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lunes, 20 de febrero de 2017

Proyectos de Estado y sinergias



por Lucrecia Cardoso *

Cuando el mundo jerarquiza la mirada sobre las industrias creativas, lo hace centralmente por la capacidad de las mismas de generar valor, empleo calificado, por ser industrias sin chimenea y por movilizar el conocimiento y la propiedad intelectual derivadas del proceso creativo.

El cine argentino es una referencia en América latina del “círculo virtuoso” entre políticas de Estado, inversión y desarrollo sectorial. A partir de la Ley de Cine (Ley 17.741), el sector genera previsibilidad y transparencia en un instrumento financiero de apalancamiento que se denomina Fondo de Fomento Cinematográfico, que se compone por el 10% de cada entrada de cine, el 10% del precio de venta de cada videograma grabado, el 25% de la suma total de lo percibido por el AFSCA (ahora ENACOM) en concepto de gravamen creado por art. 75 incisos A y D de la ley 22.285, legados/donaciones, rentas/intereses, devolución de créditos, el dinero sin utilizar de años anteriores y cualquier otro ingreso no previsto.

En términos de empleo, la Asociación Argentina de Actores informa más de 17 mil trabajadores registrados en su Convenio Colectivo de Trabajo en el año 2015, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina ha fiscalizado más de 18 mil contrataciones registradas en el mismo año, con un 83% del segmento explicado por la publicidad y el complemento por cine; el Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público, un registro superior a 6 mil trabajadores registrados, solo en el segmento de salas de exhibición cinematográfica y extras.



A esto debe sumarse el trabajo en el sector televisión, en la fracción de la industria de la música que se articula a esta cadena de valor, y el trabajo indirecto en servicios de catering, alquiler de equipos, locaciones, diseño gráfico, entre otros.

Desde el punto de vista artístico, el recorrido y los premios internacionales que obtiene la cinematografía argentina, la colocan entre las más destacadas de la región, junto a Brasil y México.

Un proceso de crecimiento sinérgico desarrolla el sector en el período analizado (2005 - 2015), crece la cantidad de películas de producción nacional, crece la cantidad de espectadores total y del cine nacional y crece la recaudación, lo que los economistas clásicos denominan un “círculo virtuoso”. Crece el empleo y el empleo registrado.

Por el tamaño del país y del mercado interno de la Argentina, la consolidación de modelos de negocios que permitan sostener el crecimiento sectorial, defender los puestos de trabajo y mantener el prestigio internacional, en tanto puerta de entrada a alianzas y coproducciones, requiere de mecanismos como los generados en el Marco Jurídico Argentino al respecto.



Debido a la análoga situación de crisis económica que cursa el país, un antecedente que preocupa, es la Emergencia Económica implementada por el Dr. Domingo Cavallo, a través de la cual, entre otros grandes temas, el Estado modificó la prioridad del desarrollo cinematográfico, reasignando los fondos, en pos de resignar la orientación de recursos al sector para priorizar el pago de los servicios de la deuda, y otros temas que se tornaron prioritarios por un escenario macroeconómico recesivo y de apertura de importaciones. Eso terminó en un “círculo vicioso”, catastrófico para el mundo del trabajo e impotente para el desastre macroeconómico, generando un deterioro del sector que insumió más de diez años sostenidos de políticas activas para recuperar su vigor y comenzar a expresar su potencialidad. Un alivio relativo representa el cambio de figura, de ente autárquico a ente público no estatal, en el sentido de la preservación institucional del manejo del fondo sectorial.

Un sector que se desarrolla a partir de la orientación de fondos generados en su propia actividad y permite al país ofrecer contenidos de calidad, con diversidad cultural, sin resignar la soberanía en materia audiovisual, en una etapa en donde este lenguaje adquiere una centralidad mayor a las anteriores etapas históricas.

* Ex presidenta del Incaa, directora del Observatorio del Sector Audiovisual e Infocomunicacional. Texto publicado en Página12 el 12/2/17 como “Arte, industria, trabajo y Estado”.

sábado, 19 de abril de 2014

El rating como falso parte de guerra

-I-

Cuando los grupos que arman las reglas se quejan de las reglas hay algo que no está en su lugar.
Es el instante previo a que el prestidigitador nos engañe con un truco.
Cambian el centro de interés para que no prestemos atención a lo que nos están por hacer.

-II-

El 19 de marzo de 2014, Adrian Suar, el gerente general de canal 13, habla con Dady Brieva para el programa Dadyman que se escucha por AM 1190, Radio América. Conversan sobre las mediciones de audiencia. Y le dice: "Los números están un poquito bajos. Yo creo que algunas dificultades está teniendo Ibope. Seguramente imagino que lo va a corregir. Es muy raro que los números de la noche, con este mismo programa seguramente en otra oportunidad hubiera hecho 18 puntos. Me llama la atención tan bajo la noche para todos. No hablo de El Trece, hablo de Telefe, El Trece...".

 Ese mismo día, un rato más tarde, por medio de su cuenta de Twiter, Marcelo Hugo Tinelli (vicepresidente con licencia de San Lorenzo de Almagro, dueño de la productora multimedial Ideas del Sur, conductor de Bailando por un sueño que se emitirá por Canal 13, abortado empresario a cargo de las transmisiones de Fútbol para Todos) dice: "Que raros que están los ratings!!! Estuve viendo coincidentales y hay diferencias que asombran".

Dos semanas después, el 4 de abril , Emanuel Respighi publica en Página/12 un texto que da cuenta de conversaciones entre "quienes toman decisiones en la tele abierta" y la empresa alemana GFK, la compañía más grande de Alemania dedicada a mediciones de mercado buscando acuerdos para que esa empresa compita con Ibope en las mediciones de rating en Argentina. 

Y el 15 de abril se conocen las nominaciones para los premios Martín Fierro 2014.

-III-

Nadie nace de un repollo. Todos tenemos un pasado. 
Los medios y las medidoras de rating también. Cuando Carlos Menem asume la presidencia de Argentina el 8 de julio de 1989 puso en práctica un plan. El de los dueños del poder.


(En http://tallerderadioenelaire.blogspot.com.ar/2009/08/mapa-de-medios-en-argentina.html )

Así en agosto de ese mismo año sanciona la ley 23.696 de privatizaciones con el título de
"Emergencia Administrativa. Privatizaciones y Participación del Capital Privado. Programa de Propiedad Participada. Protección del Trabajador. Contrataciones de Emergencia. Contrataciones Vigentes. Situación de Emergencia en las Obligaciones Exigibles. Concesiones. Plan de Emergencia del Empleo". 
El art 65 de la ley decía:

"RADIODIFUSION. Modificase la ley 22.285 de la siguiente forma:
 a)Derogase el inciso c) del articulo 43.
b) Sustituyese el inciso
e) del articulo 45 por el siguiente:
"No tener vinculación jurídica societaria u otras formas de sujeción con empresas periodísticas o de radiodifusión extranjeras".
c) Deroganse los incisos a) y c) del articulo 46.
Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a adoptar las medidas necesarias, hasta el dictado de una nueva Ley de Radiodifusión, para regular el funcionamiento de aquellos medios que no se encuentren encuadrados en las disposiciones vigentes hasta el momento de la sanción de esta ley de emergencia".

 O sea: acomodaron el decreto ley de la dictadura para que la ley de privatizaciones incluyese a los compradores elegidos de antemano para que se pudieran presentar a comprar los medios estatales con los que iban a quedarse.
El 22 de diciembre de ese mismo 1989 entrega el canal 13 y el canal 11 a quienes serían sus nuevos dueños: El grupo Clarín y el grupo Editorial Atlántida, respectivamente.

  Ibope surge como una medidora impuesta por los nuevos dueños de los medios privatizados al calor del menemismo.
Y arman la empresa para venderle público a los anunciantes. Y determinan el universo de consulta para que los resultados resulten de acuerdo a las expectativas de esos mismos que contratan el servicio.

Al momento en que los grupos Clarín y  Atlántida quedan al frente de Canal 13 y Telefé existían dos empresas que medían el rating: 'IPSA Nielsen' y 'Mercados y Tendencias'. 

Por entonces Ibope funcionaba como medidora de tendencias. Había iniciado sus actividades en Argentina en 1992. En 1999 compra a IPSA y a Mercados y Tendencias. Un año antes había formado el Monitor de Medios Publicitarios como producto de la adquisición de Auditores Publicitarios Nielsen y Fuentes & Cía. 
Así en seis años Ibope se transformó en el monopolio de medición de tendencias que es hasta hoy. 

(En http://www.ibope.com.ar/ibope/wp/historia)

-IV-

Antaño las mediciones de rating eran esenciales para los programadores de TV porque esos números eran la justificación o no para que los anunciantes pusieran sus avisos en tal o cual programa. Y de esos ingresos salían los superavits o los déficits de los canales.

Hoy eso no sucede.
Porque muchos programas son subsidiados por otros.
Porque hay programas en los que los anunciantes ponen dinero aún cuando los números indican la inconveniencia de hacerlo.
Porque muchos anunciantes son parte accionista de los mismos canales en los que aparecen sus avisos.
Porque muchos programas se producen para ser vendidos a otros mercados distintos de aquellos en los que se realizan.

¿Y entonces?

-V-

Hoy los números de rating fungen de partes de guerra en el campo de batalla de dos formas de entender la comunicación.
 De proyectos de comunicación contrapuestos.
Una que revindica un decreto ley de la  dictadura del '76 y piensa la comunicación como propiedad de un grupo de medios concentrados y un mensaje único. 
Y otra que se piensa desde múltiples voces y sostiene una ley votada por un parlamento democrático y llevada al debate con años de lucha de organizaciones comunitarias. Una que piensa el fútbol como un servicio prepago. 
Y otra que sostiene el Fútbol para Todos.  
Los números del rating son hoy el instrumento de legitimación de un proyecto sobre otro.
Así:
Mostrar que uno gana en los números del rating es mostrar que el que gana es el proyecto de comunicación propio.
Cuando la muestra -universo- de consulta no opina como desea el statu quo, lo que este último busca es cambiar el universo.
Eso es lo que Suar y Tinelli le reclaman a Ibope. Que cambie el actual universo por otro que los avale.

-VI-

Las nominaciones para los Martín Fierro 2014 son una clara demostración de que los verdaderos números del rating son otros, distintos de los que pretenden Suar, Tinelli, Ibope y los dueños de los medios hegemónicos en la Argentina.

El hecho de que APTRA haya nominado como nunca antes producciones de la Televisión Pública argentina es una aceptación tácita de la popularidad de su programación.

Y las propias contradicciones en distintos rubros que premian categorías relacionadas (noticiero, conductor/a de noticiero, columnista de noticiero) muestran, una vez más, el tironeo en APTRA entre la realidad y los dueños de las pantallas.
(¿Cómo es posible sostener que un noticiero -Visión 7- tenga dos columnistas nominadas para premiación y el propio noticiero no este en la terma de mejor programa noticioso?)



Tres semanas antes del comienzo del programa Periodismo para Todos, de Jorge Lanata por canal 13 y un poco más para el comienzo del programa de Marcelo Tinelli por el mismo canal (a casi 90 días de haberse quedado afuera de la posibilidad de manejar el Fútbol para Todos) lo que Suar y Tinelli le están reclamando a Ibope es que legitme con números su disputa por el sentido de los contenidos en la televisión argentina.