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viernes, 28 de septiembre de 2012

Viejas cacerolas usadas

"Este es un libro elemental, pero espero que útil.

En el último medio siglo seis golpes militares depusieron a mandatarios electos, y doce generales ocuparon la presidencia por decisión de sus camaradas de armas, sin contar los muchos intentos fallidos de conquista del poder por la fuerza, los relevos más o menos pacíficos entre dómines castrenses, ni la consagración en comicios de gobernantes militares. Cada vez, la insurgencia se justificó con una proclama, que incluyó el diagnóstico de los males intolerables que aquejaban al organismo social y el remedio propuesto para su restablecimiento.

Es asombroso que en estas condiciones en que la ruptura del orden institucional ha sido la regla y no la excepción tanto los jóvenes que quieren conocer la historia moderna como los estudiosos del país y del exterior carezcan de una recopilación de esos textos.

Mi propósito es subsanar tan llamativo déficit, agrupando cronológicamente estos frutos del árbol prohibido que han alimentado nuestra vida política. Provienen de libros, diarios, revistas y archivos personales.

Medio siglo de proclamas militares fueron bastantes para que el país prefiriera un mal gobierno civil, y también son suficientes para detectar las invariables del discurso castrense, por encima de los alineamientos de cada época. Ahora que Uriburu y Lonardi son polvo, Rawson y Ramírez sombras huidizas, Onganía un mal recuerdo y Videla & Cía declinan en prisión, repasar las arengas de sus días de esplendor es un ejercicio provechoso. Más allá de las diferencias de cada momento y el golpe que le correspondió, hay una identidad profunda que define el pensamiento militar. Conocerlo es un paso necesario para cualquier propuesta de modificación.

Esto no quiere decir que todos los temas se repitan de golpe en golpe, ni que hayan faltado diferencias entre unos y otros. Pero esa diversidad es más conocida que la recurrencia de valores y obsesiones. Escuchar lo que la gente dice no suple el análisis de lo que hace, pero brinda indicios apreciables sobre la forma en que se ve a sí misma. Sirve para conocer sus propósitos, y cotejarlos con los resultados de su aplicación.

Existen otros documentos en los que la cosmovisión castrense se expresa con mayor despliegue. Pero en las proclama, y en algunos documentos inmediatos previos o posteriores a la toma del poder, decanta una esencia conceptual realzada por el dramatismo implícito en una transferencia violenta del mando político. Este es un análisis de los textos de las aproclamas y no de los procesos históricos en que se produjeron.

A principios de la década del 40 ungeneral y dos coroneles intentaron sin fortuna tomar el poder. Fueron ellos Benjamín Menéndez, Eduardo Lonardi y Fortunato Giovannoni. Sus nombres reaparecerán en alzamientos contra Perón de la década del 50 los primeros, y contra Frondizi el último.

Esta es una constante de la política militar: los conspiradores de hoy serán los conspiradores de mañana. Cuarenta años antes de expulsar a Yrigoyen, Uriburu fue subteniente del Parque. Perón con muchos de sus camaradas del GOU ya habían intervenido en el golpe del 30. Los oficiales que acompañaron a Menéndez en 1951 protagonizarán todos los golpes del cuarto de siglo siguiente. Lanusse participó en el derrocamiento de Lonardi dieciséis años antes de abrirse paso a los empujones hacia la presidencia. Camps leyó la proclama contra Illía en el 66, diez años antes de asumir el feudo policial de la provincia de Buenos Aires. Los golpistas no son muchos, sino los mismos. Su comportamiento es fácilmente previsible, y de ello se desprende la importancia política de pases, retiros y ascensos. hacer general y entregar poder armado sobre una provincia o diez a un torturador, un quemador de libros o un enemigo confeso de la democracia representativa es suicida.

La recopilación de más de cuarenta documentos de la pluma castrense incluye algunos textos atípicos: la antiproclama de Aramburu en 1962, cuando dirigió la operación de reemplazo del presidente Frondizi por el senador Guido, el documento del general Labanca en mayo de 1971 preparatorio del movimiento que abortó en octubre en Azul y Olavarría, el memorandum del teniente coronel Rico a su comandante de Brigada dos meses antes de pintarse la cara en Campo de Mayo.

Si acordamos en que ningún movimiento militar triunfó sin un previo consenso social debemos concluir que los textos que aquí se reproducen incluyen visiones del país y sus problemas originadas en el universo castrense pero que en algún momento gozaron de aceptación  en la clase política y la sociedad civil. Si su enumeración sirve para ponernos en guardia cada vez que algunos de estos mecanismos intelectuales tienda a activarse, el objeto de este libro estará cumplido".

Horacio Verbitsky
En "Medio siglo de proclamas militares"
Colección "presente" - Editora/12
Buenos Aires, marzo de 1988

viernes, 21 de septiembre de 2012

Bibope (la felicidad de la gente IV)


Ibope no debiera a dedicarse a las mediciones de audiencia. Debiera ocuparse del diseño o el dibujo. El Diario Popular publicó el pasado martes 18 los diez programas más vistos de la tele en Capital Federal (la ciudad de pobres corazones) y el conurbano bonaerense.

De los tres primeros programas del top 10 dos son de la Tele Pública: River-Vélez y Boca Independiente.Y debieran ser cuatro porque en la ¡medianoche! del sábado comienzo del domingo, Maravilla y Chavez Jr. midieron 25 puntos por la Tele Pública. En la lista de los diez primeros, el Popular no lo puso ¿Por qué?

La semana pasada, Bibope midió 18 puntos de rating para un River que piensa en cambiar de técnico. Y para Boca a las cuatro de la tarde midió 10 puntos. Se ve que los hinchas del xeneize que mide Ibope los domingos a la tarde van de picnic. Su rival del domingo, Independiente, con técnico nuevo y en zona de descenso había medido la fecha anterior 8 puntos. Se ve que se potencian. Juntos midieron 15.

Preguntas que se ve que a los medios no les interesa hacerse y publicar: Mientras jugaban River-Vélez y Boca-Independiente y Maravilla peleaba en EEUU ¿los otros canales cómo medían? Machacan todo el tiempo con que Visión Siete, el noticiero de la Tele Pública no mide nada ¿cuánto miden el resto de los noticieros? ¿En qué puesto está V7 entre los noticieros? ¿Cómo le va a los otros noticieros con sus competidores de franja horaria? ¿Cuánto mide 678? ¿Cómo está con sus competidores de franja horaria? ¿Hay algún programa del resto de los canales con contenidos similares a 678?

La realidad no se mide con un aparatito. La felicidad tampoco. 

(Continuará...)




jueves, 30 de agosto de 2012

Los diccionarios II

"En mi escuela pública yo fui adoctrinado en la lógica del neoliberalismo; a mí me enseñaron que el General Juan Domingo Perón fue un dictador antidemocrático; a mí me enseñaron que la cárcel es la institución correctiva por excelencia de los males sociales; a mí me enseñaron que las teorías alternativas a la economía clásica eran causa de calamidades que el liberalismo venía a resolver. A mí me enseñaron que las libertades individuales debían estar por encima del bienestar colectivo, y que el derecho a la propiedad era más importante que la vida. A mí me hicieron una orientación vocacional orientada directamente por la ganancia económica que podía obtener de cada carrera. En el hall de mi escuela pública había una estatua de la virgen de Luján. A mí me hicieron leer los libros de la historia oficial que escribió el mitrismo. Yo, junto a todas las generaciones que nacimos y crecimos en el esquema del neoliberalismo, sufrí el adoctrinamiento desde la edad más temprana. Como muchos chicos lo siguen sufriendo a partir de la incapacidad de los actuales planes de estudio, incapaces de responder a las necesidades de un proceso que pone en crisis los dogmas justificativos del sistema. Y no solo sucede en los niveles de educación primaria y secundaria: la universidad no se da por vencida en la batalla diaria por adoctrinar a los profesionales del mañana. Quiero saber a qué número reclamo para denunciar. O será que el adoctrinamiento es la potestad única de ordenar la conducta y el pensamiento que tienen los sectores dominantes, y que solo se transforma en blasfemia cuando va de la mano de un proceso de liberación."

-¿Anónimo?-
En Facebook, agosto 2012