miércoles, 12 de febrero de 2014

Aumentamos



Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de los más de cuarenta millones de Argentinos
Casa Rosada
4/2/2014

martes, 11 de febrero de 2014

Avestruces

Mirala bien. 
Es la tapa de hoy martes de 
El Nacional de Caracas. 


 
A la derecha de la tapa dice:

"Para exigir divisas a CADIVI. 
La prensa marcha hoy por papel desde Plaza Venezuela".

Allá también, como acá, 
dicen que marchan por la libertad de prensa...
pero lo que quieren son las divisas (verdes Washington) de la CADIVI (la Comisión de Administración de Divisas de Venezuela).

¿Te suena? 
Piden verdes para comprar papel que ya tienen. 
Piden verdes para organizar corridas bancarias. 
Y cuando les dicen que no, 
marchan reclamando libertad de prensa.

(Ya lo dijo, años ha, el Chacho Jaroslavsky: Atacan como partido político y se defienden como medio que busca la libertad de expresión).

La matriz destituyente en tiempo real


Co. Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Palacio de Miraflores - Caracas
Reunión de Gabinete
31/01/2014
 

viernes, 31 de enero de 2014

Costo de vida


"Poco después que comenzó la radicación de la alta clase en el Barrio Norte, comenzó la jerarquización de ciertas zonas también del norte, como residenciales, porque fueron elegidas por los gerentes y altos funcionarios de las empresas extranjeras, generalmente ingleses o alemanes que prefirieron domiciliarse cerca de las estaciones del ferrocarril Central Argentino, constituyendo grupos diferenciados de la población nativa.

No había respecto de esto las prevenciones que originaban los inmigrantes de los países del Mediterráneo, pues se atribuía a los anglo-sajones y germánicos un nivel cultural superior al de los inmigrantes provenientes del medio día de Europa. Esto era conforme a los prejuicios racistas comunes a la ilustración de la época que a su vez germánicos y británicos cuidaban de evidenciar diferenciándose meticulosamente de los nativos. A diferencia de los españoles, italianos, turcos y judíos, se trataba de 'gente bien' y a esta le resultaba fácil manifestarse como tal con los recursos que le proporcionaban sus empleos en las grandes empresas de los que estaban excluidos los nativos. Por su parte, como ya se ha visto cuando se habló de la inmigración británica, inmediatamente posterior a la Independencia, se les exigían formas de vida diferenciadas del común indígena y con un comportamiento en el que intentaban reproducir el estilo de las clases altas europeas.

Especialmente en Belgrano Alto se constituyeron estos núcleos que se fueron extendiendo a las estaciones suburbanas del ferrocarril Central Argentino a medida que comenzaba el fraccionamiento de las viejas quintas. Los primos pobres ahí radicados sintieron sus barrios ennoblecidos con la presencia de los nuevos vecinos y comenzaron a adoptar sus pautas con preferencia a las de la alta clase que les eran económicamente inaccesibles. También les era inaccesible los barrios del Socorro y el Pilar, en la parte distinguida de esta. Durante bastante tiempo el modelo propuesto estuvo constituido por los residentes extranjeros y la aspiración máxima del sector fue asimilarse a ellos tener acceso a sus clubs, practicar sus mismos deportes y vestirse de manera parecida. No se abandonó de la vieja sociedad en la indumentaria solemne del traje oscuro y la camisa de cuello, pechera y puños almidonados para ir al 'centro', pero en el ambiente residencial fue elegante exhibir las indumentarias deportivas que esos extranjeros utilizaban allí. La práctica del tenis, el rugby y más adelante del golf, permitió el acercamiento y la adopción de hábitos comunes, distintos a los de la clase alta, que nunca fue muy deportiva como no lo habían sido sus modelos europeos de la aristocracia, salvo en los deportes reales que además se avenían con la condición de grandes propietarios rurales: la cría de caballos de carrera y su prolongación en los hipódromos, y más tarde el polo, dos modalidades deportivas a que eran ajenos gerentes y funcionarios, cuyos sueldos cuantiosos en cuanto al nivel medio de los mejores sueldos argentinos, no permitían esa clase de deporte demasiado costosos.

Pronto aparecieron los chicos típicos de esos barrios disfrazados de inglesitos con la gorrita de colores en la punta de la cabeza y los sacos listados, que además advertían con su indumentaria que eran alumnos de las escuelas extranjeras en un principio destinadas exclusivamente a los empleados coloniales.

En este momento bastante anterior a la aparición del 'medio pelo', Belgrano, Vicente López y Olivos comienzan a constituir una especie de Barrio Norte con gente que adquiere un status propio de nivel superior al de la clase media de los otros barrios y que es el resultado de la simbiosis de pautas tradicionales con las aportadas por los residentes extranjeros de origen germánico y anglo-sajón. Se constituye una especie de sociedad distinta a la de la Alta Sociedad porteña, a la que no se tiene acceso, pero tampoco se busca. Extranjeros y nativos se encuentran satisfechos en el status así creado y van identificando grupos que, ya consolidados, serán el punto de referencia para el momento que la alta clase media y la burguesía que surgirá después de la modernización de la economía argentina intenten atribuirse un status calificado. Entonces los recién llegados encontrarán en este grupo una imagen de la Alta Sociedad, accesible, y este a su vez se empeñará en jugar el papel que se le atribuye desnaturalizándose con la adopción de pautas que le eran extrañas.

Sobre esa base empezaron la comedia de equívocos que constituye el 'medio pelo'."

Dn. Arturo Jauretche
"El medio pelo en la sociedad argentina"
A. Peña Lillo Editor
(Noviembre de 1966)

Bloque económico


Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de los más de 40 millones de argentinos
Plenario de la Cumbre de CELAC 2014
28 de enero de 2014
Cuba

martes, 28 de enero de 2014

Detrás de esas paredes


El primer censo carcelario en Argentina es de 1906. Era presidente de la nación Figueroa Alcorta. Los primeros cómputos van a conocerse el 31 de diciembre de ese mismo año. 

Un par de números: había 65 cárceles en todo el país y 8.011 reclusos de los cuales estaban condenados solo 3.206. El resto eran encausados. La mayor cantidad de presos estaban en esa condición por hurto. Eran 1.740. 

Sin embargo había un solo preso por usurpación de bienes. Acababa de terminar la primer presidencia de Julio Roca, que no se cansó de repartir tierras pertenecientes a los pueblos originarios del sur argentino entre los integrantes de la oligarquía nacional. 

Según cuenta Carlos Cúneo en "Las cárceles" (publicado en 1971 por el Centro Editor de América Latina) el ranking de condenados por provincias era el siguiente: Capital Federal, Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Mendoza. La Rioja no tenía ningún condenado pese a tener una cárcel pública con capacidad para 10 detenidos.

Agrega Cúneo: "El estudio minucioso de las posibilidades de alojamiento, trajo como consecuencia, según se advirtió, una primera comprobación: el numero de presos  (8.011) superaba las posibilidades de las prisiones habilitadas por aquel entonces (podían alojar solo 7.126 recluidos incluyendo el anexo psiquiatrico y hospital de la Penitenciaria Nacional). Pero algo aún más grave habría de develarse: presos condenados  a penitenciarías cumplían sus condenas en cárceles de encausados, estos en penitenciarias, algunas mujeres se alojaban en cárceles de varones y algunos varones purgaban sus delitos en prisiones de mujeres. Por otra parte, del informe elevado por Ballvé y Desplats se extraía una conclusión bastante pesimista: muchas cárceles de provincia debían ser inutilizadas por no ofrecer las condiciones mínimas de seguridad. Se había concientizado el pandemonium."

Era 1906. Podría ser un informe generoso de cualquiera de los años que siguieron.