lunes, 29 de abril de 2013

Hologramas


El estructurado estructuralismo norteamericano formateó, por décadas, prolijos trabajadores de prensa que salían a la calle con su formulario mental por completar.

Así, cual censistas de la realidad iban con su anotador contestando: Quién, Qué, Cómo, Cuándo, Dónde, Por qué y Para qué.

Y las noticias salían prolijas bajo un título que le avisaba al lector lo que iba a encontrarse en el desarrollo. Y la foto era de lo que la noticia contaba. Y los avisos de la página eran los que pautaba el departamento comercial del medio. Y no el de la empresa que patrocinaba una información.

La holografía es una técnica fotográfica que permite que dos imágenes compartan el mismo espacio físico.
Así, de acuerdo a desde que ángulo miremos el holograma será la imágen con la que nos encontraremos.

Existen noticias holográficas. 
La construcción informativa de la noticia sobre el conflicto de los trabajadores de Fel Fort es uno de esos casos.

En el mismo espacio conviven la mirada del editor y la del trabajador de prensa que redactó el material.
Uno, mira con los ojos del empresario que anuncia en el diario y que comparte mirada con el dueño del medio respecto al trato para con sus empleados. El otro, mira desde el conflicto que los empleados del chocolatero mantienen con el empresario y desde los destratos que los trabajadores del medio también padecen.

El editor desdibuja con su trazo todo lo que el redactor cuenta. Borra con su codo lo que el periodista escribe con la mano.

Resalta en el título: Dura respuesta del empresario a los empleados. No dice trabajadores, dice empleados.

  
"Que vayan a laburar en lugar de quejarse", dice Fort desde un estudio de televisión. Podría haberlo dicho desde Miami subido a un descapotable de serie norteamericana. O bailando en el programa de Marcelo Hugo. O promocionando su espectáculo en la costa bonaerense o en la noche de la calle Corrientes. O Saliendo de un post-operatorio en un sanatorio cinco estrellas.
Y el editor lo resalta.

"Esta empresa tiene más de 100 años ¿cómo no va a tener las condiciones necesarias para trabajar?" dice Ricardo Fort. Como si el 1º de Mayo fuese el día del trabajo y no el del trabajador. Cómo si esa conmemoración fuese solo un día no laborable. Y hubiese surgido de la nada.  Como si en Argentina jamás hubiese existido el peronismo para hacer visible al "subsuelo de la Patria sublevada" de Scalabrini Ortiz.

Ricardo Fort se indigna con los trabajadores de su fábrica. Y el editor lo resalta. Porque esa indignación es gemela de la del dueño del diario para el que él trabaja. Y es gemela del empresario medio.



 La noticia aparece en Espectáculos para que el protagonista pueda ser Fort. Si la noticia apareciese en Gremiales los protagonistas debieran ser necesariamente los trabajadores de Fel Fort. Pero esa es una opción que el medio descarta de plano.



El redactor cuenta en cuatro párrafos y medio de los cinco tiene para contestar las preguntas con que el estructuralismo norteamericano nos formateó por décadas a los trabajadores de prensa, el conflicto de los trabajadores de Fel Fort. Pero para leerlo hay que mirar la noticia desde otro ángulo. Como a los hologramas. 

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