impide el desarrollo de la justicia. Es legítimo buscar su caída.
A toda la operación la realiza el mismo tándem: Los servicios desplazados por el gobierno nacional de la secretaría de inteligencia y los medios hegemónicos con cabeza en el grupo Clarín.
Desde 2005 los golpes blandos en Suramérica se tejen en conjunto. Como siempre. De la urdimbre se ocupa el imperio y de la trama los medios hegemónicos.
Ahora el Pato Donald también usa telar.