"En
mi escuela pública yo fui adoctrinado en la lógica del neoliberalismo; a mí me
enseñaron que el General Juan Domingo Perón fue un dictador antidemocrático; a
mí me enseñaron que la cárcel es la institución correctiva por excelencia de
los males sociales; a mí me enseñaron que las teorías alternativas a la
economía clásica eran causa de calamidades que el liberalismo venía a resolver.
A mí me enseñaron que las libertades individuales debían estar por encima del
bienestar colectivo, y que el derecho a la propiedad era más importante que la
vida. A mí me hicieron una orientación vocacional orientada directamente por la
ganancia económica que podía obtener de cada carrera. En el hall de mi escuela
pública había una estatua de la virgen de Luján. A mí me hicieron leer los
libros de la historia oficial que escribió el mitrismo. Yo, junto a todas las
generaciones que nacimos y crecimos en el esquema del neoliberalismo, sufrí el
adoctrinamiento desde la edad más temprana. Como muchos chicos lo siguen
sufriendo a partir de la incapacidad de los actuales planes de estudio,
incapaces de responder a las necesidades de un proceso que pone en crisis los
dogmas justificativos del sistema. Y no solo sucede en los niveles de educación
primaria y secundaria: la universidad no se da por vencida en la batalla diaria
por adoctrinar a los profesionales del mañana. Quiero saber a qué número
reclamo para denunciar. O será que el adoctrinamiento es la potestad única de
ordenar la conducta y el pensamiento que tienen los sectores dominantes, y que
solo se transforma en blasfemia cuando va de la mano de un proceso de
liberación."
-¿Anónimo?-
En Facebook, agosto 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario