Por Prensa Web RNV /
Ernesto Carmona
(Publicado el 11 Junio
2012, 02:26 PM)
Mañana martes 12 de junio, será sepultado en el Mausoleo del
Círculo de Periodistas de Santiago el periodista chileno Camilo Taufic
Kalafatovic, quien falleció sorpresivamente la noche del sábado en Chillán.
Mientras llega desde Ecuador su hijo homónimo, también periodista deportivo,
sus restos serán velados en la capilla del Cementerio General, adonde arribarán
a las 9 de la mañana del lunes, procedentes de Chillán, informó Verónica
Martínez, Presidenta del Círculo de Periodistas. “Descansará, como era su
deseo, en el Mausoleo del Círculo”, dijo Martínez.
Taufic, de 74 años y una dilatada carrera profesional en
varios países de América Latina. Relatan sus familiares que después de observar
por televisión el partido de fútbol Chile-Venezuela, en la noche del sábado 9,
Taufic repentinamente manifestó sentirse mal y mientras aguardaban la llegada
de ayuda médica falleció de un ataque cardíaco fulminante. Sus funerales se
efectuarán el lunes 11 de junio en Chillán.
Taufic se destacó como periodista, docente, investigador y
consultor en comunicación en diferentes naciones de la región, acumulando una
importante experiencia internacional. Comenzó de joven como reportero de
revista Ercilla, trabajando cerca de Lenka Franulic y Luis Hernández Parker,
dos figuras emblemáticas del periodismo chileno del siglo 20 previo a la
dictadura militar. Más tarde, se desempeñó en diarios de la cadena El Mercurio,
en el vespertino izquierdista Última Hora, Empresa Zig-Zag y Editorial Nacional
Quimantú. A comienzos de los años 60 residió un breve tiempo en Cuba.
Taufic fue profesor de periodismo en la Universidad de Chile
hasta que –al igual que otros docentes– fue expulsado por los interventores
designados en esa casa de estudios por la dictadura militar inaugurada en 1973.
Años después regresó a la cátedra en Venezuela y Argentina, donde alcanzó gran
difusión su libro “Periodismo y Lucha de Clases”, escrito a comienzos de los
años 70 y publicado masivamente por Quimantú, bajo el gobierno de Salvador
Allende.
En 1974 publicó en Buenos Aires la denuncia testimonial
“Chile en a Hoguera”, una de las primeras historias periodísticas sobre las
atrocidades inéditas, quema de libros y violaciones terribles a los derechos
humanos que comenzaba a cometer la dictadura militar. Este libro fue
reproducido y conocido en Chile recién a comienzos de los 90, con el regreso de
la democracia.
A fines de los años 70, Camilo publicó en Venezuela el libro
"Crónica del Primero de Mayo", ilustrado por Aníbal Ortizpozo, una
valiosa recopilación de los despachos periodísticos enviados desde Estados
Unidos sobre la represión en Chicago que dio origen al Día Internacional de los
Trabajadores, escritos por el corresponsal del diario La Nación de Buenos
Aires. Las notas periodísticas incluyeron también reportajes a la farsa de
juicio amañado contra los ocho líderes por la jornada de ocho horas, Oscar
Neebe, George Engel, Michaelo Schwab, A.R. Parsons, Louis Lingg Samuel Fielden,
Autust Spies y Adolph Fischer, lucha que les costo la vida a cinco de estos
trabajadores (uno de los condenados a la pena capital se suicidó antes de la
ejecución) y a largas penas de prisión a los otros tres. Lo notable de estas
crónicas es que el autor y corresponsal de La Nación en EEUU era nada menos que
el cubano José Martí, periodista, escritor, líder político y padre de la patria
de Cuba, llamado el Apóstol de ese país.
En ese tiempo, ya de regreso en Chile, Taufic dictó cursos y
seminarios sobre ‘Periodismo en Internet’, en las universidades Academia de
Humanismo Cristiano y ARCIS. En 2005 el Observatorio de Medios Fucatel publicó
su trabajo «Manual de Ética Periodística Comparada», libro que culmina una
larga búsqueda de materiales en distintos países. En total, Taufic publicó seis
libros de temas periodísticos –indagativo, testimonial o teórico–, con
ediciones en Chile, Argentina, México y España.
Durante su exilio, trabajó en Buenos Aires en el diario
Noticias, fue redactor de La Opinión cuando la dirigía Jacobo Timerman, y luego
se desempeñó como corresponsal en Europa, países del Pacto Andino, el Caribe y
EEUU para diversas publicaciones del Cono Sur sudamericano.
En los años 90, fue redactor de reportajes especiales para
distintos medios impresos, entre ellos la cadena mundial de diarios Metro/MTG,
el diario Nuevo Fortín y las revistas Rocinante y El Periodista, de Santiago de
Chile. Fue columnista en Buenos Aires del periódico Página 12, durante una
nueva residencia en Argentina entre 1996 y 1998.
También, entre 1987 y 1991, fue jefe de redacción de la
revista de ciencias sociales Nueva Sociedad, de circulación latinoamericana,
cuando se publicaba en Caracas con el auspicio de la germana Fundación
Friedrich Ebert, y anteriormente se desempeñó como encargado de Información
Pública del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), organismo internacional
con sede en Venezuela, al que pertenecen todos los gobiernos de la región.
En el prólogo de su “Manual de Ética Periodista Comparada”,
Taufic escribió que su obra tenía propósitos académicos, pero también de
aplicación práctica y uso cívico: “Este libro pretende contribuir a la búsqueda
de un periodismo de mayor calidad y credibilidad, al que tenemos derecho todos
los ciudadanos a comienzos del siglo 21. Reúne una selección amplísima de
valores profesionales y éticos que inspiran a grandes diarios del mundo, para
que miremos en ella —como en un espejo— las reales dimensiones del derecho a la
información de que disponemos. Cuando murió, estaba haciendo gestiones para
concretar su proyecto de publicar un Manual de Periodismo concebido para loa
legión de periodistas empíricos que desarrollan los nuevos medios de
información alternativos, populares y comunitarios, sean escritos o
audiovisuales.
En 2008, Camilo Taufic fue uno de los ganadores del Fondo
del Libro que le otorgó financiamiento para la publicación de “Memorias de 50
años de un periodista. Encuentros inéditos con personas ‘top’ y otros
testimonios”. Sin abandonar su estilo, que definía como “cronista de la vieja
guardia”, recopiló 21 historias fantásticas, algunas fruto de su imaginación y
otras más o menos plausiblemente reales, bajo el título “Un extraterrestre en
La Moneda”, publicado por Planeta.
Entre estas historias asombrosas está “El extraño caso del
pasaporte turco”, el cuento mítico sobre un exilado –de cualquier nacionalidad
latinoamericana– que en la Europa de los años 70 se confecciona él mismo un
pasaporte con el menú de un restaurante turco europeo que le permite ingresar a
Suecia y pedir asilo político. Sobre esta historia, el propio Camilo dijo en El
Mercurio:
-La historia del exiliado que viajó con el menú de restorán
turco, ¿se conocía anteriormente?
-Ésa la viví yo, directamente. Se publicó en Chile en el año
83 y provocó una gran conmoción. Me he encontrado con cuenta cuentos que
reproducen esta historia. Pero hoy no es conocida a nivel masivo ni por las
nuevas generaciones. Es una historia que ha fascinado a muchas personas, que
siempre me piden que se las cuente, que les dé nuevos detalles. Tiene que ver
con el alma nacional, por ser un pícaro chileno, y tiene un trasfondo político.
A quienes han leído el libro, incluso gente joven, es la historia que más les
gusta.