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lunes, 24 de agosto de 2015

La construcción silenciadora en el rating

Si el rating es el parametro indiscutible del éxito o del fracaso de un programa ¿por qué no se destacan como éxitosos los números de la Cadena y del Fútbol para Todos?

Los medios se contradicen cuando publican el rating pero silencian los números de audiencia de la Cadena Nacional y el Fútbol para Todos. Son los mismos medios que instalan que el rating es único e indiscutible parámetro de legitimidad televisiva.

Esta contradicción puede verse en las ediciones de El Plata de los días 28, 29 y 31 de junio de 2015, que incluye entre los seis más vistos a los partidos de Fútbol para Todos pero los omite cuando muestra imágenes de los resultados:
 


El 28/7/15 Belgrano-Boca 
(una producción de Fútbol para Todos) 
fue el programa más visto del día con 16,8 puntos de rating. 
 Sin embargo, las imágenes ilustran el segundo, tercero y cuarto lugar. 

Pero, el 29/7/15 
(ese día no hubo partidos 
de FpT ni Cadena) 
las imágenes ilustraron el primero, segundo y tercero.

El 31/7/15  River vs. Tigres 
fue final de la copa Libertadores,
con transmisión de Fútbol para todos,
fue el tercer programa más visto del día 
y
Boca vs. Banfield,
también con transmisión de Fútbol para Todos,
fue el cuarto programa más visto del día.
Sin embargo, las imágenes ilustraron 
el primero, segundo y sexto.

*****************

¿Cuál es el sentido de que los medios le informen a sus públicos sobre la cantidad de personas que ven determinados programas?

Desde la hegemonía comunicativa se instala la idea de que el Rating es una herramienta de medición cuando, en realidad, es un mecanismo de construcción de sentido utilizado como herramienta.


En efecto:

El rating no es una herramienta de los medios para justificar precios de pautas.

El rating no es una herramienta de los anunciantes para elegir el espacio donde más les conviene pautar una emisión.

El rating no es una herramienta de los programadores para pautar las grillas de los envíos.

Sino que,

El rating es el mecanismo mediante el cual la construcción hegemónica de sentido justifica la red de dominación simbólica que impone desde canales de televisión y emisoras de radio.

Que, además, sirve para que los medios justifiquen los precios de pautas, los anunciantes elijan el espacio donde más les convenga pautar una emisión y los programadores pauten las grillas de los envíos. 

 Así,

La construcción es: 
Nadie mira la Televisión Pública
Nadie mira la Cadena Nacional
Nadie mira los partidos del Fútbol para Todos

Pero:
Cuando mide el Fútbol para Todos o cuando la Cadena Nacional está entre los tres programas más vistos del día,
La construcción ignora el dato y no lo muestra.

No dice, por ejemplo, que el Fútbol para Todos mide más por la Tv Pública que por Canal 9, América Tv, e incluso que las emisiones del Fútbol para Todos por Telefé.

No dice tampoco que, los partidos de la Copa Libertadores televisados por la Tv Pública miden el triple de puntos de rating que esos mismo partidos televisados por Fox Sports.

Y esta construcción silenciadora abarca a todos los medios: a los medios insignia de la comunicación hegemónica, a los medios satélites, a los medios periféricos y también a los medios afines con el proyecto comunicacional del gobierno nacional. 

Incluso a los medios de comunicación estatales, ninguno de los cuales resalta los importantes números de rating alcanzados por la Cadena Nacional y el Fútbol para Todos como un triunfo de la comunicación propia.

¿Siguen convencidos de que lo que no se nombra no existe?



sábado, 6 de junio de 2015

Prestidigitadores

Giorgio Lanata volvió a la televisión el domingo pasado. Lo hizo con su programa habitual Periodismo Para Todos por el canal 13.

IBOPE dice que el programa de Lanata midió 19 puntos de rating.


Los puntos de rating son cantidades de personas que miran programas de televisión. Los share son porcentajes de participación en la torta de encendido. Los puntos de rating y el share no tiene ninguna relación. Así:un programa puede tener muchos puntos de rating y un share relativamente bajo. Al tiempo que un programa con pocos puntos puede capitalizar un share alto en un momento de bajo encendido de televisores.

Para que un programa aumente sus puntos de rating deben suceder alguna de estas dos cosas:

Debe quitarle 
televidentes a otro programa 
y/o
Debe aumentar 
el nivel de encendido de aparatos de televisión.

Si ninguna de estas dos cosas sucede pero, de todos modos, el programa en cuestión aumenta sus puntos de rating estamos frente a una operación de construcción de sentido a cargo de una medidora de audiencia.

IBOPE y SIFEMA sostienen diferencias de medición entre los distintos programas. Pero coinciden -puntos más, puntos menos- en la medición de los puntos de rating de encendido televisivo.

Mayo de 2015 tuvo cinco domingos. El 3, el 10, el 17, el 24 y el 31.

(Gráfico: Malditos Peronistas)
Si IBOPE no hubiese fabricado ese plus de audiencia no hubiera podido hacer medir 19 puntos de rating al programa de Lanata.

Periodismo para Todos no sumó audiencia quitándole puntos a otros programas de su mismo horario. Ya que, con respecto a sus números del domingo 24 de mayo, el día del debut del programa de Lanata: 

Escape perfecto perdió 0,8 puntos de rating
Bajada de línea 0,9
La cornisa 2,1 
El show del fútbol 1,1

Pero

Gran Hermano sumó 2 puntos de rating
y el partido de Fútbol para Todos sumó 16,8

Entonces ¿Cómo hizo Ibope para que Periodismo para Todos sumara 19 puntos de rating?

Para que el programa de Lanata pudiese medir 19 puntos de rating, IBOPE tuvo que agregar esos 20,2 puntos. Esto es: IBOPE agregó 1.515.000 personas frente a los aparatos a los que verdaderamente estaban mirando tele. Esa es la diferencia entre los puntos de encendido que dice haber medido IBOPE (51,4) y los que midió SIFEMA (31,2).


Según IBOPE, el programa que precedió a Periodismo para Todos (Las mil y una noches, lo mejor) midió 9,5 puntos de rating y el programa que comenzó a su finalización (Resto del mundo) midió 6,6 puntos. 

Esto quiere decir que para Ibope, Lanata tomó la pantalla del 13 con 712.500 televidentes, los transformó en 1.425.000 y cuando su programa terminó solo se quedaron a ver el que seguía 495.000. 

Mientras que SIFEMA sostiene que Periodismo para Todos midió 13,8 puntos de rating. Esto es, lo vieron: 1.035.000 personas.
Si no hubiese fabricado ese plus de audiencia, IBOPE no hubiera podido hacer medir 19 puntos de rating al programa de Lanata. Es claro que Periodismo para Todos no midió los 19 puntos que afirma IBOPE. Y sí es razonable el cálculo de 13 o 14 puntos de rating que midió SIFEMA. Es decir, el programa de Lanata no fue el primero de audiencia del último domingo de mayo, sino el tercero. Estuvo por detrás de los dos partidos de Fútbol Para Todos transmitidos por la Televisión Pública.

La construcción de la audiencia de Lanata es la contracara de la construcción de silenciamiento de audiencia de la Cadena Nacional. Los mismos motivos por los que se amplifica el programa de canal 13 y se ensordina a la Cadena Nacional son los mismos.

Sesenta años después los silenciadores siguen ahí. Nosotros también.

jueves, 21 de mayo de 2015

1.365.000 personas


El tercer programa más visto 
del 19 de mayo de 2015
(se emitió entre las 13:15 y las 13:30)

¿Cuánto mediría cualquiera de 
los otros tres programas 
si se emitieran cualquier día, 
siempre en un horario diferente y
sin ningún tipo de promoción?

jueves, 14 de mayo de 2015

Rating Pinocho



Nunca habían llegado tan lejos. 

El mes arrancó su primera quincena con la promesa de tres River-Boca en 12 días: el domingo 3 por el Torneo Nacional de fútbol, y los jueves 7 y 14 por la Copa Libertadores. La Televisión Pública tansmitió los tres. 

El primero fue transmisión exclusiva a cargo de Fútbol para Todos. Midió 32,4 puntos de rating según Ibope y fue el programa más visto del primer domingo de mayo. Los otros dos partidos se vieron por la Televisión Pública y Fox Sports. Pero la transmisión original estuvo a cargo del canal de cable. Y la Televisión Pública tomó las imágenes de Fox y generó su propia emisión.

El día del primer River-Boca por la Copa Libertadores también hubo Cadena Nacional. Ese día el rating de la cadena nacional fue de 16,6 puntos. Por este blog te enteraste de que el sitio television.com.ar no suma las cadenas a la lista de sus programas más vistos y que después de que aquí lo pusiéramos en evidencia la sumaron a sus comentarios sobre lo destacado del día. Malditos Peronistas le preguntó en cinco oportunidades por qué no sumaban la cadena a su lista de programas más vistos. Jamás recibió respuesta.

Ese 7 de mayo, televisión.com.ar no puso, como es su costumbre, a la cadena nacional en su lista de Los más vistos. Sin embargo, en la sección Destacados publicó lo siguiente:


El fútbol en lo más alto
El partido de River vs. Boca (TV Pública, 21 hs.) alcanzó un rating de 24.1 puntos. Si bien bajó 8.3 puntos con respecto al superclásico del domingo, fue lo más visto del jueves.
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Perjudicados por el fútbol
Esperanza mía (El Trece, 21 hs.) promedió 9.6 puntos compitiendo con el superclásico y cosechó la medición más baja en lo que va de la ficción.
Las mil y una noches (El Trece, 22 hs.) midió 16.1 puntos. Si bien fue el segundo programa más visto del día, es el rating más bajo del ciclo del último mes.
----------
El rating de la cadena
La Cadena nacional (14 hs.), en la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un hospital en Chaco, marcó 13.3 puntos, sumando los cinco canales de aire.


Nunca había llegado tan lejos. 

Respecto del partido River-Boca, no dijeron que la transmisión original (de Fox Sports) solo midió 7,89 puntos de rating. Y que, como segunda transmisión de la original, la Televisión Pública midió 3 veces más que Fox: 24,1.
 
Y más aún. Para poder justificar la ubicación de Las mil y una noches (que midió 16,1 puntos de rating) como segundo programa más visto del día, tuvo que falsear sus propios números y afirmar que la cadena nacional había medido 13,3. Cuando en realidad sumó 16,6.


Ellos podían dejar, una vez más, afuera de Los más vistos a la cadena nacional que había sido el segundo programa más visto del día, atrás del River- Boca que había sumado 24,1. (Las mil y una noches, había sido como tercero con 16,1). Pero, lo que no podían decir en lo Destacado era que Las mil y una noches había sido el segundo más visto con 16,1 y, tres renglones más abajo, publicar que la cadena nacional había medido 16,6

Y como no podían modificar la realidad, modificaron los números.

Nada de eso fue un error. Y de eso no se vuelve.

lunes, 11 de mayo de 2015

Pájaro carpintero

La ausencia de las mediciones 
de la Cadena Nacional 
en la lista de los más vistos 
del sitio web television.com.ar
le generó una pregunta  a
a través de

Hizo la misma pregunta cinco veces:
 
Acá
 Amigos de @TelevisionComAr, ¿porqué no ponen la cadena en el cuadro de "los más vistos"? esta es del 30/1 

Acá

 Amigos de @TelevisionComAr, ¿porqué no ponen la cadena en el cuadro de "los más vistos"? esta es del 12/3

 Acá

 Amigos de @TelevisionComAr, ¿porqué no ponen la cadena en el cuadro de "los más vistos"? esta es del 26/3

Acá

 Amigos de @TelevisionComAr, ¿porqué no ponen la cadena en el cuadro de "los más vistos"? esta es del 7/4

Y acá

 Amigos de @TelevisionComAr, ¿porqué no ponen la cadena en el cuadro de "los más vistos"? esta es del 28/4

Cinco preguntas
Cero respuestas

La batalla por la construcción de sentido continúa

domingo, 10 de mayo de 2015

Y sin embargo se mueve

Los dos programas más vistos en la televisión argentina abierta son "Las mil y una noches" y la Cadena Nacional. Según la medidora de audiencia Ibope ambos programas rondan los 20 puntos de rating. Sin embargo, uno es motivo de promoción en las revistas. El otro de silencio mediático profundo ¿Por qué?

-I-
Los números han sido siempre utilizados por las oligarquías nacionales y los medios hegemónicos como justificadores de las diferentes políticas que ellos aplican sobre los pueblos, políticas que -sin excepción- perjudican a las mayorías populares. 

Así, por ejemplo, un determinado número de inflación es utilizado para validar una política recesiva. Un número de gasto público sirve para justificar una situación de ajuste presupuestario o un recorte de subsidios o una política de retiros voluntarios. 

Muchas veces se muestra un número desde una perspectiva favorable para esconder una discusión sobre un cambio de políticas. Un buen número de superávit comercial, puede servir para esconder una distribución injusta del ingreso.

Con los números del rating sucede lo mismo. Así, por ejemplo, un número de rating alto servirá para justificar la presencia en la grilla de un programa que los medios hegemónicos decidan instalar como importante o redireccionará una pauta publicitaria. Por el contrario, para descalificar un programa o minimizar su construcción de contenidos, renegociar un contrato o cambiarlo de horario se utilizará la justificación de que el programa no mide bien.

El problema aparece cuando el programa que -desde la construcción de los medios hegemónicos- se quiere desmerecer o desvalorizar, tiene importantes números de medición de audiencia. Frente a eso la política multimedial hegemónica es siempre la misma: esconder y silenciar.


 -II-
En una clara muestra de estar convencidos de que lo que no se nombra no existe, el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional en 1955 prohibió primero al Partido Peronista mediante el decreto ley 3855/55. Y un año después a través del decreto ley 4161/56 prohibió hacer cualquier referencia a Perón o al Peronismo.

Y pese a que la dictadura duró menos de tres años (desde fines de 1955 a 1958) el silencio mediático respecto de los logros Perón y el Peronismo continuó a través de los años.

Desde el golpe de 1955, la construcción silenciadora se implementó desde la estructura del Estado y los medios hegemónicos contra ese hecho contracultural nacido en 1945.

Y esta misma construcción se repite desde entonces (inclusive durante los períodos 1973/1976 y 1989/1999) desde la derecha y los medios hegemónicos. Sin éxito.

Sin embargo, Perón volvió tras 18 años de exilio y el 23 de septiembre de 1973 accedió a la presidencia de la nación con el apoyo del casi 62% de los votos.

 -III-
Desde 2003 los medios hegemónicos y su medidora de audiencia se han empecinado en esconder los números favorables a las dos políticas comunicacionales más contundentes del Gobierno nacional: El Fútbol Para Todos y la Cadena Nacional.

Del Fútbol para Todos han intentado instalar: que es un gastadero innecesario de dineros públicos; que el Estado Nacional comete un error al ocuparse del las transmisiones de fútbol y que haría mejor en ocuparse de la educación, la salud y la seguridad; que los privados y la televisación rentada del fútbol es la opción correcta; y que el Gobierno nacional utiliza el FpT para pagar sueldos a propagandistas que fungen de relatores y para comunicar mentiras en los entretiempos de los partidos. Entre otras tantas construcciones de sentido.

Para disminuir el impacto de audiencia que genera Fútbol para Todos, miden los partidos que transmite FpT desagregando el total de audiencia y midiendo por separado la emisión del canal de aire de la del resto de las señales de cable que replican la transmisión del partido. Cuando en realidad un partido que es transmitido con un mismo equipo de relatos y comentarios, utilizando las mismas imágenes, los mismos avisos publicitarios y la misma tanda comercial, pero puede verse por diferentes canales al mismo tiempo debe entenderse como una misma y única emisión. 

Así un partido (supongamos Boca-River) que se emite por la Televisión Pública, Crónica Tv, CN23, América 24, Canal 26 y DeporTV, debe ser tenido en cuenta como una sola emisión. 

Sin embargo, para justificar la construcción instalada de Fútbol Para Todos como un fracaso costoso, los medios hegemónicos y su medidora solo tienen en cuenta la medición de audiencia respecto del canal por aire.

Por su parte, con la Cadena Nacional la construcción de sentido que pretenden instalar los medios hegemónicos es que la población está cansada de los anuncios presidenciales por ese medio, que nadie mira las cadenas y que la realización de las mismas en ese mismo sentido es un gasto excesivo e innecesario de los fondos públicos que se podrían usar en cosas más útiles.

Pese a ello, la Cadena Nacional se transmite en cualquier horario del día, dentro y fuera del prime time, sin una campaña publicitaria que avise sobre su emisión. Y sin embargo está permanente e invariablemente entre los tres programas más vistos del día. 

Ese dato es omitido permanentemente a la hora de informar sobre los niveles de audiencia.

Sesenta años después siguen convencidos de que lo que no se nombra no existe. Eppur si muove.


viernes, 9 de mayo de 2014

You Match

La desinformación no tiene como objetivo retacearle información a los receptores.
La desinformación pretende evitar la construcción de sentido.

Existe un convencimiento instalado que supone que desinformar es -solo- no brindar determinada información.

Sin embargo, la estrategia más común mediante la cual los medios desinforman consiste en publicar las noticias en una sección distinta de aquella en la que el público espera encontrarlas.
Otra de las estrategias más usuales de la desinformación es quitarle perspectiva a las noticias para que el público no pueda discernir la magnitud de aquello de lo que se está enterando. Así, lo que los medios hacen es quitar de la noticia un elemento conocido que sirva de referencia o permita dimensionar el objeto nuevo que aparece en la información.
Como cuando un arqueólogo pone un objeto común, como un celular o un encendedor, al lado de un nuevo hueso hallado para que al fotografiarlo quede registrada la escala del hallazgo.

¿Y cómo le quitan perspectiva a las noticias? 
 Cuando precisan un dato, aclaran las fuentes de una encuesta o puntalizan que el dato es válido para determinado lugar o explican un rango de medición. 

Todas esas construcciones aclaratorias de la información principal hacen las veces de letra chica del contrato de lectura entre el medio y el público. Por supuesto que sin anoticiar al público de que esa precisión es una letra chica. 

De ese modo una aclaración -que en principio ayudaría a precisar una información- en lugar de aportar luces oscurece. 
Y un "asterisco aclaratorio" bajo una infografía o un cuadro se transforma en una  herramientas desinformadora. 
 
Tomemos como ejemplo 
el uso de "asteriscos aclaratorios" utilizados en
el sitio web Televisión.com.ar


Allí,
como puede verse en la Imagen 1, 
bajo el cuadro titulado "En Competencia" el asterisco dice:
"Se computan solo los bloques horarios (de 15 minutos) que los programas compiten entre sí".


(Imagen 1)


Ese asterisco esconde lo siguiente:
Si los programas se cruzan un solo bloque, hay que pensar que no están queriendo competir entre sí. 
En ese punto 
¿cuál sería el sentido de la comparación? 
Si tienen un breve espacio compartido 
en el horario de emisión
¿Por qué pensar que el televidente elige entre uno y otro?
¿Y si el televidente ve los dos programas?
¿Dónde se plantea la comparación ausente entre cada uno de los programas y los competidores con los que dirime el resto del horario de la emisión?
¿Quedan fuera de competencia entre sí dos noticieros que se miran con una hora de diferencia siendo que debieran compararse como contenidos que confrotan por el mismo público?


(Imagen 2)


En la Imagen 2, el asterisco que hay bajo el cuadro Ranking de Fútbol dice:
"Se contemplan solo canales de aire".

Lo que el asterisco esconde es:
No existe comparación posible porque el emisor de todos los partidos es el mismo: Fútbol para Todos. Los partidos no compiten entre sí. Y cualquiera sea el canal por el que se emita, la tanda publicitaria es pautada 
por el mismo emisor.
¿Cuál sería el sentido de rankear los partidos?
¿Qué es lo que habilita suponer que 
porque un equipo tiene más o menos puntos, cambiándolo de canal ese rating variará?
¿Por qué no se suman las mediciones de un mismo partido por diferentes canales, de aire, de cable o digitales por aire si al rating dividido de todos modos lo capitalizan el mismo emisor y los mismos anunciantes?

(Imagen 3)


La Imagen 3 muestra
la medición de varios programas juntos en horarios similares.
Aquí puede verse como el programa 678 gana su horario con cierta comodidad.
Sin embargo, no aparece ganando ningún comparativo, ni se hace mención a su puntaje.
Inclusive en ausencia de otro programa similar podría afirmarse que gana su rubro por ausencia de competencia.

Hacer coincidir todo el tiempo lo que se quiere mostrar con lo que se ve. Una suerte de hologramía de informaciones. A veces transparencia. A veces teatro negro. Siempre sin avisar. De eso se trata la desinformación. You Match.

sábado, 10 de agosto de 2013

Inseguridad periodística II



Empecemos como cualquier serie policial del canal AXN: por el final. Víctima corriendo. Asesino en las sombras. Títulos. El cadáver en el piso. Los forenses mirando. Imaginá esta escena:

Sábado al mediodía, veda electoral, todos los candidatos inhibidos de realizar ningún tipo de campaña. Los medios imposibilitados de dar a conocer encuestas ni datos ni actos ni nada sobre las elecciones.

Sergio Massa en la vereda de la municipalidad de Tigre: "Si creen que con estos actos nos van a amedrentar se equivocan. Esto no fue un robo. Intentan atemorizarnos. No lo van a conseguir. Somos los únicos que pensamos en la gente, en la inseguridad, en la inflación..." .

Pero Horacio Verbitsky le escupió el asado. Será, tal vez, porque se inició en el periodismo haciendo espectáculos y sabe que no hay nada más cruel y sanador al mismo tiempo que contar la historia de una mala película.

Siempre estamos resignificando el pasado. La puesta en escena de final interrupto comenzó bastante antes.

Comenzó cuando Massa se lanzó como primer candidato del opositor Frente Renovador con unas encuestas que lo daban a él primero y al primer candidato por el Frente para la Victoria, Martín Insaurralde como un desconocido. Y cuando el ¿diario? La Nazión publicó el tríptico de notas sobre inseguridad que apareció  los días 12, 13 y 14 de julio pasados. 

(Escenas del capítulo anterior: Una, dos y tres). Volvemos.

El pasado sábado 13 de julio, la segunda parte del tríptico cuenta cómo es el Tigre seguro de Sergio Massa. Es diametralmente opuesto a la insegura Lomas de Zamora de Martín Insaurralde. Para el ¿diario? La Nazión, claro.

Los textos tienen un perfume propio que los impregna y los hace ellos mismos aún a pesar de lo que el conjunto de palabras que agrupan diga. Los textos tienen una esencia.

Así, dos textos espejados, uno sobre la falta de seguridad en Lomas de Zamora y otro sobre lo mismo en Tigre hacen que, expresando más o menos lo mismo, el lector se lleve una sensación de inacción en Lomas y otra de un intendente particularmente preocupado por la seguridad en Tigre. Que es lo que el ¿diario? La Nazión pretende dar por demostrado con esta serie de notas sobre seguridad (que se completa con la aparecida el 14 de julio sobre la que hablaremos en otro post). Veamos:

Dice el comienzo de la nota del 12 de julio sobre Lomas de Zamora:


"Es un edificio luminoso de aire limpio, transparente. Los espacios restringidos tienen puertas con cerraduras que sólo puede activar el personal autorizado, apoyando el pulgar. El Centro de Protección Urbana (CPU) de Lomas de Zamora es una cápsula blindada en el centro de uno de los distritos más cruentos del conurbano. La violencia llega aquí en forma de globos de colores sobre mapas virtuales -cada globo es un delito- o de pixeles que trazan siluetas sospechosas en los monitores, pero aquí dentro no hay peligro".


Y dice al comienzo de la nota del 13 de julio sobre el municipio de Tigre: 

"Los '1000 ojos' que todo lo ven en las calles y generan una fuerte sensación de control no consiguen aún desarmar la percepción ciudadana de inseguridad en Tigre, un municipio que apostó a involucrarse e invertir en tecnología para intentar acorralar al delito". 

En ambos casos los materiales expresan que los municipios hacen cosas para "combatir la inseguridad": En un caso el "Centro de Protección Urbana", en el otro los "1.000 ojos". Sin embargo sobre Lomas de Zamora dice que es "uno de los distritos más cruentos del conurbano". Y sobre Tigre que existe "la percepción ciudadana de inseguridad". En un municipio según La Nazión la inseguridad es cruenta (con carnadura), en el otro es una percepción (que, claro, puede ser inexacta, imprecisa y hasta inexistente).

Tigre, dice la nota, es "un municipio que apostó a involucrarse e invertir en tecnología para intentar acorralar al delito". En cambio en Lomas de Zamora "el Centro de Protección Urbana es una cápsula blindada a la que la violencia llega en forma de globos de colores sobre mapas virtuales".

El título que hace referencia al municipio conducido por Martín Insaurralde dice: "Lomas de Zamora: donde la gente necesita vivir sin temores". 

El que habla sobre el municipio al frente del cual está Sergio Massa titula: Tigre. Los 1.000 ojos que aún no alcanzan para acorralar al delito".


"Necesita vivir" es sinónimo de "no puedo vivir así". "Aún no"  quiere significar "vamos en camino. Todavía no llegamos pero vamos en camino". 



Cada una de las dos notas mantiene en toda su extensión su propio perfume. Su esencia.

Cada medio está impregnado de esencias. Los que el medio decide. En algunos casos fragancia sutil. En otros olor feo. 

Perfumes armados con denuncias que no llegaron a ver la luz, construcciones seguras en inseguridades reales, y encuestas de opinión dibujadas.


Así son las operaciones de prensa. Una fragancia sutil hecha con Patchuli.