"Como siempre, a mí me corresponde contextualizar, hacer un esfuerzo por contextualizar la pregunta que, por supuesto, es puntual ¿Propuesta preguntas tú, salir de la crisis, Grupo de Amigos? Okey.
Mira, comienzo por decir - recordando a Antonio Gramsci- que en Venezuela hay verdaderamente una crisis, pero es una crisis histórica.
Gramsci -como ustedes saben- decía que una crisis es verdadera cuando en un país, en un lugar, en una sociedad hay algo que está muriendo y va a morir, pero aún no termina de morir y, al mismo tiempo, hay algo que está naciendo y va a nacer, pero aún no termina de nacer, ahí hay una crisis histórica. Eso está ocurriendo en Venezuela.
Esa crisis comenzó hace más de 20 años en Venezuela; no es una crisis de ahora, de diciembre o de este año 2002, es una crisis profunda, estructural, terminal de un tiempo, de una época, es una crisis epocal, y yo tengo la impresión de que el mundo está entrando en una crisis también epocal. La fuerza que ha tomado el Foro de Porto Alegre es evidencia de ello. En todo el mundo estamos viendo fenómenos que a veces nos sorprenden, en Europa, en África, en Asia, en Oceanía, en América Latina.
No es a través de una propuesta de un grupo de países, o de un grupo de amigos, o de un club de señores como va a solucionarse la crisis en Venezuela. No, la crisis en Venezuela se solucionará cuando lo que va a morir termine de morir y lo que está naciendo termine de nacer ¿A qué me refiero? Aquí está una constitución, más que una ley, este es un proyecto político, un proyecto ético, antineoliberal es esta Constitución. Es que la propuesta alternativa que en Venezuela nació hace más de una década, ahora se hizo Constitución. Aquí hay una propuesta política de una democracia no meramente formal y falsa, como la que tuvimos en Venezuela durante mucho tiempo, una democracia de careta, pues, un disfraz; aquí hay un nuevo modelo político -decía- democrático, de una democracia participativa, mucho más que meramente representativa; pero eso está apenas comenzando; darle poder al pueblo, darle poder al pueblo. No se trata de 'todo el poder para los soviets'; no, pero es poder para el pueblo.
Yo estoy convencido, hermano, de que la única forma de acabar con la pobreza es dándoles poder a los pobres, no dándoles limosnas a los pobres; dándoles poder de tomar decisiones y de impulsar su propia salida, una democracia participativa, entonces, un nuevo modelo económico de democracia económica y de redistribución equitativa del ingreso nacional.
Tenemos en Venezuela un 80 por ciento más o menos de pobreza, es la pobreza del siglo XX, y un país con tanta riqueza, no solo el petróleo, muchas otras riquezas; pero con solo el petróleo...
Un intelectual venezolano, muerto hace pocos años, el doctor Uslar Petri, un eminente intelectual y escritor, calculó y escribió, y dijo: 'En Venezuela se evaporaron recursos financieros, en la última mitad del siglo XX, equivalentes a 15 planes Marshall', y son los recursos provenientes del petróleo. Una cosa horrorosa, cómo en un territorio tan rico, vive un pueblo empobrecido.
Entonces, aquí, hasta que no termine de aplicarse este modelo, no habrá solución definitiva a la crisis histórica que en Venezuela está ocurriendo.
Ahora, tú me preguntas de algo puntual, la situación actual.
La situación actual en Venezuela tiene que ver, por supuesto, con lo que yo he estado planteando: una elite económica, una elite que dominó el país durante muchísimo tiempo, digamos, durante el siglo XX, se adueñó del poder, se resiste a los cambios que aquí están contenidos por decisión popular (muestra la Constitución).
Debo decirles que esta Constitución es una de las pocas, creo que la única -creo que es la única, y si no es la única, es una de las pocas en el continente- que fue aprobada en referéndum nacional; no fue hecha por un congreso, fue elaborada por una Constituyente y luego sometida a un referéndum nacional, donde votaron millones y más del 80 por ciento la aprobó y dijo 'Sí' al proyecto constitucional. Es la más legítima Constitución que hayamos tenido en 200 años de historia republicana.
Ahora, las elites económicas, sobre todo económicas, y las elites sociales, alguna parte de ellas, se oponen ahora al proyecto y han tomado la vía del golpismo y del fascismo.
He dicho hace poco que el fascismo es la fase superior del neoliberalismo; así como Lenin dijo que el imperialismo es la fase superior del capitalismo, el fascismo es la fase superior del neoliberalismo.
Ahora, esos grupos privilegiados, histórica y económicamente, han comenzado a desatar, desde el año pasado -hace más de un año-, todo un plan desestabilizador golpista y terrorista también, que ya dio un golpe de estado en Venezuela y me sacó del gobierno por 47 horas, y estuve en prisión -como ustedes saben- y fue el propio pueblo el que se fue a las calles por millones y pulverizó el golpe, y los militares patriotas.
Luego, han comenzado, después del golpe se reorganizaron, porque el apoyo más grande que tienen, además del dinero, que han invertido miles de millones de dólares en esta campaña, son los medios de comunicación, las televisoras privadas, a las cuales el pueblo llaman los cuatro jinetes del Apocalipsis; unas televisoras que no están cumpliendo con la función noble de informar, no, están cumpliendo con la perversa misión de conspirar y desestabilizar contra un país, contra un Estado, contra una ley, contra una república. Ese es el gran apoyo que tienen los sectores golpistas.
Entonces, están presionando. La última cosa que se les ocurrió fue tratar de parar la empresa petrolera, imagínate, el corazón económico del país, y lanzaron un plan de sabotaje integral: sabotearon los barcos, sabotearon los puertos, sabotearon sistemas de distribución de combustible, pararon las refinerías, sabotearon los pozos petroleros, y Venezuela, que produce casi 3 millones de barriles diarios de petróleo, llegó en diciembre a un momento en que dejamos de producir, ¡cero! Ahora estamos poco a poco recuperando y ya estamos por 1.300.000 barriles -aquí está el Ministro que tiene cifras mucho más detalladas-, pero nos falta todavía una cuesta por remontar. Eso nos ha hecho un daño terrible al ingreso nacional, de más de 3.000 millones de dólares en diciembre y en lo que va del mes de enero, lo cual nos pone en dificultades para comenzar el año, dificultades fiscales.
Se ha incrementado la fuga de capitales, de tal manera que he tomado la decisión, en conjunción con el Banco Central, de suspender la venta de divisas y de establecer un control de cambio a partir de la próxima semana, y luego el gobierno introducir, ante la Asamblea Nacional, un proyecto de ley, prácticamente el proyecto ATTAC, es decir, para imponerle un impuesto - valga la redundancia- a la fuga de capitales y al movimiento de capitales especulativos.
Como tú ves, el problema es mucho más complejo que como para decir 'elecciones ya'; no, esa no es la solución. Yo he dicho: Nosotros, que estamos empeñados en la democracia y en construir una república verdadera, tenemos que derrotar el golpismo, derrotar el fascismo, derrotar el terrorismo, siempre en el marco de la Constitución y las leyes, y luego, la dinámica política irá dando las propias soluciones.
Para quienes andan por allí desesperados diciendo 'elecciones ya', hay que decirles: Es imposible, porque eso no está previsto en la Constitución, sería un golpe de Estado. La única forma de que en Venezuela haya 'elecciones ya' es que yo sea derrocado, como fui derrocado en abril y había convocado ellos a elecciones para creo que dentro de seis meses, desde abril; ya las hubieran hecho si el plan golpista se hubiese consolidado. No hay forma en Venezuela de hacer 'elecciones ya'.
A los que dicen 'referendum ya', hay que decirles: 'Bueno, si, aquí hay la figura del referéndum, pero no es ya', hay que esperar hasta que se cumpla la mitad del período, que se cumple en agosto, para que la oposición pueda, recogiendo firmas -ellos pueden, si recogen el 20% de los inscritos en el registro electoral-, presentar al Consejo Electoral una solicitud de referendum revocatorio.
También debo decirles que es, creo, la única Constitución de América -no se si en el mundo hay otro ejemplo- en que el pueblo puede, a mitad del período revocarle el mandato al Presidente, al gobernador o al alcalde.
La única alternativa electoral de corto plazo en Venezuela para el mandato presidencial es el referéndum revocatorio. La oposición tendría que intentarlo recogiendo firmas, repito, el Consejo Electoral entonces convocaría a un referéndum nacional. Es muy sencillo. Ahora, ellos tiene que seguir el camino que señala la Constitución, no es que vamos a ponerle entonces al Presidente o al país un revólver en la frente y a decirle: 'elecciones ya'; no, de esa manera no, porque es violar la Constitución. Así que así están las cosas.
Hay un grupo de países que se ha conformado, yo lo he dicho, de una manera un poco precipitada, pero bienvenido, en todo caso. Brasil ha asumido el liderazgo allí y eso nos parece muy positivo. Se ha incorporado un grupo de países del continente y de Europa también, han estado recibiendo información nuestra. Estuvo mi Canciller en Washington hace dos días reunido con este grupo de países, con los cancilleres; han recibido un documento que envió el presidente Carter, a quien nosotros invitamos a Venezuela hace varios meses par que sirviese de facilitador en el diálogo con la oposición, y Carter ahí recoge el referéndum revocatorio.
Yo he hablado con él en Caracas y le dije: 'Perfecto, Presidente, ese documento suyo, yo estoy de acuerdo con que usted lo presente, porque es lo que señala la Constitución nacional'.
Esas serían las reflexiones que te hago en torno al momento que estamos viviendo. Pero, insisto, en Venezuela, no es que estemos enfrentando a una oposición democrática, no, lamentablemente no es así, ojalá fuese así; en Venezuela un gobierno legítimo y democrático está enfrentando a una oposición que tomó los caminos de la conspiración, del fascismo y hasta del terrorismo, porque qué puede ser sino terrorista una oposición que se dedique a sabotear la empresa petrolera, a evitar que le llegue la comida a los venezolanos; a sabotear las plantas de procesamiento de leche para que no haya leche para los niños ni para la población, eso no tiene otro nombre que terrorismo. Entonces, estamos enfrentando un moviemiento terrorista, y lo estamos derrotando en el marco de la Constitución.
Muchas Gracias."
Hugo Chávez Frías
25 de enero de 2003
Porto Alegre, Brasil