Luis Blaquier y Matías Tamburini. Ex Goldman Sachs y ex Deutsche Bank, al frente del Fondo de Garantías de Sustentabilidad del Anses.
-I-
Originalmente
el sistema previsional funcionaba con el aporte de los trabajadores en
actividad. Con la suma de todos esos aportes se pagaban los sueldos de los
trabajadores jubilados.
Cuando
en 2007 y 2008 la presidenta CFK reestatiza el sistema previsional argentino,
la cantidad de trabajadores en actividad y sus aportes no eran suficientes para
pagar los sueldos de los trabajadores jubilados.
Por eso constituyo un fondo jubilatorio integrado por los aportes de los trabajadores
en actividad a los que se les sumaban las ganancias que el Estado obtenía como
fruto de las distintas inversiones que realizaba el gobierno argentino en
empresas privadas, públicas y de infraestructura para dinamizar la economía.
-II-
Durante
la última dictadura cívico-militar-eclesial argentina, su primer ministro de
economía, José Alfredo Martínez de Hoz, abrió las importaciones destruyendo el
aparato productivo nacional. En esa misma línea ideó un sistema financiero de
valor monetario conocido como La Tablita. Esa coyuntura económica propició que
muchos empresarios del país tomaran créditos en dólares afuera de la Argentina
con la excusa de utilizarlos para modernizar el sistema productivo aunque esos
créditos finalmente pasaban a engrosar las arcas de los empresarios que los
pedían, enriqueciéndolos al tiempo que quebraban las industrias y crecía el
desempleo.
Así
fue como a finales de la dictadura se generó un cuello de botella económico
cuando llegó el momento en que esos empresarios que se enriquecieron pidiendo
créditos y quebrando empresas tuvieron que empezar a hacerse cargo del pago del
pago de los créditos.
Fue
entonces cuando la dictadura estatiza toda la deuda externa privada. Quien se
ocupó de diseñar esa operatoria fue el entonces encargado del Banco Central
Argentino, Domingo Felipe Cavallo.
Cavallo
estudió economía en los Estados Unidos, y fue uno de los economistas estrella de
la Fundación Mediterránea.
La
Fundación Mediterranea era generador de pensamiento y políticas económicas de
la familia Pagani, los dueños de Arcor.
Domingo
Felipe Cavallo estatiza la deuda externa privada generada por los empresarios
argentinos y desaparece de la gestión pública hasta que adquiere una banca para
diputado nacional por Córdoba entre las listas de quien sería solo un par de
años más tarde presidente argentino: Carlos Saúl Menem.
Domingo
Felipe Cavallo será primero canciller de Menem y luego ministro de economía
durante años. Es por esos años de su gestión como ministro donde se produce el
crecimiento exponencial de Arcor que pasa de ser una empresa dedicada a la
fabricación de golosinas en Córdoba a ser una gigantesca multinacional de
alimentos.
Es
también por esos años de Cavallo como ministro de Menem donde los mismos grupos
empresarios que se beneficiaron años antes con la estatización de sus deudas
privadas, se benefician con la paridad un peso=un dólar ideada por Cavallo. Así
capitalizan ganancias y fugan divisas por medio, entre otras cosas, de las
privatizaciones y los cobros de tarifas en pesos. Cobran en pesos, transfieren
esas mismas cifras a dólares y los sacan del país.
Cambia
el presidente, asume Fernando De la Rúa, cambia la coalición de gobierno pero
persiste la política económica a tal punto que De la Rúa convoca nuevamente a
Domingo Cavallo que había dejado la función pública con Menem, para que sea
ministro de economía otra vez. Para sostener la paridad uno a uno, Cavallo
realiza el blindaje, el megacanje y finalmente el corralito.
De
la Rúa deja la presidencia antes de finalizar su mandato constitucional a fines
de 2001, con Cavallo de ministro de economía, el país en llamas y más de 30
muertos entre el 19 y el 20 de diciembre.
Los
mismos empresarios y los mismos bancos que se beneficiaron con la estatización
de la deuda externa privada en la dictadura y fugaron divisas desde finales de
1983 seguían donde siempre. Haciendo negocios a costillas de un Estado que les
generaba ganancias y les retaceaba controles.
-III-
Ya no necesitarán privatizar el sistema previsional para descapitalizarlo y vaciarlo como ya hicieron en los 90. Será suficiente con cambiar las actuales empresas e inversiones en las que el Anses aporta capital, por otras de los propios grupos económicos hegemónicos. Para eso el actual gobierno nacional nombra a Luis Blaquier y Matías Tamburini, un ex Goldman Sachs y un ex Deutsche Bank, al frente del Fondo de Garantías de Sustentabilidad del Anses.
El
actual sistema previsional no contará con el mismo caudal de aportes de los
trabajadores en actividad, por varios motivos:
Porque los salarios sufrieron una devaluación de
alrededor del 50% desde la segunda quincena de diciembre de 2015. Porque en
menos de un mes, fueron perdieron su empleo alrededor de 20 mil trabajadores.
Y porque esos empresarios que a partir de 2007 comenzaron a realizar los
aportes previsionales serán reacios a hacerlos en los tiempos que corren, donde
la caída de las ventas se sentirá en la medida en que los trabajadores pierdan
capacidad de compra y de ahorro por el deterioro de la economía.
Pero
además, porque el sistema previsional se sostiene fundamentalmente por los
intereses que el Estado percibe de las inversiones que realiza para movilizar
la economía.
Si
el Estado deja de controlar la actividad de las empresas en las que invierte y
si las empresas en las que invierta pasan a ser las mismas que consiguieron la
estatización de sus deudas, y entre 1983 y 2003 fugaron capitales a sus sedes
en el exterior, el sistema previsional volverá al tobogán al que lo subieron a
partir de septiembre de 1955 y del que no se bajó hasta finales de la primera
década de este siglo.
Se
viene un nuevo vaciamiento del sistema
previsional.
¿ Y el 82% pa cuando?
ResponderEliminarcaramba, caramba...
ResponderEliminaresto no estaba en la plataforma electoral: error de carga.
Muy bueno.
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