-I-
Estados Unidos y Europa están en crisis. Al imperio desvencijado ya se le soltaron varios tornillos al mismo tiempo. Uno de ellos fue/es que Suramérica se empoderó.
(El capitalismo ciclicamente está en crisis. En crisis nodales. No podría ser de otro modo siendo que nació y se desarrolla de la explotación. El capitalismo sale siempre de sus crisis nodales ajustando. En esa estructura Suramérica aportó por años bienes primarios y mano de obra barata. Nuestros países aportaban la materia prima barata y consumía de los paises centrales bienes manufacturados. En síntesis deficit para nosotros y acumulación de capitales para Europa y Estados Unidos. Ese dinero iba al préstamo a los paises periféricos y para pagar el consumo y la contención social de los trabajadores de las paises centrales. Hoy ese dinero "sobrante" ya no está. Y Europa y Estados Unidos ajustan sobre sus trabajadores para "equilibrar cuentas sociales").
Desde que Néstor Kirchner, Hugo Chávez Frías, Lula Da Silva, Evo Morales y Rafael Correa decidieron poner las cosas en su sitio, el imperio acostumbrado al expolio de lo que consideraba su patio trasero supo que estaba en problemas. Desde entonces cada uno de sus pasos, más grandes o más chicos, apuntan a la restauración en el poder de las oligarquías locales al servicio de los poderes hegemónicos.
(El capitalismo ciclicamente está en crisis. En crisis nodales. No podría ser de otro modo siendo que nació y se desarrolla de la explotación. El capitalismo sale siempre de sus crisis nodales ajustando. En esa estructura Suramérica aportó por años bienes primarios y mano de obra barata. Nuestros países aportaban la materia prima barata y consumía de los paises centrales bienes manufacturados. En síntesis deficit para nosotros y acumulación de capitales para Europa y Estados Unidos. Ese dinero iba al préstamo a los paises periféricos y para pagar el consumo y la contención social de los trabajadores de las paises centrales. Hoy ese dinero "sobrante" ya no está. Y Europa y Estados Unidos ajustan sobre sus trabajadores para "equilibrar cuentas sociales").
Desde que Néstor Kirchner, Hugo Chávez Frías, Lula Da Silva, Evo Morales y Rafael Correa decidieron poner las cosas en su sitio, el imperio acostumbrado al expolio de lo que consideraba su patio trasero supo que estaba en problemas. Desde entonces cada uno de sus pasos, más grandes o más chicos, apuntan a la restauración en el poder de las oligarquías locales al servicio de los poderes hegemónicos.
-II-
-III-
-IV-
A Principios de los '70 (en realidad desde antes pero por esos años particularmente) con el boom petrolero, la forma que el capitalismo de Europa y Estados Unidos utilizaba para acumular capital era ofrecer créditos para generar dependencia y obtener remesas con los intereses de los créditos.
A fines de los '80 y durante los '90, la forma que el capitalismo de los paises autopensados como centrales utilizaban para acumular capitales consistió en usar los bonos de pago de la deuda depreciados a casi cero para acceder a la propiedad de las empresas estatales de los paises oprimidos en Suramérica y el mundo para privatizar el servicio a su cargo y girar las recaudaciones a Europa y Estados Unidos.
Así accedieron a la capitalización de los servicios eléctricos, de gas, de agua, aerolíneas de bandera, sistemas jubilatorios, servicios de peajes y todo aquello que pudiese generar dinero que era regirado a Europa y Estados Unidos.
(Una variante particular fue la de YPF en Argentina. Allí Repsol de España accedió a la licencia de los pozos para hacerlos inviables, evitar que otros los utilizaran para producir y, finalmente, usufructuó el precio del petróleo que importaban a cargo de la empresa nacional privada de combustibles. Una suerte de bicicleta petrolera).
En esto los encontró el nuevo siglo.
-III-
El siglo XXI encontró a un grupo de suramericanos unidos en una misma determinación: No ser administradores de un grupo de colonias. Eligieron ser conductores de un proyecto político común. Una América unida en construcción de Patria Grande.
La derecha imperial capitalista lo vio claro desde un principio y lo reconfirmó en la reunión realizada en Mar del Plata en 2005. Ese proyecto iba contra sus intereses. Y decidieron destruirlo.
Y en eso estaban cuando al imperio desvencijado se le soltaron varios tornillos al mismo tiempo. Y sobrevino la actual crisis.
Los tiempos se aceleraron pero el proyecto imperial sigue adelante. Europa y Estados Unidos necesitan quitar a los conductores políticos al frente de los paises con un proyecto común para poner en ese sitio, nuevamente, a un grupo de administradores de colonias que tomen como propia la política de exportación de capitales al corazón del imperio.
Y para eso necesitan generar malestar en las poblaciones. Construirles el convencimiento de que con la democracia no se cura, no se come, no se educa, ni nada. Internalizarles la idea de que las personas al frente de sus países, con las actuales políticas, los llevarán a la ruina. Y que hace falta cambiarlos por presidentes responsables, respetuosos de las libertades, que entiendan las leyes del libre mercado y el progreso. Y para cumplir ese papel de reseteadores de cabezas están los medios hegemónicos.
Así: No es casual que los medios hegemónicos instalen los mismos temas a veces en simultáneo o veces no, en Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia... Tampoco lo es que se pretenda instalar como modelos de país estable, en crecimiento, a Chile, Colombia, Uruguay.
Y entonces nos encontramos con que (nos muestran que) este Brasil donde gobierna Dilma es un caos en el que no se sabe si podrán organizar el mundial de fútbol, se derrumban los estadios, la gente toma las calles reclamando gobernabilidad, ordas bajan de las favelas para tomar las ciudades. O con que en esta Venezuela que gobierna Nicolás Maduro no se puede vivir con ocho o diez dólares distintos, el socialismo te desabastece hasta del papel higiénico, la gente corre desesperada a los centros comerciales porque los precios cambian y suben a cada momento y la inflación se come tu salario permantemente. O que en Ecuador o Bolivia, los cholos quieren gobernar el país blanco y quieren quitarle la libertad de expresión a los pobres dueños de los medios. Esto es lo intentan instalar permanentemente los medios hegemónicos reseteadores de cabezas.
Y esta semana que pasó -y la anterior- la espontaneidad le tocó a los paros policiales y a los saqueos en Argentina. Esa misma espontaneidad que ya le había sucedido a Ecuador en 2010 y a Bolivia en 2012.
La derecha imperial capitalista lo vio claro desde un principio y lo reconfirmó en la reunión realizada en Mar del Plata en 2005. Ese proyecto iba contra sus intereses. Y decidieron destruirlo.
Y en eso estaban cuando al imperio desvencijado se le soltaron varios tornillos al mismo tiempo. Y sobrevino la actual crisis.
Los tiempos se aceleraron pero el proyecto imperial sigue adelante. Europa y Estados Unidos necesitan quitar a los conductores políticos al frente de los paises con un proyecto común para poner en ese sitio, nuevamente, a un grupo de administradores de colonias que tomen como propia la política de exportación de capitales al corazón del imperio.
Y para eso necesitan generar malestar en las poblaciones. Construirles el convencimiento de que con la democracia no se cura, no se come, no se educa, ni nada. Internalizarles la idea de que las personas al frente de sus países, con las actuales políticas, los llevarán a la ruina. Y que hace falta cambiarlos por presidentes responsables, respetuosos de las libertades, que entiendan las leyes del libre mercado y el progreso. Y para cumplir ese papel de reseteadores de cabezas están los medios hegemónicos.
Así: No es casual que los medios hegemónicos instalen los mismos temas a veces en simultáneo o veces no, en Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia... Tampoco lo es que se pretenda instalar como modelos de país estable, en crecimiento, a Chile, Colombia, Uruguay.
Y entonces nos encontramos con que (nos muestran que) este Brasil donde gobierna Dilma es un caos en el que no se sabe si podrán organizar el mundial de fútbol, se derrumban los estadios, la gente toma las calles reclamando gobernabilidad, ordas bajan de las favelas para tomar las ciudades. O con que en esta Venezuela que gobierna Nicolás Maduro no se puede vivir con ocho o diez dólares distintos, el socialismo te desabastece hasta del papel higiénico, la gente corre desesperada a los centros comerciales porque los precios cambian y suben a cada momento y la inflación se come tu salario permantemente. O que en Ecuador o Bolivia, los cholos quieren gobernar el país blanco y quieren quitarle la libertad de expresión a los pobres dueños de los medios. Esto es lo intentan instalar permanentemente los medios hegemónicos reseteadores de cabezas.
Y esta semana que pasó -y la anterior- la espontaneidad le tocó a los paros policiales y a los saqueos en Argentina. Esa misma espontaneidad que ya le había sucedido a Ecuador en 2010 y a Bolivia en 2012.
-IV-
Los paros policiales de estas dos últimas semanas en Argentina no fueron reclamos salariales. Fueron la coartada de las zonas liberadas para la operación saqueos.
Y estuvieron orquestados como forma de un intento destituyente más del peornismo opositor.
Por eso empezó en Córdoba. Allí y en el resto de las provincias en las que se construyó el acontecimiento espontáneo, la idea siempre fue la de instalar la sensación de inseguridad, miedo y desconfianza hacia el otro. No sin querer, los saqueos empezaron sucediendo de noche. Amparados por la oscuridad. En lo oscuro es más difícil identificar la mano que tira la piedra, el cuerpo que se lleva lo ajeno, y se dificulta saber si los disturbios son provocados por uno, diez, cien o mil.
Párrafo aparte para el lado oscuro de la luna en el que se ubicó el arreglo al que ¿llegó? con su policía el gobernador De la Sota. A sabiendas de que no podrá pagar (el martes pasado durante el encuentro con el Jefe de Gabinete del gobierno nacional Capitanich renegoció el pago de la deuda provincial) fijo el aumento salarial en $8.500 pesos. Y así, sin querer queriendo como el Chavo del Ocho, le puso piso al resto de las negociaciones salariales con las policias de todo el país, buscando agujerear presupuestos ajenos.
Ese 8.500 de José Manuel De la Sota apunta, por un lado, a desfinanciar las cuentas estatales de las provincias con salarios que suben en niveles porcentuales que tienen como fin desacomodar las cuentas en los presupuestos del resto de los gobernadores, no porque sean descabellados sino porque porcentualmente dan un salto desproporcionado.
Y por otro a generar descontento, malestar e inquietud en sectores de trabajadores estatales que vienen reclamando desde hace tiempo ya, esperan con paciencia su momento y sienten que existen reclamantes privilegiados que por el solo hecho de detentar las armas consiguen audiencias sin anunciarse.
Y de eso, no te vas a enterar en los saqueamedios.
Y por otro a generar descontento, malestar e inquietud en sectores de trabajadores estatales que vienen reclamando desde hace tiempo ya, esperan con paciencia su momento y sienten que existen reclamantes privilegiados que por el solo hecho de detentar las armas consiguen audiencias sin anunciarse.
Y de eso, no te vas a enterar en los saqueamedios.