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viernes, 7 de agosto de 2015

¿Por qué voto al FpV?


Por Nando Bonatto (*)

¿Porque voto al FPV aun cuando me cansé de putear a Scioli?
  
Un par de cosas al pasar.

Nos sacamos de encima al FMI, se le hizo un corte de mangas gigante a los acreedores internacionales, se terminó con el robo sistemático de los aportes de los trabajadores por parte de las AFJP y el Anses puede fondear tranquilo el pago a los millones de jubilados a los que se les aumenta dos el mínimo dos veces por año. No olvido la cara de aquellos a los que le pagaba descontado  el 13% y no tenía palabras para poder explicar porqué.

Voto por que el PAMI pese a sus falencias, funciona y brinda medicamentos gratis a quien lo necesita, cuando en tiempos de quienes pretenden volver llegaron a extremos de corrupción tan claros que un conocido médico, elevado  a la condición de santo laico por algunos, tomó la decisión de pegarse un tiro.

Voto al FPV porque frente al descalabro que una empresa española había llevado a Aerolíneas Argentinas hizo lo único decente que se podía hacer, como es nacionalizarla y conectar a todo el país a través de ella.

Voto al FPV porque como laburante recuerdo los casi  14 años que tuve el sueldo congelado hasta que Néstor terminó con esa vergüenza  y decretó el recomienzo de las paritarias.

Voto por la nacionalización de YPF reparando el daño producido al regalarla a un país como España no tiene ni gas ni petróleo.
Voto porque supe lo que es atender al pago de miles y miles  de Planes Trabajar como actividad principal en el Banco donde laburaba.  

Voto por Futbol para todos, voto por el plan de vacunación y las nuevas universidades.

Voto porque este gobierno llevo electricidad, agua, gas y cloacas donde antes no había al punto que el país cambio de arriba abajo y muchos ni se dan cuenta. 

Voto porque cuando caminaba por zonas fabriles abandonadas me daban ganas de llorar y hoy las veo abiertas.

Voto por la Asignación Universal.  

Voto porque hasta tenemos un satélite en órbita y se refuerzan  comunicaciones sin depender de nadie y ahorrando un toco de guita  
Voto por la bajada de cuadros y por la memoria de un tipo que se plantó frente a un jefe de ejercito y le dijo PROCEDA  y el coso se subió a un banquito y bajó el cuadro de Videla  

Voto porque se anularon los indultos y las leyes de obediencia debida y punto final.

Voto porque tengo muy presente que a los finales de los noventa y primeros años del dos mil había cincuenta mil marplatenses en el exterior, panorama que se repetía en todas las ciudades del país.

Voto porque se había perdido la autoestima como nación, tanto que se llegó a editorializar en los centros del poder acerca de que la condición para ser Ministro de Economía era NO SER ARGENTINO y la eliminación del peso adoptando el dólar como moneda fuera una posibilidad muy fuerte.

Voto porque cuando en el 2005 acá en Mar del Plata Néstor y Hugo hicieron que Bush se fuera con la cola entre las patas tuve que restregar mis ojos puesto que pensé que estaba soñando.

Voto porque siempre fui testigo del atropello o burla a la soberanía popular expresada en las urnas .Sea con golpes o traiciones la misma fue una ficción hasta que llegaron Nestor y Cristina, que con errores y desaciertos, aplicaron SU CRITERIO y no el impuesto por el Poder Fáctico como era lo usual hasta su llegada, y lo hicieron con tal convicción que en cada ocasión crítica optaron por la solución correcta.

Voto porque ellos me interpretaron al punto que cuando hablaron parecían estar diciendo exactamente lo que yo sentía y pensaba.

Voto también porque la convicción central de su gobierno  ha sido crecer con todos adentro, intentando terminar con el modelo exclusivista de 30 /70, un tercio adentro y el setenta por ciento afuera que es al que aspiran los liberales
Voto también con la certeza que si la reacción está de un lado mi posicionamiento es exactamente el contrario y si  bien me he equivocado mucho en mi vida, jamás forme filas junto con la Sociedad Rural y los editoriales de La Nación siempre me han producido indignación, bronca o carcajadas.

Lo voto porque por un momento pensé haber perdido el país y lo pude reencontrar.

Voto al FPV porque toda la exasperación, odio , autoritarismo que se le atribuye forma parte del cuerpo y alma de la reacción, habiendo pecado el kirchnerismo de ser demasiado estricto a la hora de respetar las formas, al punto que la Corte que ella mismo nombró se le hizo contra en forma casi inmediata. 

Si vos estas de acuerdo con muchas de estas cosas o parte de ellas,
pero te molestan algunos modos de Cristina  o porque mecha en sus discursos alguna frase en mal inglés, o porque le das entidad a las mil y un denuncias contra funcionarios kirchneristas de las cuales no se puede sacar otra cosa que humo…bueno…perdonáme, con todo afecto te lo digo, tenés que repensar muchas cosas.

¿Faltan cosas? ¿Otras se hicieron como el orto?  Mil y una...Mas aún, tengo diferencias de fondo en el tema salud y educación, creo que allí hay que dar un giro fuerte, en favor de lo publico y terminar con subsidios a la enseñanza privada y prebenda a Obras Sociales

Pero si no apoyara con todo al FPV por lo que falta, sería un pobre puñetero.

Voto a Scioli pese a no reconocer en su figura a “uno de los mios” como eran Néstor y Cristina. Lo voto pese a que su estilo y en especial el de Karina me produce rechazo, eso de la Primera Dama me subleva, puesto que no hay tal figura en nuestra Constitución Nacional. 

Y pese a ello lo voto con todas las ganas puesto que LA BRECHA ESTÁ ABIERTA Y NO SE PUEDE PERMITIR QUE SE CIERRE.


* Mar del Plata, agosto de 2015

viernes, 10 de julio de 2015

sábado, 30 de mayo de 2015

Proyectos de país (**)

Por Julio De Vido *


Para la fuerza política que desde el golpe de Estado de Rivadavia contra el bloque unionista e independentista sanmartiniano, en 1812, viene honrando y ejecutando a rajatabla la máxima de “el mal que aqueja a la Argentina es la extensión” y sus hijas dilectas “achicar el Estado es agrandar la Nación” y “civilización o barbarie”, para esta fuerza política de naturaleza reaccionaria, conservadora, antipopular, antidemocrática y antiargentina, la construcción de obras de infraestructura “monumentales” para el desarrollo y la consolidación del mercado interno, la industrialización, la ciencia y la tecnología funcionales a la autosuficiencia y la emancipación social y cultural, la modernización económica y la mejora progresiva de la calidad de vida de la población constituye una aterradora pesadilla. ¿Por qué?

Porque está en la sangre del mitrismo, histórico y presente, la lucha por una republiqueta en la cuenca del Plata de las dimensiones de una Alemania, una España o una Gran Bretaña, pero con una población reducida a un puñado de miles. Una republiqueta semicolonial aliada a los centros manufactureros de Europa y América del Norte, sometida a sus designios, eternamente productora de granos y carne, a su vez perpetuamente dominadora de las provincias constitutivas de la Argentina-Nación soñada por nuestros grandes libertadores. Intentaron, desde aquel mismísimo golpe de Estado de 1812, fundar una semicolonia para unos pocos, en detrimento del 99,9 por ciento de la población, población a la que por supuesto intentaron primero disminuir lo máximo posible a través de recurrentes genocidios de los que, vergonzosamente, al día de hoy, sienten orgullo y reivindican, como la Guerra de la Triple Infamia, los fusilamientos y el golpe de 1955, los 30.000 desaparecidos y el genocidio socioeconómico entre 1976 y 1983. Cinco millones de hermanos paraguayos –entre ellos millones de mujeres y niños– fueron masacrados por el fundador del diario La Nación; su “gesta”, por increíble que parezca, sigue siendo aplaudida y justificada desde sus páginas, de la misma manera que desde sus páginas también celebran y defienden hoy la autodeterminación de la población implantada por el colonialismo británico en las Islas Malvinas, en 1833.

Pero el pueblo argentino, si bien avasallado y ultrajado, pudo y puede más. Las intentonas separatistas del mitrismo fueron abortadas. Quedó no obstante, y producto de nuestra irresuelta cuestión nacional desde 1810, una Nación a medio tránsito de su definitiva emancipación, desigual y desbalanceada. En 2003, al asumir Néstor Kirchner la presidencia y retomar el programa histórico de una nación bajo el espíritu y los objetivos del Plan de Operaciones de Moreno y Belgrano, la ideología y el accionar de Artigas, San Martín, Bolívar, Dorrego, Rosas, Yrigoyen y Juan Domingo Perón, al asumir Kirchner en 2003, la Argentina estaba reducida a una atrofiada semicolonia, siquiera próspera, como en el Centenario, limitada geográficamente a la Avenida General Paz, como otrora habían soñado y luchado Rivadavia, Mitre y Tejedor. El presidente argentino, entre sus primeras obras de gobierno, se propuso reincorporar a la Nación a millones de compatriotas así como a provincias enteras, excluidos por la fuerza, no ya de los fusiles importados y financiados desde Londres, sino de herramientas de dominación maquinadas desde igual origen, pero aún más poderosas, como el empobrecimiento extremo, la dependencia, el endeudamiento y la colonización cultural.

En estos últimos doce años –record histórico de permanencia del pueblo en la Casa Rosada y del Jockey Club afuera de ella, que es donde debe estar–, con Néstor Kirchner y con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la República Argentina ha renacido en calidad de Estado nacional. La planificación de la Argentina como soñaron los verdaderos revolucionarios de Mayo y no los contrarrevolucionarios que desterraron a Mariano Moreno, maestros de quienes luego harían lo propio con Artigas, San Martín, Rosas, Yrigoyen y Perón, entre otros, la Argentina soñada por los revolucionarios de Mayo vuelve a ponerse de pie con obras de infraestructura masivas y hechos concretos a la altura del desafío bicentenario, a la altura de las necesidades de un pueblo históricamente postergado pero resuelto a hacerse cargo de su presente y su porvenir, a la altura de nuestro ingenio y nuestras capacidades, de la inmensa geografía, de las maravillosas fuerzas productivas deliberadamente obstaculizadas pero siempre latentes. En definitiva, se ha puesto de pie una Nación que avanza a paso de vencedores hacia su segunda y definitiva emancipación, como señaló en reiteradas oportunidades la Presidenta.

¿Cómo no comprender, pues, el rechazo profundo que le genera el mitrismo del siglo XXI, un gobierno popular, nacional y verdaderamente democrático que no sólo empuja los límites de la Patria a las fronteras políticas por todos conocidos sino que entiende, piensa y practica a la Patria desde la América del Sur, y desde el país profundo hacia Buenos Aires? ¿Cómo no comprender el terror que provoca al mitrismo contemporáneo –el de la aldea para un puñado de terratenientes, ganaderos y comerciantes– la realización de obras monumentales dispersas por toda la geografía nacional, con inversiones por centenares de miles de millones de pesos? ¿Cómo no comprender que aborrezcan de satélites propios quienes aplaudían llegar a Japón en una hora y media y a otros planetas desde bases espaciales en Córdoba, bases prometidas por la “civilización” occidental en función de nuestros buenos oficios como administradores de la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión? ¿Cómo no comprender el rechazo al relanzamiento del Plan Nuclear, a la terminación de obras energéticas para la inclusión social y el desarrollo federal, a la recuperación de YPF y su rescate de los españoles herederos del saqueo que siguió a la conquista y abrió nuestras venas por siglos? ¿Cómo no comprender el vacío que sienten al no ser gobernados por intereses foráneos, al no ser auditados por los técnicos del FMI, administradores de endeudamiento para la estafa y el desmantelamiento del nuestra justificación como Nación? ¿Cómo no comprender el odio que les genera a la nuevas generaciones de mitristas encontrarse en un país que exporta Molibdeno-99, reactores nucleares de experimentación, software y biotecnología, que promueve relaciones comerciales y políticas con potencias no tradicionales, cuando sus antepasados dieron su vida por un destino de granero del mundo?

4134 kilómetros de gasoductos en construcción con el Gasoducto del NEA; los más de 3000 kilómetros ya construidos y los 5800 kilómetros de líneas de alta y extra alta tensión igualmente instaladas; los miles y miles de kilómetros de rutas y autopistas nuevas; decenas de miles de kilómetros de fibra óptica que interconecta al país y lo ubica a la vanguardia regional en telecomunicaciones y tecnología de la información; las nuevas universidades y hospitales de alta complejidad públicos, así como los centros de medicina nuclear, parte de un plan nacional en esta especialidad médica inédito en la historia del país y latinoamericana; marcos regulatorios por doquier para fomentar un desarrollo genuinamente federal y con inclusión, bajo la protección de un Estado eficiente, promotor de la actividad privada de todo capital privado que quiera honrar a su pueblo (y no saquearlo); y ahora, a todo esto, más lo mucho que nos ha quedado sin mencionar, el centro cultural más importante de América latina y al nivel de los más prestigiosos del mundo.

¿Y qué responde a todo esto el mitrismo contemporáneo? ¿Qué responde a todo esto un mitrismo harto, agobiado y superado de pueblo, de soberanía, de consolidación de la autosuficiencia y la emancipación nacional? Lamentables y nuevas zonceras, como por ejemplo lamentarse del nombre del flamante centro cultural, justamente ellos, que tienen a un Mitre y a un Rivadavia en la abrumadora mayoría de las calles, avenidas, paseos y espacios del país, próceres de la semicolonia y la barbarie genocida e institucional que puso al pueblo de las Provincias Unidas al borde del abismo en más de una oportunidad; se quejan del nombre ellos, los que al día de hoy y en el emporio oligárquico robado a Juan Manuel de Rosas en el barrio de Palermo, siguen denominando una sala con el nombre de José Alfredo Martínez de Hoz, y que no perdonan haber descolgado los cuadros de los genocidas.

El pueblo argentino que hoy goza de satélite propio y de nuevos reactores nucleares, que tiene cada vez más obras y energía en función de sus crecientes necesidades, su extensísima nación, su genio y su orgullo, es el mismo pueblo que quiere comer cada vez más lomo –ese exquisito corte que el mitrismo destinó siempre a la civilizada Europa y que hoy llora por su progresivo consumo interno– todos los días de su vida, y si puede en un restaurante de las afueras del Centro Cultural Kirchner, después de haberlo visitado y haberse empapado e imbuido de Patria, mejor aún. El pueblo argentino que ha celebrado masivamente en las calles el Bicentenario y este 25 de Mayo de 2015, que se alimenta y vive mejor, que ha fusionado ya su sentido común con el sentido nacional, es el pueblo argentino que ya no necesita viajar a Londres, París o Nueva York para adentrarse en uno de los edificios generadores y promotores de cultura más importantes del mundo. Lo tiene en su propio terruño.
Y se equivoca el diario mitrista cuando en su editorial de hoy afirma que el Centro Cultural Kirchner se ha hecho para “competir con el Teatro Colón”; el pueblo argentino no compite, siquiera con sus verdugos; el pueblo argentino tampoco excluirá de la historia a los próceres de la semicolonia ni su legado, borrándolos de libros, calles u obras heredadas del Centenario o de tiempos de padecimiento y dolor; eso sí, los estudiará y los apreciará en su justa medida. Y se equivoca también el pasquín del centralismo porteño y la republiqueta del tamaño de una Alemania en el Plata, pero con un par de familias en calidad de población: no ha habido más y mejor federalismo que el de estos últimos doce años. El Centro Cultural Kirchner podrá estar en la ciudad capital, pero las universidades, los hospitales, las rutas, los gasoductos, los acueductos, las centrales energéticas, los planes de vivienda, los programas sociales, las inversiones y la infraestructura del tipo que sea dice presente y avanza en las 23 provincias y 24 jurisdicciones. El padre de ese federalismo genuino, de esa Argentina-Nación ha sido Néstor Kirchner; y su madre, la actual Presidenta de la Nación. Nuestro pueblo es absolutamente consciente de ello y así se manifestará en octubre.

* Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.

**  Publicado en el diario Página 12 del 28/5/2015 como

"El diario “La Nación”, la geopolítica de la emancipación y el Centro Cultural Kirchner"


sábado, 14 de junio de 2014

viernes, 25 de abril de 2014

Conducción política

"Cuando nosotros enfrentamos el problema económico, la cosa era terrible, brava. Cuando me hice cargo del gobierno, me pregunté: '¿Cuánta plata habrá?' Teníamos tres mil millones en Estados Unidos y tres mil millones bloqueados en Inglaterra, y debíamos seis mil quinientos millones. Me pregunté, entonces, cuál era el problema. El problema consistía en que teníamos que 'hacer plata', porque la producción argentina en esa época, más o menos en grandes líneas, sólo llegaba a diez mil millones de pesos. Pero cinco mil millones de pesos iban al exterior todos los años, en distintas formas visibles e invisibles. De los ferrocarriles salían doscientos cincuenta millones al año; de los teléfonos ciento cincuenta millones; del gas, otros ciento y tanto. Claro que en aquella época esto era un poco teórico, porque como no teníamos plata no mandábamos todo. Pero mucho salía. Gastábamos ochocientos cincuenta millones por servicios financieros; la marina mercante nos llevaba cuatrocientos a quinientos millones de pesos en divisas, porque como no teníamos barcos, teníamos que pagar flete, y eso cuesta mucho. Los seguros nos llevaban ciento cincuenta millones; los reaseguros, cincuenta millones; la creación de los bancos y de todo el sistema bancario nos costó mucho dinero. La gente cree que la creación del Banco Industrial, por ejemplo, se trata de un decreto, y nada más, cuando la realidad dice que para ello se necesitan cientos de millones de pesos. Otro de los problemas: había que pagar la guerra y la desvalorización de la moneda. Y nosotros nos encontrabamos con todos esos problemas, y no teníamos un centavo y debíamos realizar todo eso.

Han pasado cinco años.

Ya no exportamos sino una insignificancia de capitales al exterior. Y todo los días nos rebajan un poco más. Casi han desaparecido los servicios financieros. Para pagar nuestra enorme reforma, hicimos, en parte, buenos negocios; pero en parte la pagamos con desvalorización de la moneda, lo mismo que hizo el mundo para pagar la guerra. Suspendimos el patrón oro. No debemos nada a nadie. Ahora estamos juntando oro. Los cinco mil millones de pesos que salían anualmente al exterior no salen más. La manguera que echaba un chorro para afuera la hemos dado vuelta y echa el chorro para adentro.

Utilizamos un sistema distinto a todos los que se han usado en el mundo en épocas de crisis y necesidad. Cuando decían que había que hacer economía, les reducían los sueldos a los empleados y obreros. Nosotros dijimos: '¿Estamos pobres? Páguenles cinco veces lo que les pagaban antes'. De ese modo se reactivó la economía y todo salió bien. Todo mejoró en el momento en que estábamos pobres.

Los yanquis decían, hace cinco años: 'Estos locos duran seis meses y se funden'. Hoy dicen que el Estado más floreciente de la economía en toda América es la República Argentina.

Contando esto, anecdóticamente, como lo cuento yo, parece una cosa simple. Pero yo sé lo que han pasado los pobre muchachos del grupo económico junto conmigo; las penurias que ha habido que enfrentar para realizar la obra extraordinaria que se ha realizado en el proceso de la economía argentina, y, posiblemente, como único caso en el mundo y en momentos difíciles de la humanidad, cuando en otros países, se están comiendo los botines, nosotros estamos en un estado de florecimiento extraordinario. Y este esfuerzo y este milagro económico, realizado en la República Argentina se ha realizado sin imponerle a ningún argentino ningún sacrificio. Al contrario, dando una época de abundancia en un mundo de dolor, de miseria y de desesperación.

Y esto se debe, en gran parte, a nuestra doctrina; se debe a una teoría, y se debe, en mayor parte todavía, a las formas de ejecución que se han puesto en acción para realizarlo. El mérito no es de nadie; el mérito es de toda la República, que ha compartido y me ha puesto en marcha, no solamente esta doctrina, sino también esa teoría, y de mis colaboradores que han realizado esas formas de ejecución. Imagínense que los grupos de economistas peronistas han debido realizar esto un poco en la obscuridad, porque no estaban muy en claro sobre la teoría, ya que no la teníamos todavía desarrollada. No estaba muy en claro la doctrina, porque era nueva. Y ellos han creado, así, a tientas, las formas perfectas de ejecución que nos han llevado al éxito.

Por eso algún día la historia argentina, al analizar este momento difícil para la Nación, tendrá, sin duda, palabras de elogio para esta gente joven que, dentro del grupo económico, ha hecho verdaderos milagros..."


Juan Domingo Perón
"Conducción Política"
Argentina, 1952
En Editorial Freeland,
Buenos Aires, 1971.
Págs. 79-82.

viernes, 7 de junio de 2013

Cine club



Tinta Roja
 Carmen Guarini - Marcelo Céspedes
Argentina/Francia
19/3/1998 

  ¡Feliz día del Trabajador de Prensa 
para todos y todas, colegas!

 

miércoles, 5 de junio de 2013

Mala leche


"Atentos a los comentarios vertidos por diferentes medios escritos y televisivos con relación a la aparición de nuevos productos tendientes a la evasión y/o elusión del plan de congelamiento de precios acordados entre el Gobierno Nacional y las principales cadenas de supermercados, nos vemos en la necesidad de manifestar a la opinión pública algunas aclaraciones que consideramos de interés y que exponen nada más que la realidad".

¿Aumentaron si o no?

contestaron con el corazón.

(Entre tantos otros sitios, aparecido el 5/6/2013 en el Diario Popular)

sábado, 25 de mayo de 2013

Las distintas medidas de la verdad



Para diario 'a medida' 
la verdad es que
el aviso tiene bastante espacios en blanco
Podrían haber usado un par de líneas
para explicar
 
quién está primero
y quién segundo
 
cómo es la información qué consideran que necesitas
cuál creen que es la dosis que querés
dónde ubican ellos el justo medio
qué opinan sobre los periodismos extremos
cuánto será lejos

porque una cosa es

la verdad de manera clara
y otra muy distinta
el papel en blanco

jueves, 23 de mayo de 2013

Infraestructuras



Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de los 40 millones de argentinos
Salón Mujeres Argentinas
Casa Rosada - Argentina
22/5/2013

lunes, 20 de mayo de 2013

Preterito perfecto

- ¿Quienes te parecen buenos periodistas?

- Ramiro de Casasbellas, de "Diario Popular"; Jose Ignacio López, de "Clarín", Horacio Tato, director de la Agencia DYN (Diarios Y Noticias); en televisión Roberto Maidana Y Sergio Villarruel, son profesionales muy preparados y con verdadera pasión,; lo mismo Claudio Escribano, que hace comentarios políticos en La Nación; o Morales Solá, que hace política en "Clarin; son gente responsable que cada domingo, con los miles de lectores que tienen mueven la opinión pública; Reneé Salas me parece una muy buena profesional, que se preocupa mucho por el trabajo, aunque yo muchas veces no esté de acuerdo con sus enfoques...Hay muchos buenos profesionales; están también aquellos que no firman, en agencias y diarios, y que son muy capaces, o los que no escriben pero tienen el sentido político y periodístico de decir qué va a pasar y qué no va....

Magdalena Ruiz Guiñazú,
Mayo de 1982, Revista Humor nº 81
Reporteada por Mona Moncalvillo