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miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Dos años?


¿Notaron que no miran la bandeja?
Se miran entre ellos.
Eso es más que respeto
(Propio de jugador que te va a hacer un foul, no mira la pelota, mira al jugador)

Ya lo dijo el de más a la derecha en la foto 
"Tenemos que dejar de robar dos años"

(En el ¿diario? La Nazión del 7/2/2013 pg. 6)  

martes, 27 de noviembre de 2012

Fotografías



Por Horacio González*

Al juez Thomas Griesa le gusta fotografiarse. Es lógico, debe cumplir con una dimensión importante de la función pública, que es la publicidad de su figura, con la postura de una foto oficial. Hay fotos y fotos. La foto oficial es otra cosa. Se la prepara, la toman especialistas, debe hacer brillar la solemnidad y la gallardía del poder. Sin excesiva arrogancia y también sin falsos escrúpulos que parezcan un festejo de la informalidad. Pero veamos a Griesa: su fisonomía dice mucho... o lo dice todo. Es un rostro que pertenece a una cultura. Aunque no necesariamente agota todas las posibilidades de la cultura norteamericana. Basta comparar su foto con fotos de Faulkner, Kerouac, el mismo Henry Fonda. O si no, Marlon Brando. Claro, son actores o escritores. Pero en sus rostros está expresada una indeterminación, una apertura a la dificultad de la existencia. Pero en Griesa no. Solo hay determinación, un arquetipo que parece surgido de un comic. Algo que informa que estos rasgos sumarios de una fisonomía pueden albergar las formulaciones más demoledoras de una cultura jurídica.

Es un rostro enjuto, tomado por una ancianidad que casi es un mecanismo de voracidad y astucia. Al lado de la bandera norteamericana, toma tal envergadura arquetípica, que es en sí mismo un llamado imperial, una convocatoria belicosa con su martillo de madera reposando amenazador en el pupitre. Parecería la estampa misma de un encorvado dicterio, de un úkase patriarcal pronunciado desde lo alto y hacia el vacío. Un reposado mundo jerárquico se desprende su figura, como vieja concepción del mando imperial. En las fotos esto aparece como un resplandor subrepticio, pero notable.

Todos podemos verlo. En esa mirada levemente irónica desfilan como luminarias inertes las antiguas guerras de conquista. Vemos la expansión contra México, la guerra contra España para controlar Cuba, las acciones de todo el comienzo del siglo XX sobre Nicaragua, las intervenciones sobre el resto del planeta, las que podríamos considerar las más injustas, pues brotaban de cálculos geopolíticos y económicos de secretos gabinetes de intrusión. En esa mirada lejana, como ensoñada, en su vejez recalcitrante, podemos ver en Griesa –hombre de Kansas, de Harvard, del Sistema– también la brumosa figura de un Braden. Pero no veremos la de Humphrey Bogart. Sí la de un John Wayne. No la de un James Dean. La cultura norteamericana, tan compleja como es, con su propensión a grabar fuertes imágenes en la mirada de la humanidad, que supo llamar Nación a su enorme variedad cultural, queda confinada en ese rancio octogenario que convoca a la destrucción escribiendo actas judiciales que casi son órdenes misilísticas.

Cada una de sus fotos, con toga o sin toga, con bandera norteamericana o sin bandera norteamericana de fondo, con media sonrisa o gesto adusto de burlona rapacidad, en un balcón neoyorquino o rodeado de libros de leyes encuadernados –sí, le gusta fotografiarse– es un retrato condenatorio de la civilización que han creado los Estados Unidos de América. De su aspecto humanamente más fracasado. Ningún rastro aquí de la tradición del fiscal, del juez que juega su cargo en una denuncia, del sheriff valiente que no se doblega ante los sátrapas de turno. Es la gran tradición liberal norteamericana. Está en su cine, su literatura: Doce hombres en pugna; Casablanca; Los días del Cóndor; Shane, el desconocido; La jauría humana; JFK; A la hora señalada; Citizen Kane. En el cortejo cruento que pasa ante a mirada atemporal de Griesa, están los masacrados por tormentas en el desierto o en prisiones como Guantánamo. Sueña este hombre, que sale de las emisiones más lúgubres de las voluminosas fuerzas antidemocráticas de la sociedad norteamericana, que puede enfrentar sociedades más débiles desde lo alto de una cumbre judicial abstracta, con dictámenes escritos con garras, tan diferentes de las plumas que emplearon Jefferson o Luther King para escribir sus documentos. Sueña que abre sus alas y transfigura su despacho, queda su cuerpo hecho famosa ave funesta y restan solo sus ojitos entrecerrados, que picotean en los recuerdos de sus hazañas jurídicas bajo el tambor regimentado de la especulación financiera más oscura de la historia de la modernidad.

Gozosamente cadavérico, picoteando basurales de la historia, su imagen concita el repudio de los pueblos, por reasentar las formas intrincadamente más oscuras del capitalismo norteamericano. Esa mejilla hundida, ese mechón a veces peinado y a veces despeinado. Sin duda habita un sarcasmo ahí, un supremo placer de daño que no es diferente del que presidió los momentos más oscuros de la nación norteamericana. Quizá sea cariñoso con sus nietitos, pero en estas imágenes bate alas su condición depredadora. El pueblo norteamericano debe también saber verla, porque al hacerlo conocerá también qué es lo que debe ser alejado de su propio tejido moral e intelectual.

* Sociólogo, director de la Biblioteca Nacional.
Publicado el 27/11/2012 en Página/12 como"Fisonomía de Griesa" 

martes, 11 de septiembre de 2012

Qué buena pregunta


Hoy en el ¿diario? La Nación aparece publicada en la página 11 de su cuerpo central esta solicitada que firma José Manuel de la Sota.
Ahí quien está al frente del ejecutivo cordobés se pregunta:
 
Pero un gobernador que no defiende a quienes representa, ¿para qué sirve? 
 
¡Qué buena pregunta para que conteste él mismo!

Como pedían en una  fm cordobesa tiempo atrás
 
"¡Maniféstate Demonio!"

lunes, 13 de agosto de 2012

Rueda de reconocimiento


¿Quién es?

(Asociación ilícita: grupo de individuos constituido con el objetivo de cometer un acto contrario a la ley, ya sea un ilícito civil o un delito sancionado por la ley penal)

Foto aparecida en LNR 8/07/2012

martes, 3 de julio de 2012

O el día de la marmota

"El Presidente decidió cortar la discusión pública y quitarle poder real al vicepresidente. Relevó a la cúpula de Turismo, una secretaría presidencial, y ahora el vice quedará relegado a su función constitucional de presidir el Senado. Scioli, que no fue recibido ayer por Kirchner, consiguió apoyo en Chiche Duhalde.

–¿Entonces qué hacemos? –Le vamos a sacar la caja.

La conversación, bien cruda, tuvo como protagonistas a Néstor Kirchner y a dos funcionarios de su más extrema confianza. Poco después, la sanción a Daniel Scioli por desentonar con la filosofía del Gobierno tomó estado público: la remoción de la cúpula de la Secretaría de Turismo y Deporte, donde el vicepresidente era amo y señor, además de supervisor de su suculenta partida presupuestaria. Dicho de otro modo: se decidió relegar al motonauta a la relajada pero ingrata tarea de tocar la campanita del Senado, lo que generó especulaciones sobre su continuidad en el cargo.

La embestida contra Scioli se fue pergeñando a lo largo del fin de semana. Pero terminó de definirse ayer en reacción a las apreciaciones del vicepresidente sobre la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y también sobre el eventual aumento de las tarifas de las empresas privatizadas. 

En la intimidad de la Casa Rosada consideraron que las declaraciones de Scioli a contramano de la filosofía de Kirchner no connota únicamente la búsqueda de un perfil propio sino también el armado de un poder paralelo cimentado en el establishment y una extraña combinación de menemistas y duhaldistas.

El jefe de gabinete, Alberto Fernández, quien suele nutrirse de encuestas sobre cada uno de los temas que aquejan al Gobierno, blandía ayer una del sociólogo Artemio López. Se trata del titular de la consultara Equis, un habitué de Balcarce 50, y quien recorrió los pasillos del poder el lunes por la noche.

'¿Cree que alguien está detrás de las afirmaciones de Scioli?', fue una de las preguntas de la muestra de 960 casos telefónicos de Capital y Gran Buenos Aires. La respuesta obtenida entre el 17 y 19 de agosto fue: 'Menem, 30 por ciento'; 'Nadie 27,6'; 'Empresas privatizadas, 15,4'; 'no sabe/no contesta, 13,4'; 'Otros 6,7'; 'Duhalde, 3,8'; 'Los militares 3,1'.

La percepción de Kirchner no difirió demasiado de lo que reflejaron esos números. Por eso no dudó en aplicar una 'medida correctiva' para disciplinar a Scioli, quien utilizó una frase poco feliz para oponerse a la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. 'En un país serio, el Congreso no anula sus leyes', había dicho el vice.

El lunes, Página/12 informó en exclusiva que una de las alternativas que barajaba el Gobierno era sacarle a Scioli el control de la Secretaría de Turismo y Deporte. Al día siguiente, este diario le planteó esa posibilidad al vice.

–Podrían desplazarlo del control de la Secretaría de Turismo, cuyo titular es un hombre de su confianza, Germán Pérez.

–La verdad, yo no creo que Presidente esté utilizando su tiempo para esas cosas. Realmente no creo que se maneje con represalias –contestó. Se equivocó. De todos modos, a esa altura sabía del revuelo que habían causado sus dichos. A tal punto que debió salir a poner paños fríos en cada uno de los temas conflictivos, con frases rayanas a la obsecuencia: 'Yo estoy a muerte con Kirchner, estamos más juntos que nunca'; 'soy un fervoroso creyente de la imprescriptibilidad de los crímenes de les humanidad', '¿cómo yo voy a estar propiciando el aumento de las tarifas?'.

De nada sirvió. Al recorte de poder, se sumaron gestos inequívocos de desautorización. El más elocuente ocurrió anoche, cuando Scioli buscó reunirse en vano con Kirchner. Dicen que el vice pretendía evitar su desplazamiento de la secretaría de Turismo, pero desde la propia Casa Rosada se apuraron en dar estado público a la medida.
Las tres horas de espera de Scioli fueron en vano. Kirchner informó que tenía la agenda ocupada. Y tras una reunión con el ministro de Planificación, Julio De Vido, se retiró.

–¿Hubo algún amague de renuncia? –preguntó este diario a un hombre del círculo áulico de Kirchner –No.

–Pero todo hace suponer que cualquier otro traspié de Scioli no haría otra cosa que abrir paso a su renuncia

–Todo puede ser –esbozó, como si el tema lo tuviera sin cuidado al Presidente.

La dificultad se trasladó al bunker del propio motonauta. ¿Con qué argumento renunciaría? ¿O acaso es una potestad del vice mover los hilos de la Secretaría de Turismo? 

Pasadas las 11 de la noche, el vicepresidente enfiló hacia la explanada para abordar su auto. En el camino, sólo regaló una frase. 'Sin comentarios, está todo bien.'

La tensión que se vivió ayer en la Casa Rosada se trasladó hacia el seno del justicialismo. Eduardo Duhalde, a través de su mujer Chiche, fue uno de los que salió a respaldar con más fuerza a Scioli.'Es un buen vicepresidente, es una muy buena persona, tiene personalidad y puede tener opiniones diferentes a las del presidente, y no es malo que eso suceda', dijo.

El duhaldismo no se privó de las habituales tertulias de los martes. Y con el ex presidente a la cabeza, hubo coincidencias en que no era momento de confrontar. 

–Se tienen que sentar, acordar, y dejarse de joder –dijo Duhalde, en alusión a Scioli y Kirchner, según admitieron algunos concurrentes al mitín de Avenida de Mayo. 

Hoy se podrá evaluar qué papel adoptará el ex mandatario en el conflicto. Si no hay cambios de agenda de último momento, Scioli debería compartir una recorrida por Ramallo y San Pedro con la propia Chiche, primera candidata a diputada en al lista de Felipe Solá.

Al fin y al cabo, fue la ex titular de Desarrollo Social quien sugirió para la fórmula presidencial el nombre del motonauta, ahora caído en desgracia.

Dejarlo sin el control de la Secretaría de Turismo y Deporte significa quitarle una caja millonaria. Sólo la Administración de Parques Nacionales, dependiente de ese organismo, maneja un presupuesto de 40 millones de pesos. El Gobierno ya había puesto la lupa sobre este área, donde 'soldados' de María Julia Alsogaray comenzaron un silencioso y gradual desembarco. Es pública la injerencia que tiene en Parques Nacionales la Fundación Vida Silvestre, creada por Francisco Erize, el ex marido de la polifuncionaria actualmente presa.
Con el desplazamiento del presidente y el vice de Parques, Sergio Zaragoza y Oscar Iriani, se espera ahora un cambio de política que, según los representantes gremiales del sector, hasta ahora no escapaba de la línea privatizadora que motorizó Alsogaray. 

En lugar de Pérez, Kirchner pondrá a Enrique Meyer, quien durante doce años ejerció como subsecretario de Turismo Santa Cruz. En lenguaje oficial, otro pingüino al poder.

Al abordar el tema el parte de la Casa Rosada apeló a los eufemismos. Mencionó, sin más, la decisión de 'reestructurar una secretaría que está bajo la conducción presidencial', como si el despliegue mediático del conflicto y hasta la intervención de la Iglesia, en este caso para bajar los decibeles del enfrentamiento, hubieran surgido producto de un mero capricho.

Fuera de micrófono la argumentación oficial fue la de un 'gesto de autoridad' hacia un vice que acumula viejos rencores entre los pingüinos, amén del consabido cortocircuito en materia de derechos humanos y tarifas.
Lo condenan por su pasado menemista y por no evitar al alineamiento del PJ porteño con Mauricio Macri, cuando es notorio el respaldo del Gobierno a la reelección de Aníbal Ibarra.

Lo condenan por su debilidad por los 'lobbies', e incluyen como parte de esa práctica su gira por España, donde mantuvo reuniones con el presidente José María Aznar y el rey Juan Carlos, además de un puñado de empresarios (ver aparte).

Lo condenan por su alto perfil, sobre todo para ponerse en las antípodas de Kirchner a la hora de hablar de la Corte Suprema, de Fidel Castro, de las negociaciones con el FMI y de cómo posicionarse frente al establishment.

–¿A Kirchner no le preocupa la posibilidad de estar generando una salida forzada de Scioli?–insistió este diario, sobre el filo de la medianoche, ante un conspicuo habitante de la Casa Rosada.

–Scioli ya es grande y sabe lo que tiene que hacer".

Diego Schurman
Página/12
20 de agosto de 2003

Scioli y la teoría del si pasa pasa


"El malestar en el Gobierno por las declaraciones del vicepresidente, quien criticó la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, fue inocultable. El presidente Kirchner impulsó la medida aprobada por Diputados.

El vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, el miércoles presidirá la sesión del Senado.

'Es muy cuestionable la anulación. No va a tener efectos jurídicos.' Con estas palabras, Daniel Scioli salió ayer a criticar la decisión de la Cámara de Diputados de declarar la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. La definición de Scioli podría tener cierta importancia: la semana que viene el Senado, que él preside, deberá ocuparse del tema. Sin embargo, la influencia política del vicepresidente es limitada, y ayer el Gobierno salió a apoyar la decisión de los diputados. 'En un país serio las leyes no se anulan', había dicho Scioli. 'En un país en serio no hay impunidad. Hay justicia y hay verdad', le respondió el vocero presidencial Miguel Núñez.

Scioli fue el único funcionario que se animó a cuestionar la votación. 'El Congreso sanciona, modifica o deroga, pero no puede anular leyes. No va a tener efecto jurídico; esto va a llegar a la Corte Suprema. Por lo tanto, esto no tiene efectos retroactivos y será el Poder Judicial el que termine definiendo. La opinión personal mía es que hay que dar el respaldo al Presidente (Néstor Kirchner) en cuanto al tema del tratado de la ONU', aseguró el vice, en relación a la decisión de la Rosada de adherir a un convenio sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad.

De todos modos, Scioli aseguró que no les corresponde comentar el tema. 'No quiero fijar mi posición con respecto a un tema que se va a tratar la semana próxima, por respeto a los senadores. Yo voy a facilitar el debate, como corresponde', agregó.

Scioli formuló estas declaraciones ayer, un día después de que la Cámara de Diputados, con los votos del PJ, el ARI, el Frepaso y la izquierda, declarara 'insanablemente nulas' las leyes de impunidad, sancionadas durante la gestión de Raúl Alfonsín para frenar las presiones militares. El proyecto pasó al Senado, que tiene previsto tratarlo en la sesión de la semana que viene: aunque Scioli, el titular del cuerpo, se definió en contra de la nulidad, la posición del Gobierno está más que clara. 

Ayer, en la presentación en la Casa Rosada del nuevo sistema de elección de jueces, Núñez respondió a las palabras de Scioli. Antes, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había formulado declaraciones en el mismo sentido. 'La Argentina recuperó la agenda del derecho; la democracia tenía una enorme deuda. Con esta decisión se abre la posibilidad de que esos hechos sean juzgados en referencia a los hechos realizados por los represores', señaló Fernández, el hombre de mayor confianza de Kirchner en el gabinete. Consultado por los argumentos sobre la supuesta incertidumbre jurídica que traería la nulidad, el funcionario fue terminante. 'La mayor inseguridad jurídica es que quien haya delinquido no sea juzgado', aseguró.

En general, la mayoría de los políticos coincidió con el jefe de Gabinete. 'Estoy orgulloso de la postura adoptada por nuestro bloque de diputados, porque el justicialismo puso las dos piernas del lado del futuro y sacó la que tenía en el pasado. Hay un intento serio en la Argentina de construir un país desde bases justas', evaluó el gobernador bonaerense, Felipe Solá, durante el acto de asunción del nuevo secretario de Derechos Humanos de la provincia, Remo Gerardo Carlotto, que se realizó en La Plata.

'El sentimiento fue que empezábamos un camino nuevo, de liberación, de posibilidades y de una lucha que tiene su triunfo en el mejor sentido', señaló Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo. 'La decisión comienza a corregir un poco el camino, es un paso para empezar a terminar con la impunidad' redondeó Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Aunque la mayoría de las voces fueron a favor, hubo algunos pocos que, como Scioli, cuestionaron la decisión de Diputados. Entre ellos el ex ministro de Justicia Jorge Vanossi, hoy primer candidato a diputado por la lista de Mauricio Macri. 'Hay mucha gente que va a pensar que si hoy han anulado una ley de este tipo, mañana pueden anular leyes de cualquier otro tipo, incluidas fiscales, económicas, sociales, culturales o de cualquierotro contenido, con lo cual ahí sí realmente el andamiaje del estado de derecho se nos viene abajo', criticó Vanossi, quien en 1983 fue el encargado de fundamentar la necesidad de anular la autoamnistía militar".

Página/12.
14 de Agosto de 2003.