Por Diego Martínez *
El
coronel Aldo Mario Alvarez estuvo prófugo siete años y medio. La Policía de
Seguridad Aeroportuaria lo detuvo mientras intentaba escapar de una casa de
Laguna del Sol, un barrio cerrado en Los Troncos del Talar. Integró la plana
mayor del V Cuerpo en los primeros años de la dictadura.
El
coronel retirado Aldo Mario Alvarez, ex jefe de Inteligencia del Cuerpo V de
Ejército, prófugo durante siete años y medio, fue detenido el martes por la
Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) mientras intentaba escapar de su
refugio en Laguna del Sol, un barrio cerrado en Los Troncos del Talar, al norte
del Gran Buenos Aires. El traslado frustrado de uno de los principales
responsables de la represión ilegal en Bahía Blanca, que había huido a tiempo
ante operativos similares en 2011 y 2013, tenía lugar semanas después de que su
ex esposa y una amiga de su hija fueran indagadas por el posible delito de
encubrimiento. El ex militar de 88 años fue trasladado al hospital del penal de
Ezeiza y en los próximos días deberá prestar declaración indagatoria por secuestros,
torturas y homicidios cometidos desde antes del golpe de Estado hasta fines de
1977.
Alvarez en La Nueva Provincia, diciembre de 1974 |
Egresado
del Colegio Militar como oficial de informaciones, Alvarez fue jefe del
departamento Actividades Psicológicas de Ejército durante la dictadura de Juan
Carlos Onganía. Pasó por la SIDE y llegó a Bahía Blanca en 1974 como jefe del
Departamento II Inteligencia. Junto con el general Juan Manuel Bayón, jefe de
operaciones, y el coronel Hugo Fantoni, de personal, ambos condenados, Alvarez integró
la plana mayor del Cuerpo V en los primeros años de la dictadura. Sólo rendía
cuentas al comandante, general Osvaldo Azpitarte, y a los segundos, Adel Vilas
en 1976 y Abel Catuzzi en 1977, que murieron impunes. De Inteligencia dependía
la estructura encargada de juntar información, infiltrarse en todos los ámbitos
de la sociedad civil, interrogar a secuestrados y montar operaciones de acción
psicológica para encubrir desapariciones y manipular a la opinión pública con
la colaboración del diario La Nueva Provincia.
Alvarez en el Juicio por la Verdad, año 2000. |
Citado
a indagatoria en 1987, Alvarez dijo que “la información que se producía en los
LRD (lugar de reunión de detenidos, nombre técnico de los centros clandestinos)
nunca llegó a mi departamento porque no era de mi interés ni hacía a mi función”.
Afirmó que se dedicó de lleno a plantear la guerra con Chile por el Beagle. La
Cámara Federal de Bahía Blanca lo procesó, pero poco después se benefició con
la ley de obediencia debida. En 2000, en el Juicio por la Verdad, reiteró sus
dichos y dijo que “todo lo referido a la tarea antisubversiva estaba a cargo
del Destacamento de Inteligencia que presidía (el coronel Antonio) Losardo”.
Sus propios subordinados pusieron al descubierto la falacia. Julián Corres, que
administraba la picana en La Escuelita, dijo que dependía “del coronel Alvarez,
G2 del Cuerpo V”. Emilio Ibarra, jefe del “equipo contra la subversión”,
declaró que “las informaciones (para los operativos) las suministraba el G2”.
En el primer juicio a represores bahienses fueron condenados el segundo de
Alvarez, coronel Walter Tejada, y los oficiales de Inteligencia Carlos
Taffarel, Norberto Condal y Jorge Granada.
Los Troncos del Talar, último refugio del represor. |
En
2006 los fiscales Hugo Cañón y Antonio Castaño pidieron su detención por todos
los delitos del Cuerpo V entre 1975 y 1977. El juez Alcindo Alvarez Canale la
ordenó en mayo del año siguiente. Cuando fueron a buscarlo ya no estaba. Como
informó Página/12 en 2008, Alvarez fue gerente de la Agencia de Investigaciones
Alsina SRL hasta 1998 y dueño hasta 2000, cuando le cedió dos tercios de las
acciones a su yerno Rubén Héctor Burgos. Como socio con el otro tercio se sumó
Juan Balanesco, dado de baja de la Policía Federal. Después, Burgos le cedió la
mitad de su capital en Alsina a la esposa del coronel, Elizabeth María
Icazatti, quien en 2007, cuando Alvarez iniciaba su vida de prófugo, le
devolvió las acciones y el cargo de gerente. Alvarez y el cuñado Burgos eran
además vecinos en Laguna del Sol. El country fue allanado en 2011 a pedido del
fiscal Abel Córdoba. El coronel alcanzó a huir y olvidó la billetera. El año
pasado, a pedido de los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani, se reiteraron
los allanamientos sin suerte. El martes se habían librado las órdenes de
allanar, los hombres del coronel intentaron sacarlo, pero la PSA les ganó de
mano y lo detuvo en la puerta del selecto country Laguna del Sol.
Aldo Mario Alvarez, 2 de diciembre de 2014. Foto PSA/Infobae.
* Publicado en http://bahiagris.blogspot.com.ar/2014/12/de-lagunas-del-sol-al-penal-de-ezeiza.html